Durante el embarazo, en la placenta se puede producir un tráfico de células inmunes en dos sentidos. Las células intercambiadas pueden multiplicarse y establecer una línea celular de larga duración que son inmunológicamente activas incluso décadas después del parto.
Imagen: Wikimedia Commons
Estamos tan acostumbrados a pensar en nosotros mismos como entes individuales que el hecho de que existan células de otras personas viviendo dentro de nosotros nos resulta de lo más extraño.
Se trata de un fenómeno conocido desde hace tiempo en ciencia y bautizado como Microquimerismo, que consiste básicamente en la existencia dentro de nuestro organismo de células de otros individuos con una carga genética diferente.
¿QUÉ ES EL MICROQUIMERISMO?
En humanos, y quizás en todos los placentarios, la forma más común es el microquimerismo fetomaternal en el que las células del feto pasan a través de la placenta y establecen una estirpe de células en el interior de la madre.
Se ha documentado que las células fetales persisten y se multiplican en la madre durante décadas. Se desconoce el fenotipo exacto de esas células, aunque se han identificado varios tipos de células, como varias estirpes de células inmunes, células madremesenquimales y células derivadas de la placenta.
Se desconocen las consecuencias potenciales para la salud de esas células. Una hipótesis es que esas células fetales pueden desencadenar una reacción de “injerto contra el huésped” llevando a una enfermedad autoinmune.
Esto ofrece una explicación potencial a por qué muchas enfermedades autoinmunes son más prevalentes en mujeres de mediana edad.
La otra teoría principal es que las células fetales cobijan a tejido materno enfermo o lesionado donde actúa como células madre y participan en la reparación. Se sabe que las células fetales pueden migrar al corazón y reparar el tejido dañado tras una cardiomiopatía diferenciándose en distintas estirpes celulares.
No siendo experta en la materia me atrevo a dar mi opinión, y es que ésta última hipótesis es más probable, uno porque son como células madre y dos porque si la madre no rechazó al feto y llegó a buen término y no hubo una reacción de “injerto contra el huésped” durante el embarazo ¿por qué habría de haberlo después?
También es posible que las células fetales sean inocentes espectadoras y no tengan efectos en la salud materna.
Se ha mostrado la existencia de microquimerismo en transfusiones de sangre a una población de inmunodeprimidos que habían sufrido un traumatismo.
CUÁNDO Y CÓMO SE DESCUBRIÓ EL MICROQUIMERISMO
La primera vez que se documentó este hecho fue al descubrir que en la sangre de las mujeres que acababan de dar a luz había células que contenían el cromosoma ‘Y’ en su núcleo. Dado que este cromosoma es propio de los varones, parecía obvio que estas células no eran de la propia mujer sino que debían tener otra procedencia.
ALGUNAS CÉLULAS DE LOS HIJOS VARONES PASAN A LA MADRE
Se descubrió entonces que algunas de las células de los hijos varones pasan a la madre durante la gestación a través de la placenta y que incluso se producen este tipo de intercambios entre hermanos gemelos.
Aunque en esta noticia no se especifica, el sentido común nos dice que no sólo pasan a la madre células de los hijos varones, sólo que éstas son detectables por el cromosoma “Y”, mientras que las células de las hijas tienen cromosomas XX, como las de su madre y quizá no tan fácilmente detectables.
Uno de los descubrimientos más interesantes sobre este fenómeno se ha hecho muy recientemente, cuando un equipo de investigadores analizó los cerebros de decenas de mujeres (en pruebas post-mortem) y encontró que este tipo de células ajenas se instalan y viven durante décadas en el cerebro de la madre.
De alguna manera, durante el periodo de gestación, algunas células del hijo pasan a la madre y viceversa a través de la placenta y durante el resto de su vida tu madre lleva células tuyas en su interior, como parte de sí misma.
La idea de que algo tan individual como nuestro cerebro contenga parte de otras personas es emocionante, intrigante y una vía de investigación muy prometedora.
¿PROTEGEN CONTRA EL ALZHÉIMER?
En el caso de los descubridores de estas células, estaban buscando una correlación entre los casos de alzhéimer y la presencia de estas células, y descubrieron que las mujeres que habían desarrollado la enfermedad neurodegenerativa no poseían estas células ‘intrusas’ en su cerebro.
ENFERMEDADES AUTOINMUNES, NO HAY CONCLUSIONES AÚN
Otros investigadores están buscando la posible relación de estas células con las enfermedades autoinmunes por si tuvieran algún papel en la reacción de nuestras defensas contra un elemento extraño, pero de momento no hay nada concluyente.
Así que ya sabes, la próxima vez que mires a tu madre, recuerda que hay una parte de ti viviendo en su interior o si eres madre, piensa que a pesar de haberse separado en el parto, aún guardas unas de sus células en ti y nada menos que en tu cerebro ¿será por eso que siempre tenemos a nuestros hij@s en el pensamiento?.
Referencia: Male microchimerism in the human female brain (PLOS ONE) | Más info
Historia original: Yahoo España
Fuentes:
La cadena de los ancestros es eterna.