Se trata del peor escenario imaginable, pero la Unión Europea lo cree posible. Al sureste del cabo de San Vicente, en una zona denominada Banco de Gorridge, existe una amenaza para la vida de muchos habitantes de Cádiz y Huelva. Se denomina fractura Azores-Gibraltar y está conformada por el choque de dos placas tectónicas, la euroasiática y la africana. Un estudio encargado por Bruselas denominado Proyecto TRANSFER (Tsunami Risk ANd Strategies For the European Region) estimó en 2009 que, de producirse allí un maremoto de 8,5 grados, se generaría un tsunami con olas de hasta 15 metros que impactaría en las costas andaluzas en menos de 45 minutos.
“El proyecto terminó hace año y medio y los resultados no son aún oficiales. La Unión Europea tiene previsto hacerlo público en septiembre”, afirma Mauricio González, profesor de la Universidad de Cantabria y participante de un proyecto que pretendía entender la formación de olas gigantes frente a las costas europeas y los riesgos que provocan. Entonces no existía una red integrada de alerta por tsunami, pero este miércoles la Comisión Oceanográfica (COI) de la UNESCO ya ha realizado un ejercicio de comunicación entre las redes sísmicas europeas. También en 2009 el CSIC situó en aguas atlánticas el primer sensor submarino (Geostar) de la UE para medir diferencias de presión del agua que indican la génesis de un tsunami.
Pese a los avances en detección, TERRA NOTICIAS ha podido acceder a los mapas de vulnerabilidad presentados en TRANSFER. Y estos señalan que un tsunami similar al que asoló Lisboa en 1755 provocando entre 60.000 y 100.000 víctimas, podría ser letal para la ciudad de Cádiz.
Un escenario catastrófico
Los investigadores identifican dos escenarios: el primero, “Probabilidad 5000” -mapa de la izquierda del gráfico-, infiere la repetición del mayor seísmo en los últimos 5.000 años (en este caso, el temblor de 8,5 grados que asoló Lisboa) y el segundo, “Worst Case”, el peor escenario posible, causado por factores como alta intensidad, alta pleamar (con mareas de 1,5 metros, un metro superiores a las normales) y corrientes favorables al ‘viaje’ de la ola. En este caso, y como se puede comprobar en el mapa, Cádiz quedaría anegada casi por completo.
¿Y cuándo se producirá este tsunami devastador? Aquí reside la incógnita. Los terremotos son recurrentes: si una falla ha quebrado en el pasado, volverá a quebrar mañana… o dentro de 300 años. “Lamentablemente, si se produjese mañana no habría tiempo para proteger a a la población ni éstos sabrían cómo protegerse a sí mismos”, afirma José Antonio Aparicio, el presidente en España de la Asociación Internacional de Directores de Emergencia (IAEM). “Falta un protocolo que especifique dónde trasladar a los heridos, en qué zonas debe refugiarse la población, en qué edificios estarían seguros…”.
Los datos de TRANSFER se presentaron el 12 de marzo de 2009 en una reunión donde, según comenta asombrado el presidente de IAEM, no acudió ningún alto representante de Protección Civil de la Junta de Andalucía. “Apenas se acercó un funcionario del organismo que se aburrió y se fue en mitad de la charla…”, comenta con asombro Aparicio porque precisamente depende de Protección Civil el desarrollo de un plan de emergencias específico contra tsunamis.
Las zonas concretas de Cádiz que sufrirían más el embate de las olas serían el polígono industrial de Zona Franca -un relleno de terreno ganado al mar-, el Embarcadero, el Barrio de Puntales y la Bahía de la Paz. Tampoco el Ayuntamiento podría estar seguro. “El agua le llegaría frontalmente”, comenta Aparicio. Si el tsunami, además, se aproximase al ‘peor escenario’, no sólo sufrirían las áreas citadas sino que quedarían anegados el Hospital Puerta del Mar, varios hoteles y hasta la central electrica de Cádiz.
No existe un plan contra tsunamis
“Existen directrices, pero aún sin desarrollar”, dice el presidente de IAEM, para quien es urgente abordar tres aspectos. “Primero, establecer las competencias del organismo responsable de levantar la alerta; segundo, un plan de emergencias específico para tsunamis, es decir, no construir edificios de planta única en zonas de riesgo, proteger infraestructuras básicas, determinar los hospitales de referencia para trasladas a heridos y que estén a salvo de la inundación, o lanzar canales de información inmediata a la población como Twitter; y tercero, preparar a la población para que sepan qué hacer cuando venga la ola gigante”, enumera.
