«La Poderosa Ley del Mínimo Esfuerzo»

La ley del mínimo esfuerzo es una de las 7 leyes espirituales del éxito que aparecen en el famoso libro de Deepak Chopra. Como ley espiritual es inexorable, eso significa que aplicada en la forma correcta siempre se cumple.

La ley del mínimo esfuerzo consiste en que ante varias posibilidades, la mejor opción es la que implique el menor gasto de energía y eso no significa no hacer nada sino actuar de forma mucho más inteligente y eficiente.

Siempre hay maneras más sencillas de satisfacer las necesidades y exigencias diarias. Para esta ley lo fácil es bueno, menos es mucho más y bien es suficiente. Esta ley tiene mucho que ver con abandonar el control y dejarse fluir.

Voy a explicarte esta poderosa ley del mínimo esfuerzo a través de cuatro puntos fundamentales:

1. Sortea los obstáculos

Cuando de forma reiterada te encuentras con obstáculos, resistencias o agobios, créeme, no estás fluyendo en absoluto; lo más probable es que estés aplicando mucho esfuerzo y obteniendo muy pocos resultados y poca satisfacción, a la larga eso se traduce en una palabra: frustración.

La frustración, la obsesión, el agobio y el estrés son indicativos de que estás forzando la maquinaria, obsesionándote y pasándote de rosca. Si haces esto a menudo puedes caer en un horrible estado de agotamiento y frustración permanente.

No por mucho hacer significa que estés siendo productivo, la productividad depende de tu claridad e inspiración más que de tus acciones.

2. La eficacia de la inspiración

Ponerte a actuar rápidamente para que las cosas salgan a tu manera y cuanto antes es una tarea ardua y tediosa. Toda acción proveniente de la inspiración es eficaz porque no es encorsetada y por lo tanto se encuentra libre de cargas y resistencias, sin embargo toda acción que proviene de la frustración solo genera más frustración.

Si te encuentras cansado, agobiado o frustrado NO ACTÚES. Espera a sentirte de otra manera y verás como todo empieza a fluir y te sientes más productivo.

Cundo sientas que todo lo que te rodea está caótico y no eres capaz de solucionar nada ya sea en tu trabajo, en una relación o en tu vida en general, intenta descansar y hacer algo que te recargue las pilas, eso será lo más productivo que puedas hacer por ti y por los demás en ese momento. La productividad depende de lo bien que te sientes contigo y no de tu empeño en solucionar las cosas.

La creatividad te ayudará a realizar acciones más simples pero más correctas y mucho más potentes; por eso muchas personas que se encuentran atascadas de repente dan un paseo y zas aparece una solución, un buen descanso y de pronto aparecen nuevas alternativas, un sueño reparador y se produce un cambio en tu perspectiva… como habrás deducido para ser creativo no te queda otra que buscarte las mañas para volver a reconectarte y vibrar en positivo.

3. Cambia el enfoque

Si algo no ocurre como quieres tienes que dejar a un lado la queja y aceptar lo que te está sucediendo para posteriormente hacer un cambio sutil en cómo estás enfocando la situación.

En el momento en que aceptas y te relajas, todo se ordena por sí solo y te permites abrir un espacio donde se amplía enormemente tu perspectiva. Aceptar es el arte de la no resistencia, aceptar es comenzar a fluir.

Estos son los pasos para comenzar a fluir:

-No quejarte, no culpar
-Aceptar la situación tal y como está ocurriendo
-Colocarte en la postura de un observador desapegado de lo que ocurre
-Estar abierto a que ocurra algo nuevo y diferente
-Buscar respuestas o soluciones creativas hasta que des con la que te inspire a actuar

4. La clave es el disfrute

Disfrutar y estar centrado en el presente y no en los resultados futuros son los indicativos de que estás fluyendo y cuando realmente fluyes, accedes a una fuente de inspiración inagotable en la que misteriosamente no te sentirás cansado porque estarás implicado con todo tu ser desde un aspecto más lúdico.

El truco final consiste en hacer las cosas desde el juego y no desde la obligación y eso no significa irresponsabilidad, significa flexibilidad para permitirse errores, fracasos, críticas y sobre todo descansos. No estás aquí para hacer las cosas perfectas, estas aquí para aprender experimentando, disfrutando y aplicando nuevas opciones creativas.

Empezar a aplicar la ley del mínimo esfuerzo es una cuestión de actitud, de empezar a soltar todas las cargas impuestas y autoimpuestas y centrarte en hacer sólo lo que es esencial, con eso es más que suficiente.

¿De qué te servirá ser un gran corredor maratoniano, dejarte la piel en el camino y alcanzar siempre tus objetivos, si al final te has olvidado del proceso y te encuentras sin energía para saborear los frutos?

Atrévete a aplicar esta ley, te ayudará a conseguir más haciendo mucho menos.

Lectura recomendada: Las Siete Leyes Espirituales Del Éxito


Compartido por​ ​Virginia de la Iglesia
psicopedia.org

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