Entre los «aspectos preocupantes de la conducta de Turquía», ‘The New York Times‘ destaca los planes del gobierno de Recep Tayyip Erdogan de comprar a China sistemas de defensa aérea, que incluye radares y misiles de largo alcance tipo «tierra-aire». Este acuerdo sería contrario a los intereses de EE.UU. y sus aliados europeos de la OTAN, ya que Turquía se niega a comprar sistemas similares a ellos, explicando que el gobierno no apoya la posición de la OTAN sobre la cuestión siria.

Según el medio, otro hecho que causa preocupación a la alianza y EE.UU. son los planes de Turquía de firmar un acuerdo con Rusia para construir un gasoducto que no pase por Ucrania. Y por último, las encuestas de opinión pública en Turquía demostraron que los ciudadanos no consideran al grupo terrorista Estado Islámico como una amenaza prioritaria para la seguridad nacional, como sí es el foco principal del momento para la OTAN. Y esto, según la opinión de ‘The New York Times’, aparta aún más la posición de Turquía de la alianza.

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