Foto: Yacimiento de Zhoukoudian
Fuente: china.org.cn | 19 de julio de 2015
Las nuevas evidencias han sido encontradas en un yacimiento arqueológico cerca de Beijing, lo que sugiere que este ancestro del hombre moderno fue capaz de utilizar el fuego hace más de 600.000 años.
Los resultados de la investigación fueron anunciados el pasado viernes, después de que los arqueólogos invirtieran tres años en la excavación del yacimiento de fósiles de Zhoukoudian, en los suburbios occidentales de Beijing.
Según Gao Xing (izquierda), investigador del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias, un espacio de fuego, en un suelo sinterizado, con huesos y rocas quemadas, fue descubierto en el lugar.
«Algunos de los huesos de animales fueron completamente carbonizados, volviéndose negros tanto por el exterior como por el interior», dice Gao. «Ello nos permite concluir que fueron resultado de una quema».
«También se encontraron lugares de fuego rodeados por rocas y cal, resultado de la combustión de la piedra caliza», añadió Gao.
Los fósiles de Hombre de Pekín fueron descubiertos en la década de 1920, incluyendo un cráneo entero, lo que provocó que Zhoukoudian se ganara la fama de ser uno de los lugares de nacimiento de los seres humanos.
Cenizas, huesos y piedras quemadas, así como semillas carbonizadas, también fueron halladas en 1929, según recuerda Gao, llevando a muchos arqueólogos a aceptar que el Hombre de Pekín sabía cómo usar el fuego.
Foto: Réplica del cráneo hallado en 1929 (actualmente desaparecido).
Sin embargo, ha habido siempre el escepticismo de que todo ello fuera resultado de un fuego natural.
«Las evidencias en esta ocasión son más convincentes», afirma Gao. «Han sido encontradas debajo de la tierra sin tocar, sin daños debido al clima».
«Esto nos muestra que el Hombre de Pekín no sólo sabía hacer astillas de leña, sino que conocía cómo controlar el fuego», concluye.
Terrae Antiqvae