La tensión en el cuerpo es una de las causas más frecuentes de una larga lista de enfermedades tanto físicas como mentales. Aunque no lo notemos, las tensiones del día nos provocan una serie de contracciones musculares que van generando, aunque sean imperceptibles, que el cuerpo se vaya desgastando y que muchas de las actividades del organismo no realicen sus funciones de forma adecuada, ni que la circulación se realice de forma eficiente, y que la repartición de nutrientes y oxigeno se haga de forma débil. Si crees que no tienes tensiones en tu cuerpo, solo basta decirle a tus hombros y a tus brazos que se relajen en este momento. ¿Observas el cambio? Y así está todo nuestro cuerpo, en constante tensión. A la larga, podemos empezar a sentir dolores de cuello, de espalda, de lumbar, de piernas, de hombros, de brazos, etc., o empezar a generar otras enfermedades más severas como artritis o artrosis. Mira todas estas enfermedades o afecciones que provienen de las tensiones corporales: calambres, dolores de cabeza, de estómago, de músculos, de garganta, etc, descalcificación, mala absorción de nutrientes, anemia, cansancio crónico, tos, infecciones, gripas y resfriados debido a que baja el sistema de defensas, estreñimiento, diabetes, acné, psoriasis, piel marchita y arrugada, salpullido, comezón, hongos, tics nerviosos, déficit de atención, rebeldía y mal humor, problemas de circulación y de corazón, venas varicosas, etc., así como problemas de visión como miopía, astigmatismo, etc. Para evitar que estas tensiones afecten nuestra salud y deterioren nuestro organismo y tejidos, podemos utilizar muchas herramientas como elYoga, una práctica milenaria la cual ayuda a reducir enormemente las tensiones que se van acumulando en el cuerpo. El yoga es una de las prácticas más benéficas para la salud, ayuda no solo a bajar la tensión general del cuerpo, sino que ayuda a que el cuerpo se estire y tonifique, y al hacer estiramientos y posturas especiales que el cuerpo nunca realiza, este se fortalece y libera no sólo tensión, sino toxinas acumuladas sobre todo en músculos y articulaciones. Además, el Yoga nos enseña técnicas de respiración las cuales ayudan a movilizar sustancias dañinas en el cuerpo, ayudando además a bajar el ph sanguíneo que es la causa de un gran número de enfermedades. Hay varios tipos de Yoga que podrías empezar a practicar, todas de alguna forma están enfocadas a promover la salud general del cuerpo, a conocernos más, a enseñarnos a meditar desde varias perspectivas, a contactar con nuestra mente mediante nuestro cuerpo, a tener una consciencia más amplia de nosotros, y sobre todo a respirar adecuadamente para que nuestra energía siempre este en las más óptimas condiciones. Kundalini YogaAbarca la práctica de asanas (posturas corporales), asi como ejercicios de respiración, canto de mantras y una meditación especial que esta enfocada a la liberación dosificada de la energía Kundalini, la cual circula a través de nuestra columna vertebral y la cual se asocia de forma directa con el sistema nervioso central, moviéndose desde la base de nuestra columna hasta los centros superiores o cerebro, donde se encuentran glándulas importantes como la pineal y la pituitaria. Hay otras practicas de Yoga que difieren en la filosofía y practica, pero que también complementan nuestro estilo de vida, como el Hata Yoga. ¿Quién puede practicar Yoga?Realmente todas las personas pueden practicar Yoga, hay Yoga para niños, jóvenes, embarazadas, etc., incluso para personas con alguna discapacidad. Yoga en casa: Algunas posturas que puedes ir practicando en casa Te recomendamos si no tienes tiempo de ir a una clase, que en casa hagas un poco de estiramientos o posturas. Pon música suave y empieza respirando profundamente, puedes estar de pie o sentado en flor de loto. Agradece al día lo que te ha dado y luego, yo te recomiendo empezar bailando para que aflojes todo el cuerpo. Así que pon una música de tu agrado y baila unos minutos, esto ayudara a calentar tu cuerpo. Luego, empieza por estirar tus brazos, alzándolos suavemente hacia arriba. Trata de mantener tus brazos elevados, apretando tu abdomen y corrigiendo tu postura, mientras flexionas con equilibrio tu pierna izquierda hasta la rodilla de tu pierna derecha, de modo que quedes apoyada con un solo pie. Permanece en esta postura concentrándote en tu respiración. Hazlo 1 minuto y luego repite con el otro pie. Puedes seguir una rutina casera de yoga siguiendo algún manual o con un CD. YA verás que estupenda forma de empezar o terminar el día. |