Viajamos en ufopolis una vez más a la concurrida década de los 70 en donde los casos de ovnis estaban a la orden del día. Avistamientos, encuentros con humanoides, persecuciones con aviones de combate y extraños casos por todos los rincones del mundo fascinaron a los primeros grandes investigadores del fenómeno que nos apasiona. Un mundo por descubrir lleno de sorpresas como el caso que nos ocupa hoy y que tan curioso nombre tiene.
Estamos en otoño de 1972 en las orillas del lago Maniwaki de la provincia de Quebec, en Canadá en los ojos de un testigo que caminaba tranquilo dándose un paseo en tan idílico lugar. Su visión fue tan rara y quizá tan extrema en el mundo de la ufología que apenas hay referencias que puedan acercarse a tan inusual encuentro. En un momento dado de su paseo alzó la vista y observó un objeto gigantesco que volaba a baja altura… tan baja que casi podría decirse que estaba aterrizado. Era muy grande de unos 20 metros de alto. Estaba en frente de él y nuestro testigo comenzó a correr como loco para verlo más de cerca. Quizá algunos de nosotros nos hubiéramos detenido o nos habríamos montado nuestra particular misión de exploración. Él no. Y el objeto, -o la inteligencia que lo controlaba- reaccionó.
En un abrir y cerrar de ojos, aquel ovni de increíbles formas comenzó a ascender lentamente. El testigo tenía en su mochila una cámara de fotos Kodak y al ver aquello se fue al suelo y la buscó con premura. Tras encenderla consiguió inmortalizar aquel momento con una de las tomas más curiosas de la historia de la ufología, una fotografía que presentó ante el mundo como prueba de su incidente. El objeto siguió subiendo hasta perderse en el horizonte azul del cielo de Maniwaki. Una pena no haber podido disfrutar más de él. Pero quedaba esa foto en la película de 35 mm. Aquella tarde había resultado ser la más especial de su vida.
La fascinante toma del lago Maniwaki.
El extraño objeto de Cocoyoc, México de 1973.
El objeto podría ser similar a los de los globos meteorólógicos pero llama la atención el brillo y los salientes irregulares de los mismos, dándole una apariencia metálica ya que refleja los rayos del sol de forma homogénea y sin irregularidades.
Aqui dejamos una vez más la intriga de estos locos objetos y sus sugerentes formas. El absurdo del fenómeno ovni, las fotos que demuestran su existencia, sus variadas siluetas y la sensación de estar ante la punta del iceberg de algo que se nos escapa pero que está ahí protagonizando eventos que aún a día de hoy siguen pareciéndonos asombrosos. Si os ha gustado la entrada podéis ver también el vídeo que hicimos sobre lo que pasó en la isla Colares, en Brasil, en donde pasó lo contrario. Fue la gente la que huyó de la aparición de diferentes objetos voladores no identificados…
Esperamos que el programa sea de su agrado.
Ufopolis.com 2015
Estos casos son realmente excepcionales en la casuística OVNI… Forman parte de ese numero significativo de avistamientos o contactos del 3er tipo ( incluyendo evidencias físicas de laceraciones anómalas ) , que han quedado relegados como casos que engrosan las estadísticas clasificados como: SIN EXPLICACIÓN o causa descifrada.
Caso muy interesante… Gracias Maestroviejo.
Apuesto que en este blog hay mas de un@ que ha visto un objeto volador no identificado o algo que no puede explicar o entender,a que si?
Puede que algún día se den a conocer los documentos secretos que guarda el Departamento de Estado y los servicios de inteligencia americanos y entonces, sepamos de una buena vez, que ocurrió realmente en la Antártida durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Quizás, solo quizás, el ejercito del almirante Byrd había librado la ultima batalla de la guerra. Enfrentándose así, al ultimo batallón nazi en las gélidas tierras del Polo Sur.