Alejandro Jodorowsky habla de cinco factores que pueden provocar neurosis de fracaso. Nacemos con un potencial enorme para realizarnos en todos los campos posibles, a saber, intelectual, emocional, creativo-sexual y material, se lucha cada día por alcanzar la satisfacción y el éxito, pero parece que a veces se está condenado al fracaso. Esta loca “condena” es a lo que llamamos “Neurosis de fracaso”.
Uno no logra vivir de su arte, o ser padre o madre, o tener placer sexual, o un trabajo digno, o publicar su novela, o ser feliz con su pareja, o prosperar en un negocio; en realidad, uno cumple una especie de castigo, carga con una culpa por algo lo que los padres le han trasmitido a través de mensajes más o menos sutiles.
Hay neurosis de fracaso que se manifiestan en “casualidades”. “Qué casualidad, cuando tenía el último examen para graduarme, me sucedió el accidente”, o “justo cuando el negocio marchaba bien, me robaron”…
Hay numerosas culpas que arrastramos y nos impiden triunfar. La neurosis de fracaso tiene su raíz en la locura de nuestros padres. Son estos:
La primera es ser “fundamentalmente malo” (Frase: En realidad habrías tenido que ser otro u otra para tener derecho a vivir)
La primera culpabilidad es ser “fundamentalmente malo”, “he frustrado a mis padres” y por eso no me merezco nada.
-Deberías de haber nacido de otro sexo…con otra identidad.
-No eres gentil, eres perezoso, me decepcionaste…
-Los que son lentos, tienen hijos hiperactivos a los que tienen que gritar: “¡Calma, calma!” Y los que son rápidos tienen hijos lentos y les gritan: “¡Muévete!” Si no eres igual, eres malo.
-Te esperábamos rubio y con ojos azules y mira…
-No eres tan inteligente como esperábamos…
La segunda es ser una carga (Frase: Por tu culpa no he podido)
La segunda culpa consiste en “ser un obstáculo”, “ellos no lo han conseguido por mi culpa, por lo tanto yo tampoco lo conseguiré”.
-Por ti dejé de hacer esto
-Me puse a trabajar por tu causa
-Fuiste una cruz para mí
-Me divorcié por tu bien
-Sacrifiqué mi vida por ti
La tercera consiste en haber traicionado (Frase: No cumpliste mi destino)
La tercera culpa consiste en “no cumplir la misión impuesta”. “Si no cumplo tu destino, no cumplo ninguno”.
-Somos católicos y tú te hiciste budista o te casaste con una africana que hacía vudú
-Somos de la extrema izquierda y tú de la ultraderecha
-Somos carniceros, ¿y tú quieres ser artista?
-¿Cómo puedes hacer pareja con esa persona?
-Todos somos de este partido político, ¡y tú me sales con esas!
-Nadie en nuestra familia ha tenido esas creencias religiosas tan raras como las que tú tienes
La cuarta es irse (Frase: Sin ti no puedo)
La cuarta culpa consiste en “si te vas, todo lo que me pase será culpa tuya, por no quedarte”. “No puedo hacer mi vida, debo hacer la que mis padres quieren, si me voy me caerá el peso de la culpa de lo que les suceda”.
-Te fuiste de la casa, hace tres generaciones que estamos encerrados aquí.
-Cuando no puedes irte al mundo, traes el mundo falso a tu casa. Si no consigues marcharte de una casa de encierro, ella va devorándote, al tiempo y que la familia va devorando a quien le pertenece.
-Un hombre es salchichero y cuando tiene un hijo lo hace salchichero, y éste tiene un hijo que hace salchichas, y si el cuarto hijo escribe poemas lo hace con infinita culpabilidad; además, esos poemas serán salchichas frustradas.
-Es el traidor, una catástrofe.
-Nos abandonas ahora que te necesitamos
-Tú no puedes independizarte
-Ese lugar al que te vas a vivir no te conviene
-No eres nadie para dejarnos de esta manera
-Tú lugar está aquí, cerca de nosotros
Sin embargo es bueno saber que no estamos en esta vida para hacernos cargo de lo que quieren los otros…
La quinta consiste en superarlos (Frase: Si yo no puedo, tú no puedes)
La quinta culpa consiste en “si ellos no lo lograron, yo tampoco”. “Si lo logro, caerá sobre mí la culpa de tener lo que no me pertenece”.
-Si yo no puedo ganar dinero tú tampoco puedes
-Es un agotamiento del árbol.
-No nos realizamos para mantener el contrapeso del árbol
-No hay buena relación en la pareja de los padres, por tanto en la de los hijos tampoco
-Estamos insatisfechos sexualmente, tú también lo estarás
-Quisimos estudiar y no pudimos, así que tú tampoco
Para confrontar con los padres y superar la neurosis de fracaso, es recomendable elegir un lugar neutro, aceptar desde el principio que no pedimos que las personas cambien, la reparación se hace directamente al ser esencial de la otra persona, aceptar que esa persona te dará lo que tú le pides o no te lo dará; si ella no te lo da, el cosmos te lo dará. Para hacer la confrontación con personas que han muerto, lo podemos hacer en su tumba, y siempre acabar de forma positiva, por ejemplo, escribiendo con miel palabras de sanación.
En el encuentro confrontación se tratarán los siguientes puntos que prepararemos con anticipación:
1º-Esto es lo que me has hecho
2º-Esto es lo que sentí
3º-Esto es lo que produjo en mi vida
4º-Esto es lo que sigo padeciendo
5º-Esta es la REPARACIÓN que me debes.
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BNE Torreón
Fuente: Alejandro Jodorowsky, Plano sin fin