Javier Baena Preysler / Elena Carrión Santafé / Concepción Blasco Bosqued / Universidad Autónoma de Madrid
En 1992, la Agencia Española de Cooperación Internacional de la Universidad Nacional de Colombia, junto con el Real Jardín Botánico y el INDERENA, desarrollaron la que sería la tercera expedición a la sierra del Chiribiquete en Colombia, dentro de un proyecto integrado en el que colaboraría igualmente el Departamento de Prehistoria y arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid. Tales trabajos permitieron importantes descubrimientos botánicos y zoológicos, e igualmente permitieron el impulso de nuevos hallazgos arqueológicos, conocidos inicialmente en campañas anteriores. Como resultado de la misma, hoy en día podemos afirmar que nos encontramos ante una de las zonas arqueológicas con mayor importancia de Sudamérica inscrita dentro del impresionante contexto ambiental de la selva Amazónica septentrional.
La zona, enclavada entre los departamentos de Guaviare y Caquetá (sur del país) está comprendida en la región de Guayana, complejo Macarena. Desde un punto de vista geológico, nos encontramos ante formaciones elevadas de edad paleozoica que sufrieron importantes modelados desde finales del Terciario y a lo largo del Cuaternario. En ellas resaltan las mesetas (denominadas mesas), formaciones de areniscas con cimas planas y paredes verticales con alturas que llegan a superar los 500 metros sobre el nivel del mar (figura 1). La sierra que forman puede dividirse en tres áreas principales: Macizo Norte, Macizo Central y la mesas de Iguaje, drenadas por una compleja red hidrográfica que pertenece a la cuenca amazónica. Dentro de la Serranía del Chiribiquete encontramos dos sistemas diferenciados: El sistema Amcayá-Ajaju-Apaporis (que recoge las aguas del Macizo Norte y de algunas de las vertientes del Macizo Central), y el sistema San Jorge-Mesay-Yarí, que aliviaría al resto de las formaciones.
Figura 1. Mesas de la Sierra del Chiribiquete. |
Desde un punto de vista climático, poco conocemos dela zona. Sin embargo, basándonos en los datos procedentes de otras dos estaciones próximas, parece que nos encontramos con un régimen de lluvias más cercano a la Orinoquia que a la Amazonia, fuertemente marcado por los vientos alisios del NE. Este clima presenta fundamentalmente una estación seca entre diciembre y febrero, aunque también se dan disminuciones pluviométricas ente agosto y septiembre. Las fluctuaciones térmicas en la zona son fuertes. Durante la estación seca y de día encontramos valores de 32 Cº y una humedad relativa del 40%, descendiendo por la noche a 20Cº y a una humedad Relativa de hasta el 100%. Todo ello ha configurado desde un punto de vista biológico, una enorme diversidad, tanto botánica (con formaciones de bosque y sabana casmofita en la que domina especialmente la Bonnetia), como faunística (Cardiel 1993), en parte reflejada en los testimonios arqueológicos descubiertos en la expedición.
Figura2. Distribución de hallazgos arqueológicos en la Sierra del Chiribiquete. |
Los trabajos arqueológicos de prospección se organizaron mediante sobrevuelos en helicóptoero, y estuvieron centrados básicamente en la depresión conocida como Cañón del Tigre. Mediante distintos recorridos, fueron localizados un total de 36 abrigos (Fig. 2) con testimonios pictóricos, dentro de lo que necesariamente fue una exploración muy parcial del total de a Serranía debido a limitaciones materiales, a la hostilidad del medio y la dificultad del trabajo de campo (con largos recorridos a pié acompañados de difíciles ascensos). La documentación se recogió de forma preferente sobre soporte fotográfico, registrándose con mayor precisión el Abrigo de los Falos, el Abrigo del Puerco Espín, El Abrigo del Pajuil, el Abrigo de la Selva y el Abrigo del Arco (Fig. 2). La documentación gráfica se acompañaría en algún caso de cortes de sondeo (Abrigos de la Selva y del Arco), obteniéndose diversas muestras (niveles de carbones, hogares, restos de fauna, semillas, placas con restos de pigmentos, restos de ocres, etc.). Los análisis demostraron el uso como colorante de óxidos de hierro sin traza orgánica. Merced al trabajo elaborado por el Dr. Thomas Van der Hammen, fue posible obtener una secuencia cronológica C14 que en Abrigo del Arco se remontaba a 23 650 BP, si bien los niveles antrópicos no se iniciaban con serguridad (restos de fauna, semillas) hasta el 5 560 BP., aunque no puede descartarse en función de la secuencia una ocupación más temprana (Baena et al. 1996).
