Una colaboración de lipe2000
» Medita una semana» son una serie de prácticas de meditación adaptadas a ese tiempo. Nos permiten integrarlas fácilmente con nuestro ritmo de vida, crear el hábito de meditar y vivir conscientemente cada momento de nuestro presente .
En este momento, si has practicado la meditación de la semana anterior, algunas de las tareas rutinarias en las que te ves inmerso ya sabrán que » son el camino «.
La práctica que me propongo y te propongo durante una semana es esta: Meditar con los sonidos de la ciudad.
Cuando nos desplazamos en el exterior a cualquier parte, caminando, estamos inmersos en un «paisaje sonoro» fascinante. El ruido del tráfico, los pasos de las demás personas, los chillidos de los niños, los pájaros, un jardinero podando, el parquímetro. Todo ello contribuye a configurar un rico universo sonoro que habitualmente lo ignoramos. Quizás discriminamos algunos de esos sonidos juzgándolos rápidamente como agradables, desagradables, amenazadores; incluso pueden provocar automáticamente una cadena de pensamientos y sensaciones sin que seamos conscientes de ello.
- Durante esta semana, siempre que te sea cómodo, cuando estés en el exterior acuérdate de prestar especial atención a los sonidos que te llegan, al menos durante unos instantes.
- Renuncia a pensar en el origen de todos esos sonidos y abandónate a la escucha. Sumérgete en el sonido puro y en el silencio que quizás separa los distintos grupos de sonidos. Simplemente deja que lleguen y se marchen, acéptalos como son. No trates de identificarlos, de juzgarlos, de ponerles nombre ni imagen. Para escuchar no es preciso realizar ningún esfuerzo.
- Los pensamientos harán acto de presencia. Suavemente deja que se marchen, igual que llegaron. Sumérgete de nuevo en el paisaje sonoro que lo impregna todo.
- Este ejercicio, aunque se practique de manera esporádica puede centrar y calmar la mente, como la mejor de las músicas, siempre que estemos dispuestos a escuchar…y nada mas que escuchar. Lo realizo de manera habitual y es muy reconfortante.
- No olvides esbozar una ligera sonrisa, casi imperceptible, mientras realizas esta meditación