El sector crítico instalado en UPyD quiere forzar la salida de Rosa Díez como paso previo a un acuerdo con Ciudadanos de cara a las elecciones municipales y autonómicas. La naturaleza del acuerdo con el partido de Albert Rivera con la que se pretende presionar a Díez no está cerrada ya que los contactos entre ambas formaciones se han producido hasta el último minuto, a espaldas de la portavoz.
El plan será puesto sobre la mesa del Consejo Político este sábado en el que los dirigentes de UPyD se enfrentan a una de las reuniones más tensas desde su fundación y en la que habrán de decidir su futuro ante el descalabro anunciado por las urnas en Andalucía.
Desde esas elecciones, UPyD vive en estado permanente de crisis. Cuatro miembros de la dirección presentaron su dimisión al constatar que Rosa Díez se negaba a asumir responsabilidades políticas por el batacazo en el sur. De esos cuatro, dos son diputados en el Congreso, Álvaro Anchuelo e Irene Lozano, que ha pedido a Díez que también renuncie al cargo. Otro de los miembros del grupo parlamentario, Toni Cantó, se ha alineado con ellos poniendo en una difícil tesitura a la portavoz.
Las malas perspectivas electorales que dan las encuestas a UPyD en la mayoría de las comunidades autónomas, con el riesgo de desaparecer del mapa político, están provocando una desbandada de cargos hacia la formación de Albert Rivera. El líder de Ciudadanos, sin embargo, ya ha dejado muy claro que mientras en UPyD siga mandando Rosa Díez no hay posibilidad de acuerdos con la formación magenta.
El problema es que Ciudadanos -al igual que UPyD- tiene ya designados a sus candidatos municipales y autonómicos por lo que cualquier acuerdo tendría que pasar por la renuncia previa de los cabeza de cartel de los de Rosa Díez. Dado que tampoco se desea ahora una fusión, una de las posiblidades que contemplan los críticos es abrir una «confluencia» con Ciudadanos, una ‘tercera vía’ que desemboque en pactos puntuales, aunque sea a más largo plazo.
La ventaja de UPyD es que ya tiene infraestructuras y sedes en casi todo el territorio nacional, algo de lo que carece Ciudadanos. Las conversaciones al más alto nivel entre miembros del sector crítico y dirigentes de Ciudadanos para buscar una solución ya se están sucediendo.
En ese clima, la cita de este sábado va a ser crucial para el futuro de UPyD. La resistencia de Díez a dar un paso atrás y a volver a plantear una alianza con los de Rivera es patente. La portavoz insiste en que ya sometió a votación estas dos alternativas el pasado lunes en la tensa reunión del Consejo de Dirección y que ganaron sus planteamientos. Algo que es cierto aunque por escasos votos, cinco, segun asistentes a la reunión.
La resolución política que lleva al Consejo Político Rosa Díez -a la que no se puede presentar enmiendas- y que someterá a votación de sus 150 miembros incide en la «autonomía» de UPyD: “Solicitamos el apoyo del Consejo Político para llevar a las instituciones nuestros objetivos y propuestas en las próximas elecciones de mayo de 2015 manteniendo la autonomía política de UPyD respecto a cualquier otro partido, coalición u operación política”.
Otro de los planteamientos de la resolución de Díez es esperar a después de las elecciones de mayo para abrir el debate sobre la continuidad o no de la actual dirección y convocar en junio una Conferencia Política en la que se ponga fecha a un Congreso extraordinario. Pero los críticos creen que la jugada es muy arriesgada. ¿Quién va a querer en sus filas a los perdedores de las elecciones municipales y autonómicas?, se preguntan.
Una de las intervenciones más esperadas es la del valenciano Toni Cantó, que ya ha adelantado que plasmará todas sus críticas. «Estoy escribiendo mi discurso para el Consejo Político. Ilusionado al fin… Mañana será el primer día del nuevo rumbo de UPyD», ha publicado el diputado este viernes en su cuenta de Twitter después de decir esta semana que tenía «muchas ganas de proponer y escuchar». Anchuelo y Lozano no acudirán al cónclave porque ya no pertenecen al Consejo Político al haber dimitido de la dirección.
Los fieles a la portavoz no tienen duda de que Rosa Díez saldrá airosa de este nuevo reto. Pero la verdad es que todo está muy abierto y puede haber sorpresas. Una de ellas, que haya más dimisiones en el Consejo de Dirección y eso obligue a montar una gestora, tal y como marcan los Estatutos. Hasta el momento, han dimitido nueve miembros de los 20 que forman el Consejo de Dirección. Solo hacen faltan dos más para provocar el cataclismo.
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