Mientras todo el mundo está distraído con lo que sucede en Grecia, China está experimentando un fallo dramático en las bolsas que de seguir así, podría tener graves consecuencias.
Los excesos de China han sido tan espectaculares, que su caída en picado también puede resultar igualmente atronadora.
Según algunos expertos, China está repitiendo los errores de los Estados Unidos de la década de 1920 y en muchos aspectos está reproduciendo datos estadísticos parecidos al mayor crack bursátil sucedido en Wall Street y que llevó a la Gran Depresión que se prolongó durante una década.
Un artículo en el periódico The London Telegraph expone los paralelismos peligrosos entre la China actual y los EEUU de 1929:
“Mientras todos los ojos occidentales siguen firmemente centrados en Grecia, una crisis financiera potencialmente mucho más significativa se está desarrollando en el otro lado del mundo. En algunos sectores, ya está siendo llamada la China de 1929, el año de la caída de la bolsa más infame en la historia y el comienzo de la catástrofe económica de la Gran Depresión.
Los paralelismos con 1929 son extraños.
Después de más de una década de crecimiento frenético, de creación de riqueza extraordinaria y de excesos, ambas economías, EEUU en 1929 y la China de hoy, se encuentran en etapas más o menos similares. El dinero prestado, o el margen de inversión, jugaron un papel importante en estos dos brotes de especulación excesiva.
El último año antes del crack de 1929, el mercado de valores aumentó en casi un 50%. Esto mismo es lo que ha sucedido en Shanghai, también. Excluyendo solo al sector bancario, las valoraciones para casi todo lo demás se han disparado, de forma incluso superior a lo que sucedió en Wall Street. Además, al igual que en los EEUU de 1920, el auge del mercado de valores de China ha ido paralelo a una gigantesca burbuja inmobiliaria igualmente especulativa.
Ya hay señales que advierten de una desaceleración, similares a los que precedieron al crack de 1.929: precios en caída de las materias primas y un hiato virtual en el crecimiento del comercio mundial. La economía china es como uno de esos personajes de dibujos animados que se las arregla para seguir corriendo mucho después de salir del borde del acantilado, hasta que mira abajo, se da cuenta de que no tiene debajo de los pies y acaba cayendo en el abismo.
Si al final esto no se convierte en una crisis económica calamitosa, será gracias a la respuesta que se pueda dar a ello. Los políticos han aprendido una cosa o dos desde 1929; ahora sabemos que el daño real de las crisis financieras no lo provoca la propia caída de las bolsas, sino el colapso del sector bancario. Los mercados de valores, en realidad son sólo una señal de la contracción del crédito que está por venir”
Posiblemente, el Telegraph se exceda en su comparación entre la situación actual de China y el gran crack de 1929.
Pero lo que nadie puede negar es que las advertencias sobre un posible colapso y acerca de la creciente inestabilidad de los mercados mundiales, son algo real y tangible.
A todo ello, debemos añadir un pequeño detalle, acaecido durante el día 8 de julio: la bolsa de Nueva York ha cesado sus actividades a causa de un presunto “fallo técnico”, aún no especificado.
Pero curiosamente, ese “oportuno” fallo técnico se ha producido cuando el Hang Seng Index chino se hundía en la mayor caída desde la crisis financiera de 2008.
Las acciones chinas estaban sufriendo enormes descensos antes del cierre repentino de la Bolsa de Nueva York y alguna gente especula con la posibilidad de que Wall Street haya provocado ese supuesto “problema técnico”, para impedir un posible contagio debido a la caída libre en China.
Recordemos que las empresas en China han caído un 20% desde sus máximos de mayo y el desplome del mercado de valores de China ha dilapidado alrededor de 3,2 billones de dólares desde el 12 de junio.
Las pérdidas en menos de un mes equivalen al doble de todo el mercado bursátil de La India o al PIB de Reino Unido.
Curiosamente, nadie se centra en este asunto, a pesar de que potencialmente, podría tener graves consecuencias para todos…
Todo lo que sube, baja. Todos los imperios caen. La envidia y la ambición pueden con todo. todo.