La mayoría de las tumbas faraónicas habían sido robadas durante las centurias. Al constituirse Egipto en dos reinos, hubo faraones en dos ciudades y reinos separados. Esta mención sirve para colocarnos en el lugar (Delta del Nilo) y el tiempo, (hace 3000 años atrás)
En 1940, en una expedición dirigida por el arqueólogo Pierré Montét y financiada por el Rey Faruk, descubrió en la Ciudad de Tannis en la orilla de un brazo del Nilo, una serie de tumbas debajo de un viejísimo empedrado.( National Geographic).
Esta ciudad se encuentra al noroeste del Cairo, son una serie de tumbas que rodean el templo de Amón.
Un lugar mejor protegido de los salteadores de tumbas que en la desértica Tebas.
La tumba única intocada pertenecía al Faraón y Sumo Sacerdote Psuseres, que reinó por más de cuarenta años. Emparentado a los faraones del reino del sud. En ella se encontró su momia dentro de un mausoleo de mármol con múltiples inscripciones geroglíficas, en un sarcófago de plata labrada, una máscara mortuoria de macizo oro, artículos de oro, piedras preciosas, obras de arte del preciado lapislázuli que se traía desde el lejano país hoy conocido por Afganistán.
Estos tesoros que puede verse en el Museo del Cairo, son de más importancia que el de Tutankamón.
No realizó grandes pirámides, pero tuvo el poder necesario de mudar piedra a piedra a la Ciudad de Ramsés, al actual El Caro. Esta vieja ciudad 8 Vestigios de su enorme trazado) se encontró finalmente a orilla de un brazo del Nilo, cegado por ese tiempo por acumulación de detritos, que obligaron a trasladarse (la Ciudad entera) a una mejor locación.
Se descubrió muy cerca de la ubicación pensada por Pierre Montet. Solo con un radar aerotransportado pudieron encontrarla. Cabe decir que fue esta la ciudad más importante y grande de la Antigüedad.