Probablemente la Gran Barrera de Coral australiana sea el tesoro más valioso que haya existido jamás, al menos en términos de biodiversidad.
No en vano, el mayor arrecife de coral del mundo, que ocupa unos 2,600 kilómetros de la costa, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981.
Sin embargo, el porvenir de este ‘botín’ biológico no es muy esperanzador debido a las diversas amenazas a las que se enfrenta, entre ellas los pesticidas que, según refleja un informe elaborado por el Gobierno australiano perjudican este gigantesco arrecife.
El estudio analizó la calidad del agua de la zona y los resultados no son muy alentadores ya que ponen de manifiesto que prácticamente una cuarta parte de los horticultores y el 12% de los granjeros utilizaron métodos inadecuados.
Pesticidas a más de 60 km de la costa
Además, insta a ser más precavidos en el uso de estos productos argumentando que encontraron pesticidas muy dañinos para el coral a más de 60 kilómetros de la costa. Teniendo en cuenta que el Estado de Queensland vive de la agricultura, el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes es habitual, por lo que pedirle a los agricultores que reduzcan el uso de los mismos se presenta como una tarea más que difícil.
Sin embargo, los pesticidas no son el único problema al que se enfrenta la Gran Barrera de Coral. Las graves inundaciones que asolaron Brisbane, la capital de Queensland el pasado mes de enero también fueron perjudiciales ya que según explica Katharina Fabricius, científica del Instituto Australiano de Ciencias Marítimas, «el agua dulce mata el coral». Además, arrastraron todos estos productos químicos hasta el agua.
En principio, los fertilizantes sirven para estimular el crecimiento de las plantas, pero en este caso, el resultado fue que las plantas marinas crecieron tanto que taparon el coral en crecimiento y acabaron ahogándolo.
Ciclones y barcos perjudiciales
El ciclón Yasi y el accidente del barco chino Shen Neng 1 en abril del 2010 que derramó alrededor de tres toneladas de petróleo en aguas australianas contribuyeron a agravar la situación y engrosar una ‘lista negra’ en la que desde hace tiempo ya figuran la sobrepesca, el cambio climático y la polución.
El informe acusa al sector agrícola en general pero apunta en la dirección de la industria azucarera, que cultiva la caña de azúcar al Norte de Queensland. Los agricultores se defienden argumentando que no existen alternativas más eficaces para proteger sus cosechas. Además, afirman que el informe se basa en datos antiguos y que ha habido un cambio significativo, cosa que el Gobierno ha reconocido.
Sin embargo, las autoridades han recordado que el ciclón Yasi y sus devastadoras consecuencias supusieron un paso atrás en los esfuerzos que se habían llevado a cabo por salvar esta maravilla de la naturaleza.
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