De los tres aspectos, el primero ya genera conflicto: según el presidente de IAEM, actualmente no existe ningún organismo responsable de levantar alarmas de tsunami. “El Instituto Geográfico Nacional (IGN) no tiene competencias para hacerlo y no quieren arriesgarse si no es su responsabilidad”, acota Aparicio, quien sugiere que el IGN podría avisar ya que conoce las cuatro zonas ‘tsunamigénicas’ (con fallas normales o inversas, capaces de levantar columnas de agua tras una fractura) donde un temblor podría generar una ola destructiva.
El segundo conflicto es el ‘coping’, o la capacidad de un territorio para responder al embite de una ola gigante -las menos preparadas marcadas en rojo en el mapa- según la cercanía de viviendas a la costa, el nivel cultural de la población para entender la alerta (analfabetos, niños menores de seis años) y la capacidad de las infraestructuras para resistir la ola. Unos datos que, según Aparicio, no poseen en Protección Civil y sí marcan los mapas de TRANSFER. Terra Noticias intentó contactar con la Dirección General de Protección Civil y con Protección Civil de Andalucía, sin éxito.
La población no sabría qué hacer
La tercera carencia, el sistema de aviso a la población. Si bien el CSIC instaló un sensor en el eje Azores-Gibraltar y los centros de alerta se encuentran ya coordinados en Europa, todavía no existe un sistema de prevención, alerta y evacuación de la zona de riesgo. Aparicio pone como ejemplo la evacuación por carretera. “Cádiz solo puede evacuar a la población por dos carreteras, la que se dirige a San Fernando y a Puerto Real… y por ellas sólo pueden movilizarse 4.000 automóviles a la hora». Pero Cádiz alberga un parque movil de 50.000 vehículos. Y en 45 minutos -el tiempo estimado de llegada de la ola- no podría evacuarse a todos. “La llegada del agua les pillaría en una caravana intentando abandonar la ciudad”, concluye.
El estudio de vulnerabilidad -al que pertenecen los mapas a los que ha tenido acceso este medio- solo se ha realizado en Cádiz pero pretenden realizarse también en Huelva, otra de las provincias señaladas en TRANSFER como posible destino de un tsunami. ¿Es un problema de presupuesto que se carezca de un sistema de detección, prevención y aviso a la población? No lo es para el presidente del IAEM. “El dinero que se gastaría en prevención no será una mínima parte de lo que tendrían que desembolsar para reponer el desastre. Por no hablar de las vidas, que son irrecuperables…”
Gráficos:
Mapa de la zonas de Cádiz que tendrían una mejor o peor respuesta ante un tsunami procedente del Atlántico
El primer mapa muestras las zonas anegadas por el agua de un tsunami, de caracterísiticas similares al más destructivo conocido en los últimos 5.000 años, que se produjo en 1755 e impactó fuertemente en Lisboa. El segundo, los efectos de una ola gigante en el peor escenario posible.
Mapa de la infraestructuras de Cádiz que se verían afectadas por un tsunami procedente del Atlántico
El primer mapa muestras que las infraestructuras anegadas por el agua de un tsunami, similar al de Lisboa en 1755, apenas dañaría infraestructuras básicas. Sin embargo, en el peor escenario posible (segundo mapa), varios hoteles, un hospital y la central energética de Cádiz quedarían inundadas.
Estimación de la población de Cádiz que se vería afectada por un tsunami procedente del Atlántico
El primer mapa muestras en barras azules la población afectada por el agua de un tsunami, de caracterísiticas similares al más destructivo conocido en los últimos 5.000 años, que se produjo en 1755 e impactóen Lisboa. El segundo, los efectos de una ola gigante en el peor escenario posible.
Mapa tectónico de las placas Euroasiática y Africana, donde están localizadas cuatro zonas potencialmente generadoras de tsunami
Un maremoto de 8,5 grados de intensidad generado en el Banco de Gorridge generaría una ola de unos 10 metros de altura que tardaría 45 minutos en llegar a las costas atlánticas andaluzas.
Fuente: http://noticias.terra.es/2011/ciencia-y-tecnologia/0811/actualidad/proyecto-transfer-union-europea-cadiz-huelva-protocolo-emergencias-terremoto-banco-gorridge.aspx?tituloFoto=estimacion-de-la-poblacion-de-cadiz-que-se-veria-afectada-por-un-tsunami-procedente-del-atlantico&indice=2