[…]Cuando un árbol es amenazado por una plaga o un animal hervívoro, lanza una señal a los demás para que produzcan una barrera tóxica para protegerse[…]
La canadiense Suzanne Simard es experta en la comunicación de los árboles y ha llegado a concluir que existen jerarquías y que los árboles más grandes ceden parte de sus nutrientes a los más pequeños.
Después de muchos años de estudio hemos descubierto que los animales tienen sus propias formas de comunicación pero, ¿qué hay de las plantas? Algunos estudios revelan que los árboles pueden comunicarse entre ellos de manera similar a los animales.
Conocemos cerca de 292,555 especies de plantas en el mundo aunque es difícil estimar a cuánto ascienden en realidad. Sabemos muy poco acerca de ellas y vemos sólo una parte, la que salta a la vista, pero más al fondo, en la raíz, se encuentra gran parte del secreto de la comunicación de los árboles.
Existe una estrecha relación entre las raíces de los árboles y un tipo de hongos que crecen alrededor de ellas, a esta alianza se le llama micorriza. La micorriza permite a los árboles comunicarse con otros, incluso saben distinguir entre los que son sus parientes directos y los que no.
Las hifas de los árboles ayudan a la comunicación entre ellos. Cuando un árbol es amenazado por una plaga o un animal hervívoro, lanza una señal a los demás para que produzcan una barrera tóxica para protegerse y ha habido casos en que cientos de antílopes han muerto simultáneamente.
Pero, ¿cómo comprobamos que realmente se comunican? La Dra. Suzanne Simard es experta en la comunicación de los árboles y ha estudiado por mucho tiempo su comportamiento en los bosques canadienses. Ella descubrió que existen jerarquías y que los árboles más grandes ceden parte de sus nutrientes a los más pequeños.
Ahora sabemos que las sociedades de los árboles pueden ser tan complejas como las de los animales. A los árboles más grandes se les llama Hubs o Árboles Madre, ellos son los encargados de favorecer el crecimiento de los más pequeños.
Esta no es la única forma en que se comunican. Un experimento hecho con habas arrojó más información sobre la comunicación de los árboles. A un grupo se estimuló con micorrizas mientras que al otro se le inhibió. Como las plantas se comunican por medio de olores (compuestos orgánicos volátiles) todas las plantas se cubrieron con bolsas de plástico.
A todas las plantas se les atacó con pulgón, pero aquellas cuyas micorrizas estaban conectadas resistieron más, las que no fueron atacadas por la plaga hasta la muerte. Esto comprueba las diferentes maneras en que las plantas se comunican.
Nos falta mucho por aprender pero cada vez estamos más cerca de entender la complejidad de la vida y la manera en la que cada ser vivo está conectado con la naturaleza.
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