Por su parte, el límite superior de la ocupación fue establecido en el Abrigo del Arco a partir de los hogares del los niveles superiores en 600 BP, aunque Reichel -Dolmatoff (1986) anota cómo la zona el Chiribiquete ha sido ocupada hasta fechas muy recientes por comunidades karijornas). En cualquier caso, y aún asumiendo la continuidad de la presencia humana en los abrigos de la zona a lo largo de milenios, no se observa en ningún caso la posibilidad de que existiera asociada una finalidad de asentamiento. Se trataría probablemente de grupos móviles de cazadores recolectores recorriendo un área, que, por otra parte, no ofrece fácilmente recursos aptos para sostener el sedentarismo.
En cuanto a las manifestaciones pictóricas, cabe distinguir algunos rasgos comunes:
- La ubicación de los restos pictóricos se lleva a cabo en sobre abrigos de escasa profundidad, pero con amplias bocas, con viseras que oscilan entre 1 y 5 metros. Dentro de las mesas, su posición en altura es elevada, y suelen enclavarse en repechos rocosos poco accesibles.
- Al parecer el arte se realiza con posterioridad a una preparación previa del soporte rupestre a decorar. Por este motivo, se puede apreciar una intensa agregación y superposición de temas y escenas en algunos de los abrigos, como el e caso del Abrigo del Selva. Es posible, sin embargo, que lo que nosotros consideramos preparación sea el resultado de la pérdida de pigmentación de testimonios más antiguos. En este sentido, es fácil apreciar una degradación en la intensidad de los pigmentos que en nuestra opinión, podría facilitar un análisis de fases, estilos y superposiciones en cada uno del los abrigos.
- La gran densidad de testimonios en la Sierra del Chiribiquete puede ser el resultado tanto del único ambiente en el que se localizan soportes adecuados para la expresión, como consecuencia de la asignación a estos entornos por parte de las comunidades primitivas de un cierto carácter mágico estrechamente relacionado con la piedra y la propia elevación. Visualmente, es sin dudad el resultado del impacto del contraste de esta sierra con el extenso e interminable tapiz vegetal llano que la rodea aunque esta impresión es más fácil de reconocer por nosotros que por sus primeros moradores, dadas las características de la prospección realizada.
- La orientación topográfica puede responder a la existencia de determinados pasos o vías de acceso o recorrido de la sierra, algo que se puso de manifiesto de forma muy clara en el Cañón del Tigre.
- La frecuencia de motivos pictóricos en cada abrigo, como suele suceder, presenta un gradiente de intensidad con la altura. Los temas a más de 2 metros empiezan a escasear, siendo muy abundantes en baja altura. No obstante resulta llamativa la elevada altura a la que pueden seguir apareciendo testimonios.
- En una primera aproximación estilística se pueden apreciar múltiples estilos y calidades, empleado técnicas pictóricas similares. Las características básicas de estas representaciones son:
- La presencia dominante de tintas monocromas, primordialmente pintadas en línea y con menor frecuencia, con empleo de tintas planas para el relleno de la figura. De existir éste, aparece normalmente asociado a la representación del jaguar.
- Los motivos se representan siguiendo estilos que van desde el más puro naturalismo, pasando por el seminaturalista, hasta encontrar de forma más ocasional el uso de esquemas o ideogramas.
- El tamaño de las figuras varía en función de la altura, tendiéndose a representar las figuras mayores en posición elevada y reservando las zonas inferiores para los elementos de menor tamaño.
