~
Cuando tu compasión madura en el amor, tienes visión completa. Ya no te identificas con e nivel de ego y por lo tanto no tienes intereses personales que servir. Ves cada acción como es y no eres más que un espejo. No hay juicio, no hay reacción, pero hay una inmensa comprensión amorosa por el otro y por toda la Existencia. Nada es más que nada y todo reflejas por igual. Ya no hay nada que tolerar. Tú amor es impersonal, abarcante, protector y lo transforma todo a su paso. ¡Eres un cielo abierto!
Cuando la humildad madura en el amor, ya no hay orgullo en tí. ¿Qué puede ofenderte o dañarte? Para perdonar primero hay que quedar dolido u ofendido. Hay que vibrar en el nivel del ego. ¿Cómo perdonar si no guardas orgullo? Sin identificarte con el ego ¿Qué podrías perdonar? Lo único que te apena es que el otro no sea capaz de encontrar paz y plenitud en su corazón. De poco y nada vale si te dañan, insultan o critican. Tu corazón está abierto y no tiene intereses personales que servir. Eres parte de todo y todo forma parte tuya. Una humildad madura, beneficia todo a su paso y le ayuda aunque este le haya atacado.
Aquí radica la grandeza oculta y transformadora del Amor. Que vive solo en el corazón humilde, compasivo y libre de ego.