¿Mejorará la sadhana mi humanidad?

por Robert Adams

Robert Adams

Robert: Os puedo asegurar, os puedo jurar que no sois el fenómeno cuerpo-mente. Os puedo asegurar, os puedo jurar que no sois el hacedor. Que no importa lo que parece ser que sois. No importa por qué experiencia estéis pasando mental, física o de otra manera, no es la verdad sobre vosotros. La verdad sobre vosotros es la realidad absoluta, el Parabrahman, sat-chit-ananda, la conciencia pura, la unidad final. Esto es lo que sois. ¿Por qué no me creéis?

Crees que eres un cuerpo frágil que vive en el mundo durante unos setenta u ochenta años, y entonces ese es tu final, pero eso no es así. Tú no eres ese cuerpo en absoluto. Ese cuerpo ni siquiera existe. Parece que existe. Parece que existe como el yo personal. Al investigar el yo personal te darás cuenta de que no hay cuerpo, no hay mente, no hay mundo, no hay problemas, no hay Dios, no hay universo. ¡Tú eres eso!

Tú eres esa consciencia absoluta que nunca nació y nunca puede morir. Tú eres esa realidad absoluta que siempre ha sido y siempre será, la misma ayer, hoy y mañana.

Conoce quién eres. No dependas del mundo para tu sustento, para tu mantenimiento. Sumérgete profundamente en el interior, más profundo como nunca antes. Cada vez más profundamente y verás la verdad de que eres la omnipresencia. Eres consciencia pura. Esta es la verdad sobre ti y no hay otra verdad. Acéptala, sé eso.

Hay una pregunta que me hacen continuamente. Las personas de este grupo, gente que nunca he visto antes que me llaman por teléfono, personas con las que me encuentro en el parque, personas sin hogar, inmigrantes, indigentes, personas de todas las nacionalidades. Lo que me preguntan es lo siguiente: «Cuando estoy practicando atma-vichara, auto-indagación, ¿mejorará mi humanidad en el proceso?». En otras palabras, lo que quieren saber es si mientras están haciendo esta sadhana (práctica espiritual), ya sea la «meditación yo soy» o la auto-indagación, que puede durar semanas, meses o años, mejorará su vida personal. Si estoy enfermo estaré saludable, si soy pobre me haré rico, si soy despreciable seré honrado, y así sucesivamente.

La manera que respondo a esto es, primero dime, ¿qué quieres decir cuando dices, «mejorar tu humanidad»? ¿Qué quieres decir con eso? Y la respuesta es: quiero decir hacerme una mejor persona. Para conseguir un mejor trabajo. Para poder comprar un coche nuevo. Para ser capaz de deshacerme del cáncer que me está comiendo. Para tener un compañero o compañera, una pareja que sea compatible con mi forma de pensar. ¿Sucederán todas estas cosas mientras practico?

Hablaremos de esto por un momento. Esta pregunta presupone que tú eres un ser humano y que deseas mejorar tu humanidad. Lo que están haciendo en realidad es crear tu ego para que sea más poderoso. En primer lugar ¿qué es un ser humano?

Si miras a un ser humano con un microscopio electrónico puedes encontrar algo muy interesante. Verás miles de millones de moléculas y si miras más a fondo encontrarás miles de millones de átomos, que forman las moléculas. Verás espacio entre los átomos. Si fueras tan pequeño como un átomo, la distancia del espacio entre las moléculas sería equivalente a la que hay entre los planetas, entre la Tierra y Marte, la Tierra y Júpiter, la Tierra y el sol. Hay espacio también entre los planetas. Ese espacio es consciencia. Y el espacio en el cuerpo también es consciencia.

Lo que estoy tratando de decir es que hay un solo espacio y tú eres ese espacio. Tu cuerpo está en un estado de flujo. Tu cuerpo no es lo que piensas que es. Sólo nos parece que es sólido. Al igual que cualquier otra cosa en esta tierra, la silla, la radio, la alfombra, la pared. Estas cosas parecen ser sólidas, pero no lo son. Lo que determina tu cuerpo en comparación con la pared es el movimiento de los átomos. Cuán rápido se mueven o cuán lento se mueven. Los átomos del cuerpo se están moviendo a una velocidad determinada. Se convierten en un cuerpo.

