La Muerte del Pasado

Aceptar la muerte…

Un nuevo desafío que se desprende de la mano de esta enseñanza, invitándonos a ganar un nuevo y sagrado nivel de transformación.

Aprender a observarnos sin condenar y sin justificar lo observado para conocernos, para descubrir las verdades de nosotros mismos que se esconden internamente.

Nuestras virtudes y miserias, alumbradas ante la luz y la conciencia del alma.

Cuando la vida nos despierta y la verdad queda de manifiesto ante nuestros ojos, ha llegado el momento de aceptar que, para que lo nuevo nazca y emerja en nuestro interior, una parte nuestra necesariamente, ha de morir…

Aceptar y resignificar nuestra propia muerte a través de la transformación de cada uno de nuestros hábitos y modos que inconscientemente, nos alejan de nuestros sueños y propósitos, incrementando la distancia con nuestra propia alma…

transformacionComprender la muerte como la esperanza de un nuevo despertar, como el punto de inflexión en el presente que nos precipita y conecta con un inminente futuro…

La aceptación como paso primero para alcanzar un nuevo nivel de gravedad y profundidad en nuestro proceso de auto-conocimiento, enfrentando la verdad de nuestra propia historia, dejando de manifiesto el karma de una vida que trasciende los milenios en búsqueda de su sagrada liberación.

Cuando observamos nuestra realidad; un día a día marcado por la rutina y los hábitos de un sistema que trabaja para adormecernos, arrebatando de las manos del dormido todo sueño y esperanza de libertad posible, el anhelo de liberación se hace cada vez más presente para aquella vida carente de significado y conexión.

Solo el atrevernos a morir a esa realidad construida desde la ignorancia, podremos alcanzar la verdadera esencia de la libertad…

Sera nuestra propia conciencia y evolución la que nos acerque a este punto de inflexión, que nos enfrenta a un instante sin tiempo, donde el pasado, el presente y el futuro se funden en la comunión del alma con su propia esencia…

El cuerpo, la materia como gran portadora del alma, ha de encontrarse consigo misma en ese momento de conexión con los cielos…

Morir para recordarse…

Morir para reencontrarse…

Aprender a interpretar la muerte de lo que fue…

Una muerte que representa la mayor de las esperanzas para nuestra humana condición porque en ella se esconde la verdadera posibilidad de evolución para toda la humanidad.

Una muerte que ha de transmutarse radicalmente en el despertar de una vida que ha decidido avanzar en el camino de la verdad y el auto-conocimiento.

Un camino donde el amor y el respeto han de manifestarse como la principal fuente de convicción para sostener con la integridad del alma la promesa de alcanzar nuestra mayor transformación posible…nenes ayudandose

Un camino donde el servicio se vuelve nuestro mayor compromiso, donde el anhelo de servir al otro es marcado por la luz que cada individuo sea capaz de transmitir…

Una luz que posee el poder que esta enseñanza le otorga a cada individuo que decide comprometer su vida al ejercicio de su propia transformación…

Un futuro lleno de esperanza y amor ha de manifestarse ante los ojos de quienes hayan muerto y renacido a esta nueva realidad…

La resistencia a la muerte solo ha de alejar esta oportunidad de nosotros…

La excesiva conservación de aquello que conscientemente sabemos que ha de morir sólo tendrá como resultado el mismo y conocido sufrimiento que ha marcado por siglos la existencia de nuestra humanidad.

Seamos valientes para caminar con integridad y convicción en nuestro corazón hacia la muerte de aquella realidad de agonizante dolor que hasta hoy, fuimos construyendo…

Desde este punto, donde el pasado busca impacientemente su absolución, sólo la aceptación y el perdón han de hacernos libres…

Aceptación de lo que fue…

Comprensión de lo que hoy es, como resultado de lo que hasta ayer supo ser…

Y la redención como único camino hacia la liberación de todos los pasados que cada individuo ha de guardar en el interior de su ser, buscando y anhelando la llegada de este momento de iluminación y despertar.

El pasado que ha de morir será el salto para adentrarnos a una nueva realidad de amor y servicio con el único y gran propósito de expandir nuestra luz a todo ser que forme parte de nuestra necesitada humanidad…

Un salto que daremos para despertar en una nueva realidad que hemos de construir con la conciencia de lo aprendido, desde la propia observación interior, donde se encuentran las grandes verdades que se esconden en lo profundo de cada ser…

Despertarnos a una nueva existencia, a un nuevo mundo, donde cada pensamiento, cada emoción y cada reflexión trabajan para alcanzar nuestra evolución, la evolución de toda la humanidad.

Un nuevo mundo en donde finalmente seamos libres…

Libres de egos e individualismos, transmutados enunidad y hermandad…

Libres de la competencia y especulación, transformados en cooperación y servicio…

Libres de temores y miedos porque ahora son comprendidos como grandes oportunidades de aprendizaje y crecimiento…

Un nuevo mundo de amor y conciencia que de nosotros mismos depende su creación y su existencia…

Aceptemos el desafío de morir para renacer y despertar ante la más sagrada realidad que seamos capaces de construir…

Mundo1

 

Por la Lic. Karina Zullo

La Muerte del Pasado

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