Australia está a punto de unirse al Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura liderado por China, (BAII), añadiendos a la lista de los aliados de Estados Unidos que han desafiado las advertencias de la Casa Blanca.

El Comité de Seguridad Nacional del Gabinete de Australia abrió el camino el viernes para que el país invirtiera hasta US $ 3 mil millones para unirse al BAII. Australia tiene hasta finales de marzo para unirse al banco si quiere ser considerado un miembro de la fundación, y se espera que Canberra tome una decisión formal el lunes sobre si unirse o no a varios de sus otros aliados regionales, incluyendo a Nueva Zelanda, India, Singapur e Indonesia.

El Tesorero australiano Joe Hockey recuerda que ninguna decisión final se ha tomado, pero que la cuestión estaba siendo estudiada con detenimiento.

En declaraciones a una emisora ​​de radio en Brisbane, Hockey afirmó que «más de 30 países ya se han unido. Esto va a funcionar en nuestra región, en nuestra zona».

«Hay mucho mérito en ello», añadió, «pero queremos asegurarnos de que existen procedimientos de gobierno apropiados. Que hay transparencia, que ningún país es capaz de controlar la entidad».

En declaraciones a los periodistas el viernes, el primer ministro australiano, Tony Abbot se hizo eco de los comentarios de Hockey, señalando el beneficio del BAII en la región.

«Tenemos un enorme déficit de infraestructuras, no sólo en el país, sino en toda la región, y es importante que hagamos todo lo que podamos para hacer frente a eso.»

Si Australia firma con el BAII, el país se unirá al club de varios otros países que han desafiado las advertencias de la administración Obama, que está preocupada por la creciente influencia diplomática deChina en la región y la posterior decadencia de la influencia estadounidense.

Liderando el club está el Reino Unido, que en una afrenta a los EE.UU., se convirtió en el primer país occidental en unirse al BAII el mes pasado. Alemania, Francia e Italia hicieron lo mismo la semana pasada.

Australia era uno de los aliados de Estados Unidos en la región que no estaban en el BAII, los otros son Japón y Corea del Sur. Ambos países se encuentran ahora también según los informes, sopesando sus opciones y dando consideración cuidadosa al asunto.

Funcionarios del gobierno de Corea del Sur negaron recientemente un informe periódico que dijo que Seúl había decidido unirse al Banco a cambio del 5% de la participación y la posición de subjefe. El Ministerio de Finanzas del país emitió un comunicado diciendo que la decisión se hará «a través de una estrecha consulta con los principales países y después de considerar diversos factores como las ventajas y desventajas económicas.»

En la misma línea, el ministro de Finanzas de Japón, Tara Aso, ha dado señales de una aprobación cautelosa, aunque algunos funcionarios siguen siendo escépticos acerca de unirse a una institución de la que los EE.UU. han advertido en contra y que fue puesta en marcha por el rival principal del país.

«Hemos estado pidiendo poder garantizar la sostenibilidad de la deuda teniendo en cuenta su impacto sobre el medio ambiente y la sociedad», dijo Aso Reuters. «Podríamos [considerar participar] si se garantizan estas cuestiones. Podría haber un cambio que nos volviera a meter dentro y discutirlo. Pero hasta ahora no hemos escuchado ninguna respuesta».

Los EE.UU. están preocupados de que China está estableciendo un orden económico paralelo que pueda debilitar las instituciones como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo con sede en Manila, dominado por Japón y los EE.UU., y que erosionaría las normas internacionales de préstamo de transparencia.

Por su parte, sin embargo, las autoridades chinas parecen susceptibles de aliviar esas preocupaciones y mantener el diálogo con los EE.UU. y sus aliados. El ministro de Finanzas de China Lou Jiwei insiste en que el Banco podría complementar el Banco Mundial y sus filiales en lugar de competir con ellas. En una entrevista con los medios estatales, Lou agregó que Beijing va a «mantener la comunicación» con los EE.UU. y Japón.

Hablando sobre el impacto en las relaciones entre Estados Unidos y Australia, Hockey, dijo que la adhesión al BAII no afectará a la alianza de los países, al tiempo que los EE.UU. entienden los méritos que Australia obtendrá de la firma.

«Los Estados Unidos entienden que se trata de un banco que va a estar operando en nuestra región. Va a utilizar contratistas en nuestra región. Queremos contratistas australianos implicados, queremos trabajo para los australianos», dijo a Reuters. «Y debido a que es en nuestra región, en nuestra zona, es importante que Australia entienda completamente y observe su participación en este banco.»

Fuente: Sputnik

http://www.laproximaguerra.com/2015/03/desafiando-la-advertencia-de-eeuu-australia-podria-unirse-al-baii-banco-inversiones-infraestructuras-china.html