Kenji Goto, el segundo japonés supuestamente decapitado por Estado Islámico, era un veterano periodista y documentalista de 47 años que trataba de dar difusión al sufrimiento de los civiles en zonas de guerra.
El sábado, EI publicó una grabación de video que parece mostrar su decapitación.
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Goto había trabajado en Afganistán, Chechenia y Siria, contribuyendo con reportajes para el canal de la televisión pública japonesa NHK, la cadena de televisión Asahi y otros medios.
Antes de ir a Siria en octubre del año pasado, había grabado un video en que decía que se dirigía a Raqqa, donde se encuentran los cuarteles generales de EI.
«Es muy peligroso, así que incluso si me pasara algo, yo no culparé al pueblo de Siria. Por cualquier cosa que me pase, yo seré responsable. Pero por supuesto, volveré con vida», dijo.
Sufrimiento
Había escrito libros sobre el impacto del virus del VIH en África y creó su propia agencia de prensa, Independent Press, en 1996.
En abril de 2012, Goto hizo un reportaje para NHK en el que se encontraba con refugiados sirios en un campamento turco. Decía que quería dar a conocer el sufrimiento de estos.
Habló con mujeres sobre cómo los soldados habían hecho redadas en sus casas y con un exsoldado rebelde que llevó a varios residentes de un poblado al campo de refugiados, tras la irrupción de las fuerzas del gobierno.
En un reportaje para la televisión Asahi desde la ciudad siria de Aleppo, en mayo de 2014, Goto aparece junto con un grupo de rescatistas formado por exsoldados antigubernamentales. En él explica cómo la gente se estaba uniendo a estos grupos de rescates para ayudar a otros ciudadanos pasando apuros.
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En una entrevista con un sitio de noticias japonés el mismo mes, dijo que quería ayudar a la gente en áreas de conflicto.
«Los lugares que visito están sometidos a grandes penurias, pero incluso ahí la gente continúa con sus vidas», dijo.
«Esa gente siempre tiene algo que decir, un mensaje que quieren que se conozca. Si yo puedo ayudar a transmitirlo al resto del mundo, podría llevar a algún tipo de solución. Si eso pasa, quizás puedo decir que mi trabajo fue un éxito».
Rescate
El periodista conoció al contratista Haruna Yukawa, otro rehén que se cree que ha sido ejecutado por EI este mismo mes. Su encuentro fue en Aleppo en abril de 2014, cuando Yukawa fue detenido por el Ejército Sirio de Liberación.
Goto, que tenía contactos dentro de ese grupo, dijo que actuó como intérprete.
Después de la liberación de Yukawa, los dos viajaron juntos a Irak en junio, dijo, ya que Yukawa quería «conocer cómo se trabaja en una zona de conflicto».
Cuando Yukawa quiso volver a Siria en agosto, Goto le advirtió del peligro, pero aquél lo ignoró y fue capturado en Siria en el verano de 2014.
Las fuentes difieren sobre por qué Goto viajó desde Japón a Siria a finales de octubre de 2014. Algunos medios dicen que quería reportar en áreas controladas por EI.
Otras, como Mainichi Shimbun y NHK, dicen que pretendía buscar a Yukawa.
Lo último que publicó en su cuenta de Twitter fue desde la ciudad siria de Kobane, controlada por EI, a finales de octubre.
Poco después de eso se perdió todo contacto con él y, semanas más tarde, su esposa recibió un correo electrónico en el que EI exigía el pago de un rescate.