Resumen de los diez artículos más leídos en Tendencias21 este año
Encuentran un virus desconocido en los intestinos de la mitad de la población mundial. Científicos alertan: Vivimos “los primeros días de la sexta extinción masiva de la Tierra”. Algunas neuronas tienen prejuicios. Los universos paralelos no solo existen, sino que además se influyen unos a otros. Restauran y publican en Internet las primeras páginas web de Estados Unidos. Vivimos la tercera gran revolución humana: la Revolución de la Inteligencia. Crean un robot dotado con el cerebro simulado de un gusano. Dormir es el precio que paga el cerebro por aprender. Vibraciones cuánticas neuronales respaldan una controvertida teoría de la conciencia. “Espiriteria”: Cómo produce el cerebro experiencias religiosas y místicas.
Se trataba del llamado crAssphage, que infecta a uno de los tipos más comunes de bacterias intestinales, el ‘Bacteroidetes’. Estas bacterias, a su vez, están relacionadas con la obesidad, la diabetes y otras enfermedades vinculadas al intestino.
En 2004, un informe del Earth Policy Institute ya alertaba de este peligro, propiciado por las actividades humanas. Por eso, nuestra especie es la única que puede resolver el problema. ¿Seremos capaces de usar a tiempo nuestra “inteligencia colectiva” para tal fin?
Así, por ejemplo, si una cara expresa alegría pero el que la mira espera ver “miedo”, sus neuronas interpretarán también “miedo”, en lugar de la emoción real que muestra la cara. Dichas neuronas incluso reaccionarán para reforzar la observación errónea.
A los pacientes sometidos al estudio se les mostraron imágenes de rostros cuya emoción era difícil de reconocer, porque sólo partes de los rasgos eran claramente visibles. Algunas neuronas se activaban más con los rostros que mostraban miedo, mientras que otras lo hacían con las caras felices.
A los pacientes sometidos al estudio se les mostraron imágenes de rostros cuya emoción era difícil de reconocer, porque sólo partes de los rasgos eran claramente visibles. Algunas neuronas se activaban más con los rostros que mostraban miedo, mientras que otras lo hacían con las caras felices.
Es decir, que en lugar de evolucionar de forma independiente, estos mundos cercanos se condicionan. Los investigadores creen que su teoría podría ayudar a explicar algunos de los fenómenos más extraños de la mecánica cuántica.
La iniciativa, coincidente con el 25 aniversario del nacimiento de la World Wide Web, permite observar cómo ha evolucionado el diseño y contenido de las páginas web en este tiempo. Muchas otras iniciativas a nivel mundial intentan mantener el legado web, tan efímero.
Los pensadores futuristas señalan que, hoy por hoy, el mundo se mueve rápidamente hacia una transformación de los seres humanos en seres mucho más avanzados, gracias a la tecnología. Lo que ayer parecía imposible ya ha dejado de serlo; y la ciencia ficción se está convirtiendo en ciencia real.
En este contexto, resulta necesaria una extensa discusión, destinada a prever los escollos que puedan surgir de aplicaciones de la tecnología antaño ni siquiera imaginadas.
El robot está dotado, por ejemplo, de un sonar parecido a la nariz del gusano. Si el robot se acerca a una pared, el sonar artificial emite una señal a las “neuronas” correspondientes.
Las “neuronas” del robot están conectadas a sus motores, que simulan a su vez el sistema motriz del gusano. En consecuencia, cuando el sonar artificial emite una señal de proximidad de una pared, el robot se comporta como lo hace el gusano vivo en una situación similar.
Dotado de este cerebro artificial, el robot se comporta a como lo hace un gusano vivo en una situación real: esquiva los obstáculos que encuentra a su paso y se mueve siguiendo una serie de patrones observados en su comportamiento biológico.
Una nueva hipótesis –bautizada como SHY- está desafiando esta idea. Propone que el sueño lo que hace es debilitar dichas conexiones, preparando al cerebro para seguir recibiendo y procesando estímulos.
En los años 90 del siglo XX, los científicos Roger Penrose y Stuart Hameroff publicaron una teoría que vinculaba la actividad neuronal con la escala cuántica o subatómica.
Ahora revisan su hipótesis, a raíz de descubrimientos científicos que podrían demostrar la conexión entre el cerebro y una estructura cuántica ‘proto-consciente’ de la realidad.
Este hecho, revelado por la neuroespiritualidad, supondría la anulación de la antítesis clásica entre materia y espíritu. También sugiere que la espiritualidad sería una facultad cognitiva más de nuestra especie.