Pero una vez más, de lo que estoy hablando es que tú eres realmente espacio. Tú no eres el cuerpo porque el espacio entre los átomos es muy grande, más que los propios átomos. Y el espacio se expande ocupando todo el espacio. ¿Qué hay detrás del espacio? ¿Qué causa el espacio? ¿Cuál es el sustrato del espacio? Tú eres, tu naturaleza real es, la realidad absoluta. Así que ya ves que no eres lo que pareces ser. Al tratar de mejorar algo que no existe trae sobre sí sufrimiento, porque te estás identificando con la apariencia más que con la realidad. Mientras te identifiques con la apariencia vas a pasar por todo tipo de condiciones de vida, todo tipo de experiencias. Y estás tratando de mejorar tu condición de vida, por así decirlo.

Estás perdiendo el tiempo, porque en este mundo tienes que experimentar ambos lados de la moneda. Cuando mejoras tu condición humana algo ocurre tarde o temprano para que puedas mejorar una experiencia del otro lado de la moneda. Por cada arriba hay un abajo, por cada avance hay un retroceso.

Entonces, ¿quién eres? ¿Quién es ese que quiere mejorar su condición? Esa es la primera cosa que debes preguntarte a ti mismo. ¿Quién quiere mejorar la condición humana? Y la respuesta es siempre «yo». Entonces, «¿Quién soy yo? ¿Cuál es la fuente del yo que desea mejorar la condición humana?»

Al comenzar a buscar la fuente descubrirás que el yo desaparece. A medida que comienzas a darte cuenta de la verdad acerca de ti, que no eres el cuerpo-mente, que no eres el hacedor, la felicidad sobreviene. Esta felicidad viene por sí misma como resultado de tu comprensión de que no eres el cuerpo-mente. Pero todavía te preguntas, «Si no estoy realizado ¿por qué no puedo vivir en mi ilusión una vida armoniosa completa?»

Es imposible. Todo lo que nace, por así decirlo, debe morir. Comienzas a morir tan pronto como naces. Pero lo que te sucede es que en la medida en que empiezas a conocer la verdad, en esa medida comienzas a trascender la llamada condición humana. En otras palabras, tu cuerpo todavía puede tener cáncer y ya no tratas de curarlo de nada. Simplemente te identificas con la realidad. En la medida en que te identificas con la realidad, en esa medida ya no sientes un cuerpo con cáncer.

Así que para otras personas tú puedes parecer que tienes cáncer, puedes parecer que te estás deteriorando. Al igual que sucedió con Ramana Maharshi antes de abandonar su cuerpo, por así decirlo. Como Ramakrishna y muchos otros. La gente ve un cuerpo deteriorándose, pero el sabio no tiene un cuerpo que se deteriore. Él simplemente no tiene cuerpo. El cuerpo no existe para él. Este es el problema porque cuando hablo de esto sé que muchos de vosotros os perdéis.

¿Cómo puede no haber nadie cuando yo veo? Pregúntate: «¿Quién ve? ¿Qué ves?» Ves la pobreza, ves la inhumanidad del hombre hacia el hombre, ves esto y ves aquello. El veedor que ve tiene que ser trascendido. Tiene que haber un veedor que vea estas cosas. Cuando preguntas, «¿Quién es el veedor?» Tanto el veedor como el objeto visto se disuelven en la nada de donde vinieron. Esto significa que no debes aceptar lo que se ve.

Deja que el mundo gire, que la gente pase por su karma, deja las cosas en paz. Deja que el poder supremo se haga cargo o cuide del mundo y del universo, pero tú identifícate con el verdadero Ser. El Ser que es la omnipresencia. El Ser que es el poder supremo. Conoce que tú eres eso. Ya no eres una personalidad limitada. Ya no eres un ser humano frágil que se está muriendo de cáncer o experimentando carencia o limitación o experimentando la felicidad, la felicidad humana, o experimentando una salud vibrante. […]

Nadie vive para siempre. Ninguna situación continúa siendo siempre la misma. Según parece todo termina en este mundo. Todo tiene un principio un medio y un fin. Pero tú no eres eso, no tienes nada que ver con esa imagen. Eres inmortal, eres el nirvana.

