DOCUMENTALES QUE CUESTIONAN LA BARRERA DE LOS GÉNEROS FÍLMICOS, DE LA TECNOLOGÍA, LOS FORMATOS Y LAS AUDIENCIAS: PELÍCULAS INCÓMODAS Y TAL VEZ POR LO MISMO, SUMAMENTE NECESARIAS
10. Ilegal (Tarso Araujo, 2014)
Ilegal es un filme que sensibilizó a la población brasileña para abrirse a un debate nacional sobre el uso de cannabis para fines medicinales. La película sigue a familias de activistas que buscan paliar con cannabis dolorosas enfermedades, entre ellas la epilepsia infantil. El protagonista fue la primera persona en Brasil con autorización legal para utilizar la planta terapéuticamente.
9. Leviathan (Lucien Castaing-Taylor, Véréna Paravel, 2012)
Si la tecnología de video avanzó en 30 años más que en toda su historia, el género documental obtiene en Leviathan una de sus expresiones más actuales: dejar que la cámara rodando a bordo de una embarcación por el Atlántico Norte dicte la narrativa del filme –negándola completamente.
Lo controversial está en la forma, en su capacidad inmersiva y estimulante.
8. Chasing Ice (Jeff Orlowski, 2012)
El calentamiento global no es una interpretación ni una conspiración, y el filme de James Balog –fotógrafo de National Geographic– lo demuestra de una forma un tanto literal. En mancuerna con Jeff Orlowski, Balog realiza una expedición a los glaciares, capturando imágenes hermosas y aterradoras a la vez, a medida que vemos el declive brutal del hielo terrestre. La narrativa de que el planeta se curará a sí mismo tiene en Chasing Ice un potente argumento en contra.
7. Fahrenheit 9/11 (Michael Moore, 2004)
Apenas 3 años después del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York Michael Moore ofrece uno de los más tempranos relatos del evento, que en gran parte determinará algunos cabos de la investigación posterior. El estilo controversial de Moore se explica en el hecho de que no pretende ser un “documentalista” externo a su objeto de fascinación, sino un activista armado con una cámara. Un retrato brutal de la era de Bush Jr. y el temprano siglo XXI, que recibió una ovación de 20 minutos al ganar la Palma de Oro en Cannes.
6. Lake of Fire (Tony Kaye, 2006)
No importa si estás a favor o en contra del aborto, Lake of Fire representa con equidad y respeto ambas opiniones. Se trata de un documental acerca del aborto, pero que no pretende privilegiar ninguna postura, sino considerar el hecho en toda su complejidad. Ahora que están de moda las películas de “largo largo metraje” (hola, Boyhood) tal vez sea interesante mencionar que Lake of Fire es un proyecto creado durante 17 años. Es extremadamente gráfico, pero sabe devolver la atención del espectador a las preguntas éticas y al estigma social.
5. Bus 174 (José Padilha, Felipe Lacerda, 2002)
Sandro do Nascimento secuestró el autobús 174 de pasajeros en Río de Janeiro, y los mantuvo como rehenes durante horas. Dado el ineficaz control policial, gran parte de la filmación de Bus 174 proviene de los mismos espectadores del evento: un temprano viso de la función testimonial de las audiencias en el siglo XXI.
4. Blackfish (Gabriela Cowperthwaite, 2012)
Reverenciadas como dioses en culturas nativas del norte de América, las orcas son la atracción principal de Seaworld Florida, y el maltrato que sufren es el tema de Blackfish. El relato no es solamente ecológico, sino que reivindica el conocimiento tradicional de las ballenas como entes de gran poder espiritual con su faceta de depredadores marinos, investigando diversos incidentes de entrenadores atacados y/o asesinados por las ballenas. Hay quien dice que Blackfish es el último clavo en el ataúd de Seaworld.
3. The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, 2012)
Si logras terminar de ver The Act of Killing te encontrarás 49 nombres “anónimos” en los créditos. Son los 49 miembros del equipo de producción que, temiendo repercusiones, renunciaron a su nombre. Y es que el filme de Joshua Oppenheimer es una rarísima historia de amor por el genocida, síndrome extremo de Estocolmo donde el sujeto documental asume el control narrativo y redirige la cámara no hacia la verdad (un recuento de la brutalidad con la que fueron asesinados cientos de miles de comunistas en Indonesia entre 1965 y 66) sino hacia la perturbadora fantasía de los victimarios. La banalidad del mal de Arendt adquiere aquí una dimensión vaudevillesca.
2. Titicut Follies (Frederick Wiseman, 1967)
Frederick Wiseman ha producido muchos filmes acerca de lugares de reclusión, las lógicas del poder y el saber científico; pero Titicut Follies (un concurso que hacían los guardias e internos de un hospital psiquiátrico) de 1967 fue censurado al año siguiente al considerar que violaba la privacidad y dignidad de los pacientes. La prohibición se levantó en los 90, pero los problemas éticos acerca de la representación y el consenso de los sujetos sobre su ser-representados continúa vigente.
1. Mondo Cane (Gualtiero Jacopetti, Paolo Cavara, Franco Prosperi), 1962
Mondo Cane ha sido llamado “pseudodocumental” y se asocia como temprano referente del “mockumentary” (documental de broma). Puede verse así o también como un gran ejercicio de edición y articulación de ideas acerca del mundo a mediados del siglo XX desde la perspectiva zapping de un naturalista extraterrestre viendo televisión. El sujeto de Mondo Cane es el ser humano y sus extrañas costumbres alrededor del planeta.
Aquí hay más opciones, ¿cuál agregarías o sacarías de la lista?
http://pijamasurf.com/2015/04/10-controversiales-documentales-que-cambiaran-tu-vision-del-mundo/