La organización ecologista Greenpeace acaba de publicar el primer mapa estatal de cultivos transgénicos comerciales en España. También incluye los municipios que se han declarado libres de transgénicos. Los datos recopilados por esta asociación NO coinciden con los que proporciona el Ministerio de Agricultura.
Como advierte Luis Ferreirim, coordinador de la campaña de Transgénicos de Greenpeace, el mapa
no está todo lo completo que nos gustaría, pues muchas comunidades autónomas siguen sin contestar a sus obligaciones legales, pero tras 17 años de cultivo ya era hora de ofrecer algo así”.
El mapa ofrece las cifras más realistas de la superficie cultivada en España en 2014 con el maíz transgénico MON810 (el único autorizado en la Unión Europea, fabricado por Monsanto) así como la distribución de los cultivos por municipios. España es el único país de la UE donde se cultivan transgénicos a una escala importante.
Según las estimaciones del Ministerio de Agricultura en 2014 se sembraron 131.537,67 hectáreas.
Sin embargo, la experiencia de Greenpeace demuestra que estos datos no son fiables, por lo que desde hace años se solicita la información directamente a los Gobiernos de las comunidades autónomas, que no coinciden con los del Ministerio.
Así pues, el mapa refleja los datos de las doce comunidades que han ofrecido datos propios, los aportados por el Ministerio para las otras cinco, lo que suma 82.792 ha, una cifra muy inferior a la declarada por el Ministerio. Me pregunto yo qué interés tendrán nuestro altos funcionarios en ocultar la verdad en este ámbito.
En Europa solo está permitido el cultivo de un transgénico para fines comerciales, el maíz MON810, cuya autorización caducó en 2008 y que sigue en un eterno proceso de reevaluación (¿para fabricar la duda sobre su convenniencia o no?). Se trata de un maíz que ha sido modificado genéticamente para producir un insecticida, desde que germina hasta que se cosecha.
Este insecticida, aunque se destine a acabar con un insecto que afecta al maíz llamado “taladro”, afecta también a otros seres vivos, incluso especies beneficiosas que ayudan al agricultor a controlar las plagas. Además, su uso continuado puede generar resistencia en el propio taladro. Leed bien el informe que es muy ameno y breve y sus gráficos ayudan a entender bien el asunto.
¿Qué podemos hacer? apostar por la agricultura ecológica a través, por ejemplo, de criterios concretos de compra pública que fomenten los productos ecológicos y de medidas que apoyen los productores ecológicos. Eso lo pueden hacer las administraciones locales, no sólo la central. También se pueden desarrollar o potenciar las cooperativas de consumo eológico, que trabajan directamente con los agricultores y ganaderos.
Cuanto más amplia sea la superficie dedicada a la agricultura ecológica menos posibilidades de expansión tendrán los cultivos transgénicos, menos impacto ambiental y mayor calidad de viday prevención de enfermedades.
http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Transgenicos/mapa-de-espana/