Debes comenzar hoy mismo a dejar de juzgar por las apariencias. Cuanto más empiezas a sentir esto menos hablas. Para qué hablar tanto. Hablas sobre el mundo, las personas y las cosas. Piensa cuánto tiempo has estado hablando desde que naciste. Empezaste con papá, mamá y expandiste tu vocabulario. Pensabas que estabas haciendo algo grande, has perdido el tiempo. Cuantas más palabras conoces más grande es el ego. Cuantas menos palabras conoces más cerca estás del Ser.

¿Qué tiene el Ser que decir, a quién hablará, a sí mismo? El Ser es consciencia autónoma. Es consciente de sí mismo, es la omnipresencia misma. Así que ¿a quién hablará, a sí mismo? Es consciencia felicidad perfecta. No tiene por qué haber palabras, sólo una mirada, una caricia, una ojeada es todo lo que tienes que hacer. Sin embargo dices: «¿Cómo puedo hacer esto? Yo trabajo para ganarme la vida, tengo que comer, tengo que ganarme el pan de cada día, tengo que hablar». No te preocupes por los detalles. Si te sumerges dentro de ti mismo y pasas la mayor parte de tu tiempo pensando en el Yo soy, practicando la auto-indagación, los detalles se resolverán por sí solos. No debes creer que depende de ti resolver todos los detalles de la vida.

Hay un poder superior que sabe dónde se supone que la apariencia de tu cuerpo tiene que estar y qué trabajo se supone que tiene que hacer. Confía en ese poder. Un día descubrirás que el poder no es otro… que tú mismo. Ese poder es tu Ser. Pero hasta entonces confía en el poder. Me gusta llamar a este poder, «La corriente que conoce el camino». Es un hermoso poder, que sólo conoce el amor. Quiere que te conviertas en una encarnación viviente del amor. Quiere que seas uno con él.

Sin embargo, siempre que te identificas con el mundo nunca puedes conocer la realidad. Mientras te identifiques con tu yo personal, expresando siempre lo que yo siento, me siento herido, me siento enojado, me siento enfermo, me siento deprimido, me siento feliz porque alguien me dio algo, me siento bien porque las cosas suceden como quiero. Ese yo tiene que desaparecer. Todo el mundo, todo el universo, la gente, los lugares y las cosas están ligadas a ese yo. Si sigues al yo hasta su fuente todo el universo desaparecerá.

Y surge la pregunta: «¿Entonces qué? Si el universo desaparece ¿estaré en el espacio exterior? ¿Estaré en una niebla?» Es una paradoja. El universo desaparece, pero tú existes en el universo. Tu cuerpo continuará con sus asuntos, pero ya no te identificas con tu cuerpo. Ni siquiera sentirás que estás en el cuerpo, sino que sentirás que el cuerpo está en ti. Te sentirás como una pantalla gigante. Donde todos los objetos de esta tierra, árboles, plantas, flores, insectos, asesinos, amantes están todos superpuestos en la pantalla. Están en la pantalla y tú eres la pantalla. La pantalla no está en ellos.

Así que no es apropiado decir que «Dios está en mí». El cuerpo que crees que eres está en Dios y la consciencia. Al igual que el cuerpo que dibujas en la pizarra. Pero el cuerpo que dibujas en la pizarra no es la pizarra. La pizarra es autónoma y puedes dibujar objetos en la pizarra y borrarlos y dibujar nuevos objetos en la pizarra y borrarlos. Así es como la vida pasa de una vida a la siguiente vida, de una experiencia a la siguiente experiencia.

Todo el universo está superpuesto sobre la consciencia. Cuando cambias la identidad y te identificas con la consciencia todo desaparece. Sin embargo, continúas experimentándote no como un ego, sino como el Ser. ¿Y qué experimentas? La conciencia pura. Eres consciente de la verdad, la realidad. Tu cuerpo continuará su estancia en el mundo haciendo lo que sea que vino a hacer, pero no serás tu cuerpo.

De nuevo, esto es una paradoja, porque tú pareces ser tu cuerpo, pero no eres tu cuerpo. Te conviertes en una encarnación viviente de pura felicidad, alegría y dicha totales. El mundo ya no puede engañarte o perturbarte. Tienes una sensación de profunda inmortalidad. Sabes sin palabras que nadie muere porque nadie ha nacido. Comprendes y te das cuenta sin palabras que no existe causalidad para el universo. Nada lo trajo a la vida. No tiene causa.

