Carcalunya. El pozo sin fondo.

La tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad.

Tomas Mann

Este 21 de Abril Paul Preston ha decidido donar  la documentación que obra en su poder (bastante más interesante que sus trabajos que nunca superan la medianía) en un acto verdaderamente disparatado  al Monasterio del Poblet y subsidiariamente a la Generalitat. Dos de las fuerzas más hispanófobas y contrarias a la España republicana  y a sus valores que puedan encontrarse. Este historiador inglés (no escocés ni irlandés) de injustificable prestigio en Cataluña es un ejemplo paradigmático de cómo funcionan las cosas en esta comunidad. Preston cuya última obra trata sobre el golpe de Estado del General Casado, la última puñalada a la república, apenas menciona la palabra Cataluña o al nacionalismo catalán en sus cuatrocientas páginas. Hacerlo le invalidaría como historiador, poniéndolo a la altura de los incapaces de Novo Historia o de los asesores y comisarios de la gran celebración de la estupidez y el cantonalismo del trilecentenario de  1714.

No obstante debía pagar de alguna manera el apoyo continuado que le ha dado la prensa, medios y organismos verticales educativos en manos del nacionalismo. Y además de alegrar a la audiencia al masticar un catalán (excita sobremanera a la parroquia catalana que un extranjero hable su “milenaria lengua) que está muy lejos de dominar lo hizo de este modo.

Agradecimiento a los servicios prestados y  un inmerecido reconocimiento se dieron la mano en este homenaje mutuo, entre el fiel lacayo y el buen señor feudal (hoy catalanismo integrador) con los monjes y casta nacionalista confortablemente sentados en sus tronos. No sólo de su obra, sino de toda su trayectoria. Pero aquí nos encontramos el porqué, es una de las pocas figuras que pretenden ser relevantes que defiende el derecho a decidir. Su nombre en esta tierra de gran refinamiento cultural e intelectual, sobresale por encima de sus colegas (aunque parezca mentira se dedican a lo mismo) Henry Kamen, John H Elliot, Hugh Thomas, o por supuesto Ian Gibson. Por no hablar del reciente fallecimiento de Sir Raymond Carr que el mismo Preston anunció  estérilmente en el acto

Pero este es sólo un ejemplo más del sesgo que tiene todo en Cataluña.

Joaquín Sabina y su ditirámbico apoyo al secesionismo catalán, le han supuesto  ser recibido por el avieso y siempre hipócrita nacionalismo feudo-burgués con los brazos abiertos, para que se encargue de distraer a la inocua masa charnega que se auto adscribe a la izquierda política en el mejor de los casos, ya que muchos entre ellos a duras penas sabrán decir algo más que el PP tiene la culpa de todo y que no hay problemas lingüístico en Cataluña, pese a que probablemente no sepan hablar ni escribir correctamente ninguna de las dos lenguas y prefieran ser ciudadanos de segunda que alguien les llame “fachas”. Pura vanguardia roja.

El ayuntamiento incluso ha reforzado el transporte público  para la ocasión, como suele ser habitual en la ciudad condal cuando se acogen grandes acontecimientos culturales del catalanismo como un partido del F.C Barcelona o la fiesta del CLUBSuper3.

Esto no deja de ser una  operación de prestigio de los dirigentes segregacionistas que venden a través de estos progres de cartón, amén de otras substancias, su mensaje de pluralidad.

Unas veces de cal y otras de arena. Es extraño ver como en la supuesta Cataluña progresista, moderna, tolerante y cosmopolita, las monjas acaparan más premios, portadas, conferencias y elogios que las organizaciones de Coros y Danzas  de la sección femenina del franquismo, y que en las que nadie parece reparar. Bajo sus supuesto vestido de espiritualidad, superioridad moral y  modernidad (ni ideológico ni de vestuario) no se encuentra más que un etnicismo, rural, paleto, de raíces medievales, con una idea del catolicismo mucho más acorde con el del Papa Wojtyla (que por cierto tampoco se tomó en serio el sectarismo montserratense) que al del actual papa, Francisco I, al que nombran en ocasiones, porque parece estar de moda pero con el cual no comparten ni el blanco de la sotana.

Pero aunque la efervescencia nacionalista parezca haber remitido, empieza a despuntar de nuevo  gracias al líder del proceso separatista. El Presidente de la Generalitat Artur Mas se encarga con argucias de delincuente y otra vez más  en una corriente  ascendente de división y enfrentamiento social  de una irresponsabilidad prácticamente criminal a que la crispación y el choque buscado con el gobierno  hace  ganar  enteros día a día. No en vano las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, y dados sus fracasos internacionales  debe incrementar la tensión así como la más que previsible pérdida de votos y de un poder a nivel nacional que el nacionalismo no va a recuperar jamás, y que significará un importante traspiés para la estrategia nacionalista, así como una previsible mejora democrática.

