Sánchez (P) está de gira por el imperio USA. Ya va por la segunda ida, tratando de homologarse como líder aceptable para las elites internacionales. Ahora se ha entrevistado con Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, a quien ha trasladado su “preocupación por la represión política en Venezuela”. No sabemos si el acontecimiento ha sido tal cual o es propaganda automática del establishment consensuada tácita o expresamente por el entorno de Sánchez (P) y el periódico global (y neoliberal de tapadillo) El País.
Antes de verse con Ki-moon, el nuevo líder psocialista tuvo un encuentro previo con el gran abogado defensor de causas derechistas y similares, González (F), ahora mentor de señeros golpistas venezolanos encarcelados por la justicia y antes amigo íntimo de sinvergüenzas(CAP) que se decían socialdemócratas. Se supone que el viejo sabio aleccionó al novato político en lides de liderazgo global sobre cómo entrar al mandamás de la ONU, qué decirle y qué enviar a la prensa para quedar estupendamente bien en las fotos y en los sueltos periodísticos.
¡Cuánto preocupa Venezuela ahora que se vienen sucediendo desde hace años políticas sociales y de distribución más equitativa de la riqueza y qué poco ocupaba en tiempos pasados cuando las elites saqueaban el país a manos llenas! Sánchez (P) es, de momento, un monaguillo o alumno aventajado de apellidos ilustres, González (F) entre otros, que quiere hacer carrera política en España cueste lo que cueste. No lo tiene fácil pero pretende hacer jugada larga y efectiva para asaltar la banca de Ferraz incluso contra la faraona Susana Díaz.
Mira tú que Sánchez (P) tenía decenas de temas o asuntos de muchísima mayor relevancia por los que mostrar su preocupación sincera, su presunta convicción de izquierda y su ética tal vez socialista ante Ban ki-moon. La lista doméstica es amplia: leyes mordaza, desahucios, paro, salvajadas contra la inmigración, recortes en sanidad y educación, etc. Si hablamos a escala internacional: la crisis económica, Grecia, Palestina, Sahara occidental, Ucrania, Yemen. Siria, África, el racismo policial en EE.UU., el ébola, el hambre en el mundo… ¿Seguimos? Pues no, eligió Venezuela. El posmoderno líder del PSOE optó por alinearse con el rancio pasado y las antiguallas ideológicas más reaccionarias de la actualidad. En próximas entregas que no se le olvide citar al “régimen” de Cuba, por favor. Y, of course, al “odioso y perverso” Putin.
Con Sánchez (P) asistimos por enésima vez a la entronización de otro personaje descafeinado del PSOE como propuesta de cabeza de lista para los años venideros. Y es que los carteles y las caras cambian pero las ideas continúan siendo inalterablemente iguales: derechismo económico con menudillos sociales de talante “progresista” que jamás tocarán de lleno el meollo de la cuestión capitalista.
Da pena ver cómo el PSOE ha dilapidado unos orígenes históricos tan enraizados con las clases populares y trabajadoras. Aunque más pesar produce observar como aún mantiene una cosecha electoral tan suculenta si tenemos en cuenta sus traiciones ideológicas y sus desdenes morales desde la transición posfranquista.
De la mano de Sánchez (P), más de lo mismo: palabras vacías y poses de fast food.
http://www.diario-octubre.com/2015/04/09/sanchez-y-gonzalez-la-nueva-y-la-vieja-ambicion/
Como en otros campos, en política no se es sino sobre los hombros de los demás. Singularidades en el mundo hay muy pocas.