Una colaboración de Francisco de Sales es el creador de la web www.buscandome.es
Pido perdón de todo corazón, de rodillas, humillando mi cabeza, o del modo más humilde y sincero que se pueda, a quienes haya podido lastimar a lo largo de mi vida, a quienes haya herido o decepcionado, a quienes desatendí, a quienes aconsejé mal o a quienes no les dije lo que hubiera sido conveniente.
Pido perdón desde lo más profundo de mi ser, desde un arrepentimiento auténtico al que jamás pensé que podría llegar, y desde una sinceridad que para mí es sorprendente.
Pido perdón porque esto de vivir es algo en lo que uno nunca es experto, ni siquiera alumno aventajado.
Así que no me queda la menor duda de que en tantos años, y tras haber tratado con tantas personas, y haber dicho tantas cosas –siempre con buena intención- y haber callado otras tantas –porque no sabía lo que tenía que decir o porque no estaba seguro de que tuviera que hacerlo-, sin duda me habré equivocado y habré perjudicado a alguien.
Pido perdón a quienes confundí o desorienté.
Pido perdón si alguna vez escribí algo pensando que era para bien y produje el efecto contrario.
No pido perdón a aquellos a quienes alteré sus principios si eso sirvió para que reaccionaran y se pusieran en marcha.
No pido perdón a quienes se vieron forzados –por algo que dije o escribí- a un proceso de auto-conocimiento sincero que les llevó posteriormente –tras un período de alteración y mucho esfuerzo- al encuentro consigo mismos.
No pido perdón a quienes comenzaron un llanto prolongado porque se vieron tristemente reflejados en alguno de mis escritos, y creyeron destruirse, pero renacieron engrandecidos de sus propias cenizas.
No pido perdón a quienes se atrevieron a iniciar un Camino –nunca fácil-que les estaba esperando, ni a quienes tuvieron que verse en el trance de mirarse en el espejo de la sinceridad, se encontraron con una imagen desagradable, y tuvieron la valentía de abrazar a ese Ser desorientado que eran ellos mismos.
No pido perdón a quienes se vieron en la obligación de tener que demostrar su propia valentía y lo hicieron, ni a quienes dudaron de sí mismos y luego fueron capaces de resolver sus dudas.
No pido perdón a quienes se hundieron un poco más pero después salieron a flote y engrandecidos, ni a quienes me maldijeron por ponerles frente a su negada realidad pero luego se pusieron a la noble tarea de encontrarse consigo mismos.
A veces es necesario un serio y firme toque de atención, un empujón, una leve bofetada simbólica que espabile, hacer de espejo para que el otro se vea reflejado, o ser la gota que colma el vaso.
Cada uno necesitamos reaccionar y espabilar de un modo distinto.
Cada uno es para otro, en algún momento de su vida, un despertador.
No es necesario ser un sabio deslumbrante para ponerle al otro en marcha para que haga su Camino. En muchas ocasiones sólo es cuestión de una sonrisa a tiempo, un gesto de enfado sincero, un anuncio en la televisión, o una frase aparentemente inocente.
¿Y tú?, ¿Tienes algo por lo que pedir perdón?,
Y si la respuesta es positiva, ¿Vas a pedirlo?
Te dejo con tus reflexiones…
Fuerte reflexión pero no me arrepiento de nada en esta vida, aún de los actos producto de la inconsciencia, todos fueron pensamientos y actos que me acercaron este instante, por el que estoy sumamente agradecido y en paz conmigo y con la existencia.
Yo si he pedido perdón muchas veces a lo largo de mi vida, ya que estoy muy cercana a ser septuagenaria, pero en absoluto me arrepiento, de lo que hice o deje de hacer, ya que la vida es un aprendizaje constante y cambiante y en cada etapa de mi existencia, aprendí y al mismo tiempo me reafirme,o también cambié mis conceptos, todas las personas, independientemente si tiene títulos o no, universitarios, es a la vez alumn@ y profesor/a, nadie escapa a esta realidad.
Por ello te planteas, que aunque en su momento pediste perdón, porque consideraste que fue un error lo que dijiste o como actuaste, o deje de hacer, siempre hay un por qué, aunque en ese momento , pase desapercibido, pero luego con el tiempo se muestra, cual es el resultado y además, seguro que queda implícita la duda, en ese momento y ello te ayuda a replantearte su proceder y el tuyo.
Las personas que pasan por nuestra vida, la mayoría de veces, son siempre seres que nos aportan algo, ya sea positivo o supuestamente negativo, por ello, considero , que es beneficioso pedir perdón, si consideras que es un agravió, porque no te comprendió y de alguna manera ofendiste o te equivocaste y una disculpa hacia la persona en cuestión, puede ser que ayude a considerar que no fue un ataque hacia su proceder, si no una observación, que difiere de lo que piensa o siente, e incluso pasado el tiempo a esa persona, si reflexiona de lo que aconteció, puede ser, que incluso te de las gracias, por tu proceder.
Obviamente que se han presentado los casos, motivo para pedir disculpas o perdón directamente, ese momento, sólo que la situación ya estuvo realizada y el aprendizaje, intención o compromiso personal correcto sería el de no volver a cometerlos y así evitarse el decaimiento crónico en el error y el hábito de tener que pedir disculpas o perdón por ello. En cuanto a los arrepentimientos de los actos, considero que ya son tarde y no llegan a los casos.
No tengo que pedir perdón, porque a nadie insinué seguir ningún camino no acorde con su propio parecer.
El pedir perdón, libera nuestro estado emocional y nos deja exentos de enfermedades….»quien este libre de enfermedades…que no pida perdón…»
juancarlos