La debilidad del gobierno de Rajoy disfrazada y mezclada en ocasiones con la generosidad mal entendida, la tolerancia hacia el intolerante, y el gesto galán hacia quien te agrede es aprovechada por el catalanismo.

Como si la figura de Mas y su partido lo necesitaran. Los herederos de una Cataluña que tiene su nacimiento, su cordón umbilical con  Alemania y través de esta con Europa, claro está. Se supone que la marca hispánica dota a Cataluña de unos innegables orígenes alemanes y la hace un país hermano del país teutón. Profundo.

Esta afirmación , dicha ante Merkel en una cumbre  del Mediterráneo   con Barcelona como sede, en la cual Artur Mas no era sino un mero invitado por parte del gobierno español, ya que no pintaba nada en una cumbre con ministros y jefes de gobierno europeos y africanos, denota un pseudofascismo indisimulable. Para y contra el islamismo salafista radicado en Cataluña no mereció ningún comentario por su parte. Eso sin duda merece otro artículo que escribiré en breve. Estos axiomas que hablan de marca hispánica, una realidad puesta en tela de juicio desde hace décadas, cuya sola mención en el contexto que pretende enmarcar es ridículo pero no ingenuo. Esta aseveración hace recordar  por su lenguaje y la búsqueda de elementos comunes  en su servilismo  e inferioridad ante la gran Alemania a los regímenes colaboracionistas de los nazis. Estos infames políticos buscaban este padrinazgo para huir del comunismo, de los gobiernos parlamentarios o de una convivencia que juzgaban insoportable dentro de un estado multiétnico sin tener ellos la supremacía y el monopolio. Es decir, tintes totalitarios, aunque sean a pequeña escala y disfrazados de victimismo, y embadurnados en un liberalismo económico que apenas puede ocultar las ansías caciquistas. La privatización de la sanidad catalana, la inexistencia de una prensa libre catalana, la subvención al afín, la purga al crítico, son los elementos más habituales en la Cataluña actual.

Aquella que se reviste de normalidad. Aquella que según palabras del propio Mas no está contra España sino contra el estado.  Un catalanismo que niega a España pero que  se reconoce  como superior a esta pese a  que nunca ha existido como nación, ni reino  pero con notoria superioridad en todos los ámbitos sobre el resto de España.

Una deriva xenófoba  que no duda en incorporar a otras comunidades y territorios en su pazguato imperialismo medievalista y que rechaza los marcos de legalidad y convivencia democráticos (mejorables, si pero de todos)

Un nacionalismo “democrático” (no hablo únicamente de CIU, caben todas las fuerzas llamadas catalanistas) es de por sí ya un contrasentido. Curiosa manera de buscar apoyos y hacerse respetar, que sin embargo lo consigue en no pocos casos, dado la falta de valores elementales en buena parte de la  clase política y de la sociedad española. Especialmente la catalana, en la que se agravan todos los males patrios y en cuya charca de corrupción (la mayor con diferencia de toda España) la discriminación, la incapacidad, el nepotismo, la huída de capitales y la inversión y la falta de libertad de expresión, elección  y opinión son lacerantes.

Y los medios para conseguirlo caen en la indignidad absoluta. Los luctuosos episodios del asesinato masivo del vuelo de German Wings y del crimen cometido por otro psicópata adolescente en una escuela de Barcelona, fueron el escenario ideal para que el president de la Generalitat y sus seguidores de podridas directrices mentales y bajeza moral inconcebible den rienda  suelta a su abyección, complejos, prejuicios, tribalismo, atavismo y odio cerval.

Si bien ni  Artur Mas ni los Mossos de esquadra tenían competencia alguna en la atrocidad aérea, el estado les dejo hacer y ellos se tomaron más papel del que les correspondía, es decir seguir la tendencia habitual del nacionalismo durante tres décadas, pero de forma aún  más insultante, vista la falta de respuesta. En la ceremonia internacional a la que acudió Mas. No dejo de hacer política, o sea apología constante del separatismo, con cosas tan ridículas como que Cataluña es un país y reconocimiento para el catalán en las estelas fúnebres, con 200 féretros  por cerrar a su lado. Toda una lección de educación, moral y bien común. Atribuyéndose en su figura y en su ideología catalanista a todo el que ha nacido en Cataluña. Cuya lengua en una gran mayoría de los casos no es el catalán. Ofender, separar y establecer muros con el resto de España y con el gobierno. Sea el que sea, quien piense que el independentismo es una reacción contra la política de derechas del Partido Popular simplemente es un ignorante, un cínico o un simplemente  idiota, o todo a la vez.

