El Arca de la Alianza es famosa por su poder y descargas de energía. Aquellos que no estuvieran cualificados para tocarla, o incluso mirarla, estaban abocados a la muerte, al dolor y al sufrimiento:
- Uzzah fue afectado por un relámpago de energía ardiente proveniente del Arca cuando alargó la mano para tocarla. En Samuel 6:7 se dice: Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
- En la época donde el Arca se encontraba custodiada en la ciudad de Silo, su primera residencia de larga duración, los israelitas debieron enfrentarse a los filisteos. Los israelitas, temerosos del poder de los filisteos, fueron a Silos en busca del Arca. El día de la batalla, los poderes del Arca no se mostraron, y los israelitas perdieron la guerra. Silo terminó destruido, y el Arca fue capturada por los filisteos, que la llevaron como trofeo de guerra a su capital, Ashdod. Una vez en dicha ciudad, el Arca volvió a mostrar todo su poder derribando sus templos, sus dioses, y causando la muerte de mucha gente. Finalmente, los filisteos decidieron devolver el Arca a los israelitas, que lo trasladaron a Bet Shemesh. Los israelitas de Bet Shemesh, al ver llegar el Arca se alegraron y salieron a su encuentro, abrieron el Arca y miraron dentro. Dios castigó a todos los que miraron aquello que les era prohibido ver. Los escritos hablan de la muerte de 50.070 personas.
- Los hijos mayores de Aarón (hermano mayor de Moisés), Nadav y Avihú, murieron abrasados por el fuego divino, luego de haber transgredido las estrictas leyes del sacerdocio. Los hijos de Aarón murieron cuando, sin permiso, intentaron ofrecer incienso al Arca y un rayo de energía brillante surgió y los consumió.
El Arca es, sin duda, el artefacto más importante y sagrado de los judíos. Gracias a ella, vencieron a infinidad de enemigos, les sirvió como guía a la salida de Egipto camino de la tierra de Israel, les ayudó a superar obstáculos, etc…
Estamos ante un artilugio que va mucho más allá de la física y de la tecnología, de la ciencia que conocemos. La alquimia, que tanto fue objeto de estudio por las mayores mentes de la historia, hacía uso de las energías etéricas y astrales, para crear reacciones que configuraran la materia a nivel cuántico. La existencia de una energía vital presente en todas partes, con la capacidad de convertirse en energía positiva o negativa, teniendo según esta polaridad efectos buenos o malos sobre los organismos vivos.
Los efectos eléctricos del Arca, podrían perfectamente ser efectos secundarios de procesos etéricos. El Arca, cuando era transportada, era envuelta completamente en un material aislante, y absolutamente nadie de quienes la transportaban, podían tocar ni mirar directamente. Cuando acampaban, el Arca era custodiada dentro del Tabernáculo.
El Tabernáculo, realmente era un entramado diseñado para contener y rodear de forma segura el Arca. La primera tienda alrededor del Arca estaba hecha de fibra de lino, la segunda de pelo de cabra tejido, la tercera de pieles secas de animales. Esta gran amalgama de capas superpuestas servían de protección para el Arca. Esta protección solamente sería necesaria si el Arca estuviera emitiendo un fuerte campo de energía.
La elección de estos materiales no es casual. La fibra de lino posee una estructura cristalina espiral. Las hebras de pelo y la lana son excelentes atenuadores o reflectores de ondas gravitacionales. Además, la lana posee la cualidad de disminuir la intensidad de la energía etérica. El oro, la plata y el cobre fueron los únicos metales empleados para construir el Arca y el Tabernáculo. Estos metales son no-magnéticos. El hierro fue estrictamente prohibido, el cual, sí que posee enorme cualidades magnéticas. Por algún motivo, los materiales ferromagnéticos interferían en el funcionamiento del Arca.
De todo el poder que tenía el Arca, me llama poderosamente la atención lo selectiva en la forma en que actuaba y sobre quién o quienes lo hacía. Realmente para que no fueras víctima de su ira, debías ser considerado una persona con una elevada espiritualidad, lo cual significaba una integridad etérica y astral. Sólo aquellos con el más elevado entrenamiento espiritual podían acceder a la cámara interna en donde estaba localizada el Arca.Aquellos que desobedecían las órdenes encomendadas o eran espiritualmente impuros, eran mortalmente afectados o se les hacía enfermar. Sólo los sacerdotes levitas podían manipular el Arca sin ser dañados.
El Arca de la Alianza no era simplemente un artefacto de alto voltaje, sino un aparato demiúrgico que traducía las cualidades astrales y espirituales en manifestaciones físicas.
El Rey David, decidió trasladar el Arca a Jerusalén, donde fue depositada en una pequeña tienda, a modo de Santuario, construida por él mismo. Años más tarde, su hijo Salomón, construiría el Templo de Jerusalén, el Templo de Salomón, para custodiar y salvaguardar el Arca de la Alianza. Sería allí, donde se perdería su pista para siempre.