El incidente ocurrió en la tarde del 08 de abril 1665 a las 2 pm, cuando un grupo de pescadores anclados en Stralsund, Alemania, presenció lo que describieron como «barcos en el cielo» que participan en la batalla. El escritor Erasmus Francisci describe la escena:

«Varios pescadores primero dijeron que habían visto un gran enjambre de pájaros estorninos volando en el cielo sobre las 14:00, procedentes del norte sobre el mar. Ellos cambiaron a batalla de barcos que luchaban entre sí. Una gran cantidad de humo se genero. Nuevas naves seguían apareciendo, chicos y grandes, y la batalla se prolongó durante unas horas. Una vez que la visión inicial había desaparecido, el escenario cambió.»

«Después de un tiempo fuera del cielo llegó una forma plana y redonda, como un plato, luciendo como un gran sombrero de hombre … Su color era el de la luna creciente, y se cernía justo sobre la iglesia de San Nicolás. Allí permaneció inmóvil hasta la tarde. Los pescadores, preocupados por la muerte, no querían mirar más lejos en el espectáculo y enterraron sus rostros en sus manos.».

Según el informe de Francisci, los hombres que habían sido testigos de los objetos en los días siguientes cayeron enfermos y sufrieron de temblores, dolores de cabeza y de las extremidades. Todo el incidente más tarde se consideró «inexplicable» y la causa de los síntomas de los hombres nunca fue encontrado.

El berlinés Ordinari und Postzeitungen también escribió acerca de la visión: «Uno de estos pescadores habían estado enfermos en sus pies. Todos los ciudadanos que han observado esto son fiables. Ayer, el señor coronel von der Wegck y Docter Gessman interrogo a dos de los 6 pescadores.» El investigador alemán Von Ludwiger añade: «… Lo que los pescadores vieron era un plato con una cúpula (el sombrero de hombre) de color naranja (como la luna creciente) que flotaba inmóvil durante mucho tiempo y actuó sobre los testigos como si ellos se hubieran puesto enfermos por una fuerte radiación.»

En su análisis del caso publicada en la revista EdgeScience en Junio del 2015, los investigadores Chris Aubeck y Martin Shough buscaron varias explicaciones posibles para lo que los pescadores habían visto, pero no pudieron encontrar una respuesta definitiva.

Al final se llegó a la conclusión de que era «un caso notable y – verdad o no – debe ser considerado entre los primeros supuestos avistamientos de ‘platillo volante’ de la historia.»

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