Los dinosaurios colonizaron todo el planeta durante el Cretácico, e incluso llegaron a la Antártida y otras zonas del hemisferio sur, donde se han encontrado algunos fósiles, cuando el ecosistema era más cálido que ahora. Ahora, un equipo de paleontólogos de la Universidad de Emory (Estados Unidos) ha encontrado más de 20 rastros de huellas muy bien conservados que aportan nuevas pistas sobre la forma de vida de aquellos reptiles hace más de 100 millones de años.
Las huellas fueron encontradas por el paleontólogo Anthony Martin, un experto buscador de rastros, huevos y refugios de estos animales, el pasado 14 de junio, en unas rocas sedimentarias de la costa de Victoria, la remota playa de Milanesia, dentro del Parque Nacional Otways (Australia).
Ya el día anterior había observado unas ondulaciones en las rocas caídas desde el acantilado, que formaban como el refugio de algún insecto. «Esas ondulaciones y madrigueras indicaban que era un terreno sedimentario de aluvión, un lugar propicio para encontrar rastros de dinosaurios polares», explica el investigador.
Distintos tipos de ictitas
Y así era. Uno de los bloques contenía cerca de 15 rastros, uno de ellos con tres huellas consecutivas dejadas allí por pequeños terópodos, no mayores que un pollo actual, que se consideran los ancestros de las aves actuales. Siguiendo por los acantilados, a unas tres horas de camino, encontraron un segundo bloque con ocho rastros más. Algunos eran también de ejemplares pequeños, como los anteriores, pero otros las hicieron terópodos tan grandes como grúas. «Ambos bloques creemos que estaban en el mismo nivel rocoso, que era la superficie por la que caminaron aquellos dinosaurios», apunta Martin.
En total, encontraron huellas de tres tamaños diferentes, que podrían pertenecer a tres especies distintas, pero que también podrían ser un macho, una hembra y su cría, aunque todo son hipótesis.
Esta parte de la costa australiana se sabe que estuvo en el pasado unida a la Antártida. Hace entre 115 y 105 millones de años, la temperatura media de la Tierra era de 10ºC más caliente que hoy, lo que significa que en algunas zonas sí que había meses de frío y oscuridad polar prolongada. En épocas de deshielo, también habría inundaciones torrenciales en los valles de los ríos.
Estas huellas se habrían hecho en verano, en el momento del deshielo, porque la tierra estaba congelada en invierno y no habrían podido dejar allí huellas.
En esta región ya se había encontrado la mejor colección de fósiles de dinosaurios polares del mundo, pero no había casi huellas. Además, en febrero de 2006, Martin encontró el primer rastro conocido de un carnívoro y en mayo de ese mismo año halló otro.
Un ecosistema hostil
«Es un descubrimiento muy importante porque nos da mucha información sobre las vidas de dinosaurios en ambientes polares hace más de 100 millones de años», apunta Martin a ELMUNDO.es. «También España es famosa por sus huesos y rastros de dinosaurio, pero allí estaban cerca del ecuador, mientras que los australianos del sur vivían con inviernos fríos y oscuros, así que igual tuvieron un comportamiento estacional [hibernando, como los osos]», especula el investigador.
Martin recuerda que los fósiles indican que fueron activos todo el año. «Como las huellas sólo se preservan si el suelo no está congelado, está claro que estos rastros demuestran que los terópodos bípedos eran activos en el verano. Podrían ser de la clase conocidos como Ornitomimosaurios«.
Estos Ornitomimosaurios, muy veloces y que podían ser omnívoros o herbívoros, tenían un aspecto similar a los avestruces y tenían patas con tres dedos, con huellas similares a la que han encontrado Martin y sus colegas.
El equipo de investigación ha estado formado pro Thomas Rich, del Museo Victoria; Michael Hall y Patricia Vickers-Rich, de la Universidad Monash, de Victoria; y Gonzalo Vázquez-Prokopec, de la Universidad de Emory.