Si no tiene una causa, de nuevo preguntas: «¿De dónde ha venido?» Y la respuesta es que no ha venido de ninguna parte. Es como la hipnosis. Estás hipnotizado en la creencia de que algo que no es real para ti es real. Cuando sales del trance hipnótico eres de nuevo parte del mundo de vigilia y lo que parecía real ha desaparecido. Lo mismo sucede con este mundo, parece real, sin embargo es como un sueño. Te despiertas y el sueño ha terminado. Cuando despiertas de tu sueño mortal la idea de cuerpo-mente, de hacedor, también ha terminado.

Entonces, ¿es práctica esta enseñanza? ¿Es práctico descubrir tu verdadera naturaleza? Por supuesto que es práctico. Recuerda que tú no te conviertes en una carga para la sociedad por practicar la auto-indagación y acercarte a la verdad. Muchas personas todavía creen que van a quedarse en casa todos los días y simplemente meditar. Te recuerdo de nuevo que no funciona de esa manera. Si estás destinado a ser activo serás activo. Si no estás destinado a ser activo, no importa cuánto trates de ser activo pues no serás capaz de hacer nada.

Una vez más no te preocupes por los detalles. Simplemente practica todos los días. Sé consciente todos los días. Observa o mira quién se frustra, mira quién se siente menospreciado, quién se siente herido, mira quién compite con los demás, mira quién eres. Descubre la verdad. Sé libre.

Es maravilloso darse cuenta de que tu verdadera naturaleza es Parabrahman. Más allá de la consciencia, más allá de las palabras y pensamientos, más allá de las experiencias humanas de cualquier tipo. Esta es la forma de traer la paz al mundo. No por medio de lanzar consignas de paz o manifestaciones, sino estando auto-realizado, despierto. Entonces automáticamente tu consciencia se expande y la gente lo siente y automáticamente comienzan también a mirar hacia dentro. Al principio no te preocupes por estas cosas en absoluto.

Cuando despiertes entonces mira a ver si quieres traer la paz a este mundo, porque no es broma, no hay mundo al que traer la paz. Estamos mirando las cosas desde ambos lados. Cuando todavía crees en tu humanidad quieres hacer buenas acciones, quieres traer la paz al mundo, hacer de este mundo un mundo mejor en el que vivir, pero cuanto más cerca estás de la verdad, más auto-realizado te vuelves y más eres capaz de ver, «Yo soy el mundo. Todo esto es el Ser y yo soy eso». Y vives una vida maravillosa.

De nuevo comienza tan pronto como te despiertes por la mañana. Haz todo lo posible para ver el cuarto estado de consciencia más allá de la vigilia, el dormir y el soñar. El cuarto estado está entre dormir y despertar. Trata de verte a ti mismo ahí.

La gente me dice que lo intenta pero no puede. Si lo sigues intentando lo lograrás. Ese lugar donde no hay pensamientos. Un lugar donde no hay pensamiento de ninguna clase. Ese tranquilo lugar, que es consciencia y dicha. Antes de que el yo venga y empiece a hacer su trabajo sucio. Justo antes de que el yo se despierte pregúntate, «¿De dónde viene el yo? ¿Cuál es su origen? ¿Quién soy yo?»

Y haz lo mismo antes de conciliar el sueño. Cuando todos los pensamientos se detienen y estás a punto de dormir, descúbrete a ti mismo en ese estado y pregunta: «¿Dónde se va el yo? El yo parece estar desapareciendo mientras me duermo. ¿Dónde se ha ido? ¿Cuál es su origen?» Y sin embargo, mientras duermes, mientras sueñas, mientras despiertas, parece haber otro yo que es el observador que te ve dormir, despertar y soñar. Ese es el verdadero Yo, esa es la consciencia.

En realidad sólo hay un Yo pero siempre que te identificas con el cuerpo parece haber un yo personal. Cuando empiezas a ser consciente del Yo superior, el yo personal simplemente desaparece, ya que en realidad nunca existió. Y el gran Yo entra en juego, que es la conciencia pura. […]

Descubrirás que te sucede algo muy interesante. Estás siendo cada vez más feliz sin ningún motivo. Tus temores simplemente desaparecen. Tu pasado se disuelve. El hombre nuevo ha nacido. Toda culpa se disipa. Has despertado. Pruébalo, funciona.

http://www.advaitainfo.com/charlas/mejorara-sadhana-mi-humanidad.html

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.