El respetado profesor ruso Vasily Bogoyavlensky ha llamado en las últimas horas a las autoridades a asumir su responsabilidad para llevar a cabo una investigación urgente del fenómeno de los cráteres gigantes aparecidos en Siberia.
Hasta ahora solo se conocía la existencia de tres grandes cráteres en el norte de Rusia, para cuyo origen la comunidad científica señalaba por un lado a la incidencia del calentamiento de la superficie por condiciones climáticas inusualmente cálidas, y por otro lado debido a fallas geológicas.
Pero otros dos grandes cráteres recién descubiertos – también llamadosembudos por los científicos – se han convertido en lagos, tal y como reveló el citado profesor Bogoyavlensky, subdirector del Instituto de Investigación del Gas y el Petroleo con sede en Moscú.
Según cuenta el diario Siberian Times, un nuevo examen de la zona realizado con imágenes satélite ha ayudado a los expertos rusos a ver que los cráteres son más grandes de lo que se creyó en un primer momento.
«Ahora sabemos de siete cráteres en la zona del Ártico», declara Bogoyavlensky al rotativo local, y especifica que cinco están en la península de Yamal, uno en el distrito autónomo de Yamal y el último en el norte de la región de Krasnoyarsk, cerca de la península de Taimyr.
Pero aclara el científico que tienen las ubicaciones exactas de solo cuatro de ellos. «Los otros tres fueron vistos por los pastores de renos. Pero estoy seguro de que hay más cráteres en Yamal, sólo tenemos que buscarlos», declaró.
El problema, señala Bogoyavlensky, es que los cráteres deben ser estudiados, pero es algo bastante peligroso para los investigadores, ya que emiten gases de forma prolongada y sin previo aviso.
Para los expertos rusos, uno de los objetos de estudio más interesante es el cráter marcado como B2, ubicado a 10 kilómetros al sur de Bovanenkovo. Gracias a la imagen de satélite se ha podido ver que es un gran lago rodeado de más de 20 pequeños cráteres llenos de agua.
El B2 está atrayendo especialmente la atención de los investigadores en su intento de comprender y explicar el fenómeno. Esto es sólo 10 km de Bovanenkovo, un importante yacimiento de gas, explotado por Gazprom.
Los expertos quieren conocer el funcionamiento del mecanismo de emisión de gases, y algunas alteraciones sísmicas de la que han dado aviso los lugareños. Además, el gas que expulsan los cráteres contiene altas concentraciones de metano, lo que señalaría a explosiones subterráneas como posible causa de la aparición de los enormes embudos.
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