- La composición suele variar junto a los estilos (aunque hay excepciones en el Abrigo de la Selva), de forma que motivos aislados se realizan por lo general de forma naturalista, frente a las escenas más o menos narrativas asociadas a estilos seminaturalistas.
Figura 3. Registro fotográfico de abrigos documentado durante la tercera expedición a la Sierra del Chiribiquete. Imágenes del Abigo de la Selva.
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Por su parte, la temática de las representaciones es variada y permite también una mínima clasificación:
–Temática naturalista-seminaturalista de zoomorfos. Entre ellos destacan por su abundancia las siguientes especies: el jaguar, el ciervo, algunos suidos, antas, serpientes, aves, puercoespines, monos, e insectos. En contadas ocasiones es posible identificar escenas figurando bandas o manadas de animales, o incluso animales atrapados en trampas o redes (ver figuras 3 y 4.4 y 4.5).
–Temática seminaturalista – esquemática de antropomorfos (figuras 4.1, 4.2 y 4.3): no suelen ser figuras asiladas, sino asociaciones narrativas muy variadas. Así por ejemplo destacan las escenas de caza (con empleo de propulsor), recolección sobre palmeras, transporte de alimentos, danzas o reuniones, luchas y motivos en relación con la fecundidad. En algunos casos es posible interpretar la presencia de un personaje destacado, quizás chamán (dada su asociación con vestiduras singulares y su representación en mayor tamaño). Estaríamos en este caso ante escenas de carácter ritual.
–Temática fitológica de carácter naturalista o seminaturalista: el tema es abundante, pero monótono. Se trata normalmente de representaciones de tipo palmera, bien de forma aislada, bien como elemento en germinación, con presentación de la semilla en clara alusión a la idea de fecundidad. A veces la representación de la semilla-flor de la palmera aparece como tema aislado (ver figura 4.6).
–Temática ideográfica: Domina en este caso la aparición de manos en positivo, en algunos casos con una clara asociación con elementos faunísticos (como la asociación de varios positivos de manos en torno a figuras naturalistas de animales). No fueron localizados restos de manos en negativo, positivos-negativos de pies, comúnmente asociados a etapas antiguas de la zona sur de Estados Unidos, Colombia y Sur de América. Otro tipo de elementos encontrados corresponde a la representación de serpentiformes (con técnica puntiforme ; posible trazados de ríos o pistas) y tectiformes (en este caso muy cercanos a la idea de cercados o redes), en algunos casos, con la representaciones animales en su interior.
Figura 4 Registro fotográfico de los principales abrigos documentado durante la tercera expedición a la Sierra del Chiribiquete. . 1-3 Abrigo de los Falos, 4-5.Abrigo del Puercoespín, 6. Abrigo del Arco.
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A raíz de los hallazgos, el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UAM y el Servicio de Cartografía de tal institución (SCUAM), realizaron en su momento distintos procedimientos de registro y análisis de los testimonios pictóricos localizados en la sierra del Chiribiquete, con el soporte de herramientas de edición y el apoyo de los Sistemas de Información Geográfica. El primero de los objetivos fue llegar a una restitución lo más ajustada posible de los contenidos de los paneles pictóricos procedentes de los abrigos a partir de la documentación de campo, mediante rasterización y posterior vectorización de algunos de los montajes de campo. La aplicación de estas tecnologías ha permitido elaborar un protocolo de trabajo con estos materiales que se revela enormemente eficaz en el estudio de discriminación y asociación de motivos y fases de elaboración, aplicable en especial en el caso de paneles intensamente pintados, en los que conviven secuencias estilístico-cronológicas diferenciadas (Baena et ali 1996).
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Cómo citar este artículo: BAENA PREYSLER, Javier , Elena Carrión Santafé y Concepción Blasco Bosqued . Hallazgos de arte rupestre en la serranía de Chiribiquete, Colombia. Misión arqueológica 1992 . En Rupestre/web, http://rupestreweb.tripod.com/chiribiquete.html
2004
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