Del mismo modo que los adultos, los niños también tienen dificultades con el estrés. Un exceso de tareas, los conflictos en sus familias y los problemas con los compañeros suelen ser los factores de estrés que abruman a los más pequeños.
Por supuesto, una cierta cantidad de estrés es normal. Es habitual sentirse estresado por comenzar la escuela o ante la perspectiva de un examen importante. La clave para ayudar a los niños a manejar el estrés tiene que ver con enseñarles a resolver sus problemas, planificar y saber cuándo decir no a las diversas actividades y compromisos.
He aquí algunos consejos para ayudar a tus hijos a manejar el estrés con éxito.
1 . Controlar la sobreactividad.
Uno de los mayores factores de estrés para los niños es el exceso de actividades. Hoy se espera que los niños presten atención y trabajen en la escuela durante siete horas, sobresalgan en las actividades extracurriculares, vuelvan a casa, terminen la tarea y vayan a la cama para volver a hacerlo todo de nuevo al día siguiente. Pero ¿dónde está el tiempo de inactividad?.
Los niños necesitan ese tiempo de inactividad. Sus cerebros y cuerpos necesitan descansar y ellos no pueden darse cuenta de esto por sí mismos. Así que saber si tu hijo tiene un exceso de actividades es importante al objeto de asegurarte de que en su agenda hay suficiente tiempo de inactividad.
2 . Dedicar un tiempo para jugar.
Es importante realizar actividades en las que no exista la presión o la competencia. Los niños más pequeños suelen hacer esto de forma natural. Pero los niños de más edad pueden olvidar simplemente cómo jugar. Combinar el juego con la actividad física es también fundamental para el bienestar.
3 . Hacer del sueño una prioridad.
El sueño es vital para todo, desde reducir el estrés hasta impulsar el estado de ánimo o mejorar el rendimiento escolar. Si tu hijo no está durmiendo lo suficiente puede ser otra señal de alerta de que está demasiado atareado. Una vez más, reducir los compromisos suele ayudar. También es útil hacer hincapié en la importancia del sueño y en la creación de un entorno que lo facilite.
4 . Enseña a tus hijos a escuchar sus cuerpos.
Enseña a tus hijos a comprender su propio cuerpo y la fisiología del estrés. Anímalos a escuchar lo que sus cuerpos están diciendo. Si bien es normal que el estómago de un niño se sienta nervioso en el primer día de escuela, salir de clase por un dolor de estómago o despertarse varias veces con un dolor de cabeza es un signo de que hay demasiadas cosas.
5 . Maneja tu propio estrés.
El estrés es muy contagioso. Cuando los padres están estresados, los niños también se estresan. Si estás viviendo en un ambiente poco estructurado tu hijo lo notará de inmediato. Es importante servir de modelo a tus hijos para que lleguen a afrontar con eficacia el estrés.
6 . Prepara a tus hijos para hacer frente a los errores.
Una gran parte del estrés infantil proviene del miedo a cometer errores. Hay que recordarles que no se espera de ellos que lo hagan todo bien. Además, si bien es cierto que tomar buenas decisiones es una habilidad importante, es tal vez más importante aprender a recuperarse de una mala decisión.
Es fácil estresar a nuestros hijos por no ayudarles a entender que meter la pata es parte del proceso.
Es necesario ayudar al niño a entender los pasos a seguir después de una mala decisión.
—
Psicopedia.org
hermandadblanca.org