Si hay que comparar 1714 con el 11 de Septiembre de 2001, pues lo hace ante un auditorio propio, por más que este en Nueva York. Obviamente si esta conferencia hubiera tenido la más mínima trascendencia que le otorgan los medios catalanes, esta aseveración hubiera sido duramente considerada por parte de sus admiradas autoridades estadounidenses con las que dicen compartir tantos valores, será en el plan económico…

Cuesta aparcar la repugnancia para hablar del crimen de la escuela Jaume Fuster, en la que un alumno de trece años apuñalo hasta la muerte a un profesor, e hirió a otra profesora y a dos alumnos más. Todos los heridos plantaron cara al asesino, el resto se limitó a huir y a sacar a relucir sus móviles. Una reacción muy indicativa del tipo de sociedad que hemos creado y que amenazan con perpetuarse a costa de la indiferencia, la cobardía y el individualismo. Cabe citar la excepción del profesor de gimnasia con el que el asesino tendría una buena relación y con quien se sinceró, oigo voces que me dicen “mátalos a todos”. Las autoridades, empezando por la Consejera de educación, Irene Rigau, intentaron quitar hierro al asunto. ¡A un asesinato! Primero se dijo que el asesino, no era ningún enfermo, sino víctima de un aislado brote psicótico, para luego reconocer tras las múltiples evidencias que si se trataba de un enfermo. A lo que se añadió en todo momento que este crimen no ponía en duda la “convivencia escolar” uno de los grandes tótems del catalanismo, impuestos para proseguir con su apartheid lingüístico y por ende clasista. Y presentado como uno de los mayores logros en materia de convivencia social del catalanismo. Una gran victoria sin duda, de la discriminación, de la hipocresía que asoma en cada una de sus abyectas posturas antes cualquier acto o hecho. Así corroe la enfermedad la sociedad entera. Un hombre de treinta cinco años. Que encadenaba contratos de sustitución y que más que posiblemente fuera la mejor persona y  de todas las que se hallaban en la escuela ha muerto y ni siquiera es honrado, reconocido y respetado como el profesional y la persona dedicada a la enseñanza y a la infancia que fue. Importa más proteger al podrido entramado institucional, a la incapaz comunidad educativa, al corporativismo del profesorado para mantener en pie al precio que sea el modelo educativo catalán, tantas veces recurrido por ilegalidades flagrantes, no sólo de las leyes nacionales, sino de las europeas y merecedor de amargas reprobaciones por parte de organismos de la ONU. Prietas las filas.

Oficial (cargo) y caballero(pretensión) con el libro de un antaño buen historiador bajado al pilón cuatribarrado

La directora de la escuela afectada en un pésimo catalán, con el prejuicio de la charnega acomplejada, sale a defender su puesto de trabajo y su adhesión al régimen al decir que su escuela es una escuela normal, que todos son buenos y normales y hacen bien su trabajo.

Las pruebas lo refutan absolutamente todo. El adolescente es un psicótico homicida de manual, los profesionales del centro no quisieron saber de sus problemas psicológicos, por desinterés o quizá por  motivos aún más oscuros. Ya que toda sospecha cabe en un ambiente tan malsano. No ayuda que el alcalde Barcelona de  lamente la suerte del pobre menor asesino y su familia (ejemplar para el nacionalismo) en cuya misma dirección va el conceller de Sanidad Boi Ruiz (el Destructor), al pedir comprensión para el asesino así como para su familia a la vez que da el pésame al asesinado.

Se habla de una estancia de tres o cuatro años para este asesino, amante de las ballestas (y van dos). Podía haber sucedido en cualquier parte, el componente imitación y la globalización de las modas, así como el acceso a todo tipo de contenidos y por lo visto también de instrumentos letales  no es exclusiva de ningún país o región. Ha sido el primero en España, y ha tenido que suceder en Cataluña.

Lamentablemente el tema de fondo, la falta de valores, respeto y la estructura misma de la educación así como los cimientos de la sociedad catalana infestados por el nacionalismo necesitarán bastante más tiempo que la condena del menor asesino para acercarse a la “normalidad”.

PD: Artur Mas pretende ser el héroe, el San Jorge, el caballero, héroe feudal por excelencia que derrote al dragón, (“el estado español”) adueñándose con su lenguaje de mitos, leyendas, buenos y malos  de la diada de San Jordi, la fiesta del libro y de la rosa con más banderas por metro cuadrado del planeta y menos calidad literaria en sus estantes que una biblioteca escolar. Esa es el gran movimiento cívico, de superioridad cultural sobre el resto del país.  Lástima que quizá el señor Mas sea un héroe por el que nadie quiere ser salvado y pierda unas elecciones para las que agotará todos los recursos imaginables para seguir ostentando el poder. Y por supuesto nada queda excluido.

http://www.diario-octubre.com/2015/04/24/carcalunya-el-pozo-sin-fondo/

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