«La nueva visión de los archivos akásicos» Victor Brossa.

Conecta con la matriz cuántica interactiva, donde todas las posibilidades y combinaciones están codificadas para ti.

Según se cuenta desde muy antiguo, los registros akásicos son los archivos de memoria donde quedan registradas todas las experiencias del alma y sus potenciales futuros probables. En realidad, akasha es un término sánscrito que significa “éter”. Se dice que el éter o akasha es una matriz cósmica omnipresente, invisible a nuestros ojos y subyacente bajo todas las cosas.

Un internet cósmico donde navegan todas las posibilidades cuánticas, toda la información que existe desde todos los estados, posibilidades y potenciales de experiencia.

Entrevista a Victor Brossa sobre su renovada visión de los archivo​s​ akásicos
[vimeo]https://vimeo.com/118758520[/vimeo]
Estaríamos hablando pues de una biblioteca virtual enteramente a nuestra disposición, que comprendería la totalidad de la memoria de Dios. Un internet divino al que cada día accedemos sin saberlo cada vez que imaginamos o soñamos, porque es nuestra glándula pineal la que enciende el wifi que nos da la posibilidad de salir de los límites del programa colectivo, para sintonizarnos con el akasha, donde flotan todos los recuerdos de aquello que podríamos encarnar ya sea como pasado, presente o futuro. De hecho, de nuestro estado vibratorio dependerá el nivel y la calidad de la información que recibamos, así como dependerá de nuestro sistema de creencias, la forma en la que la procesemos.

Así pues, si creemos ser limitados, accederemos a información que nos limite. Si creemos ser esclavos, sólo atraeremos de la akasha paquetes de información que nos esclavice. Por el contrario, si elegimos nuestra existencia de forma consciente y nos autoproclamamos seres divinos, la información a la que accederemos nos impulsará a recordarnos y reconstruirnos a imagen y semejanza de la creación, desde la integración, desde la fractalidad, desde lo sagrado.

A diferencia de lo que se ha interpretado hasta hoy, los archivos akásicos no son la representación de una colección de libros etéreos donde aparece la historia lineal de la creación y nuestro recorrido personal. Al menos no para mí. En realidad más bien creo que se trata de una matriz cuántica interactiva e informatizada donde todas las posibilidades y combinaciones están codificadas para ti.
Nada ocurrió realmente porque todo sucede al mismo tiempo. Tu historia, tu pasado, presente y futuro sólo son una elección que sucede siempre desde este instante, desde un estado vibratorio. Es por eso que el akasha te brinda, más que la información de una historia acontecida, la posibilidad de elegir descargar los paquetes de información que desees asimilar para transformarte en quien elijas ser y, en consecuencia, vivir la vida que tu corazón siempre soñó encarnar.

Comprendo que hasta nuestros días, muchos leyeran los archivos akásicos como una verdad absoluta, creyendo que se trataba de la historia universal interpretada desde una línea temporal irrefutable. Es comprensible que incluso esta visión lineal de los akásicos siga sirviendo a muchos para comprender y desarrollar una única línea de tiempo desde la que se están sintonizando, pero hay mucho más. En realidad, los archivos comprenden todas las posibilidades pasadas y futuras en forma de paquetes que podemos descargar en nosotros mismos. Al fin y al cabo, toda información se convierte en verdad cuando creemos en ella, ya sea de forma consciente o inconsciente. El verdadero sentido de los archivos akásicos es, como en el caso de internet, darnos la posibilidad de unir nuestras conciencias y acceder a la información que nos impulse a manifestar una humanidad de hombres y mujeres de conciencia unida o entrelazada desde la riqueza que otorga la diversidad.

Cabe especificar que todo lo que encontramos en los archivos son verdades para el que las acepta, pero sólo se trata de información, de posibilidades de experiencia que puede crear o destruir, como cualquier información que encontremos en internet. En realidad, la información puede ser rechazada o aceptada por nosotros. Si la aceptamos, de alguna forma la digerimos y la integramos a nuestro sistema de creencias. Cada nueva información que aceptamos nos ancla a una realidad u otra, modificando no sólo la forma en la que vemos las cosas sino la experiencia de nuestro pasado, presente y futuro.

No hay personas exclusivas que puedan entrar al conocimiento akásico. Todo el mundo accede a los archivos sagrados siempre que lo desea. Cada uno de nosotros elige sin saberlo la forma en la que lo hace, dependiendo de sus creencias y el estado vibratorio en el que se encuentre. Es muy simple: cada vez que imaginamos, estamos en la biblioteca cuántica del akasha. Nuestro magnetismo atrae los paquetes de información que sintonizan con la frecuencia que emitimos. Por eso, la clave para leer en los archivos no está en la información misma, sino en el estado desde el que nos sintonizamos para acceder a ella y descargarla. A internet accede cualquiera, pero no todo lo que allí encontramos nos nutre de forma saludable y sólo el que navega sintonizado a su corazón se mueve de forma coherente. Ésa es la verdad que nos interesará siempre sintonizar y encarnar. La verdad de cada uno, de cada una.

La visión infantil de los archivos akásicos que nos hace esclavos del tiempo lineal, de la dependencia de los astros y de su influencia kármika, deja de tener sentido cuando un ser humano decide elegir la existencia por sí mismo. Como fractales divinos, llevamos en nosotros el total de la información.
Descargarla del akasha es hacerlo desde nosotros mismos recordándola, reconociéndola y dándole espacio ante nuestra presencia. Es comprender que somos nosotros al fin y al cabo los creadores de todo lo que vemos, de todo lo que experimentamos. Nuestro pensamiento y el estado emocional que nos acompaña crean la realidad que respiramos cada día.
Desde esta nueva visión de los archivos akásicos, ya no se trata de conocer cuál fue nuestro posible pasado o que es lo que ocurrirá en el futuro, sino más bien qué elegimos manifestar. Los archivos nos permiten entonces atraer la información que nos impulse a generar la realidad que deseamos encarnar. Ésta es la razón por la que es imprescindible convertirnos en canales fiables de información.
Un canal fiable no es aquel que tiene la verdad, puesto que hay tantas como puntos de vista y posibilidades de acción. Más bien es aquel que se ocupa de generar una frecuencia que le permita acceder a información que nos ayude a comprender caminos posibles de expansión e integración. Me refiero a que acceda a información que plantee verdades que vibren con la construcción de una humanidad de hombres y mujeres de conciencia.

www.metodosyneidesis.com
www.victorbrossa.com
www.galerialalinea.com
ARTE DE CONCIENCIA
 

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