El proyecto de intervención en el poblado ibérico de Calafell tiene la pretensión de transformar el conjunto en un modelo en el que sea comprensible su interpretación por un público de amplio espectro. Durante muchos años I’arqueología ha desarrollado un lenguaje que hace casi imposible para un profano leer y comprender los trabajos de investigación y, lo que es más grave, incluso los de síntesis. De esta forma, la tarea de divulgación del patrimonio arqueológico se ha hecho muy difícil. A todo esto hay que añadir que la gran mayoría de yacimientos arqueológicos excavados no han musealizado y están en tan lamentables condiciones que no son ni visitables; falta la conservación, la rotulación, las indicaciones y las publicaions.
(1) Por otra parte, los pocos yacimientos arqueológicos consolidados y conservados no suelen cumplir bien su función de divulgación del patrimonio; cualquier ciudadano curioso, si se quiere enterar, ha de intentar comprender un auténtico laberinto de muros pequeños, sobrepuestos los unos encima de los otros, sin más ayuda que unos planos y esto en el mejor de los casos. (2) No es de extrañar que mucha gente culta, ante de estas dificultades, opte por dejarlo correr.