Uno de los proyectos científicos más controvertidos y enigmáticos de los últimos tiempos que ha dado origen a un sinnúmero de teorías conspirativas es el HAARP, cuya función es estudiar las propiedades de la ionosfera para potenciar las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia. Sin embargo, algunos expertos afirman que algo grande se oculta detrás de este misterioso proyecto.
El programa de investigación de aurora activa de alta frecuencia, o HAARP (por sus siglas en inglés, High Frequency Active Auroral Research Program), es un programa cuya función es estudiar las propiedades de la ionosfera para potenciar las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia (como la detección de misiles).

Está subvencionado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos, la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de Defensa (DARPA) y la Universidad de Alaska. El programa tiene lugar en una instalación situada cerca de Gakona, en Alaska.

Funcionamiento

En 1993 comenzó a funcionar la estación HAARP. El principal dispositivo de la instalación es el instrumento de investigación ionosférica (IRI, acrónimo en inglés), un potente radiotransmisor de alta frecuencia que se emplea para modificar las propiedades en una zona limitada de la ionosfera. La ionosfera es una capa de la atmósfera terrestre situada entre la mesosfera y la exosfera cuya altitud varía entre los 80 y los 500 kilómetros.

Entre sus propiedades está reflectar las ondas de radio emitidas desde la superficie terrestre, lo que posibilita que estas puedan viajar grandes distancias sobre la Tierra gracias a las partículas de iones (cargadas de electricidad) presentes en esta capa. La instalación del proyecto HAARP consta de 180 antenas.

Según informó ‘Global Research’, la propiedad será transferida en agosto de 2015 a la Universidad de Alaska para continuar con las investigaciones en el futuro.

Costo

Hasta 2008 se destinaron a HAARP 250 millones de dólares.

Influencia en el planeta

Las señales transmitidas hacia y desde satélites deben atravesar la ionosfera. Cualquier irregularidad ionosférica puede tener un fuerte impacto en el rendimiento de los sistemas y su fiabilidad.

Algunos expertos sostienen que el verdadero propósito de estos experimentos se mantiene en secreto porque en realidad se trata de un intento de crear un arma experimental que afectaría al clima y al campo electromagnético natural de la Tierra.

Los críticos sostienen que esta tecnología experimental podría crear un enorme agujero en la parte superior de la atmósfera modificando las energías magnéticas y alterando, por ende, la vida en el planeta. Sin embargo todavía no existen datos seguros acerca de la influencia del programa en el planeta.

Teorías de la conspiración

Según algunas personas, el HAARP oculta sus verdaderos propósitos. A mediados de los años 1990 fue objeto de controversia debido a la hipótesis de que las antenas de la estación podrían usarse como armamento.

Los partidarios de la conspiración culpan al proyecto de desastres naturales y otros eventos. El investigador informático David Naiditch denominó al HAARP «un imán de teorías ‘conspiranoicas'», satirizando la posición de los ‘conspiracionistas’ en sus declaraciones:

Según estos, el HAARP es culpable de:

-Inundaciones masivas

-Sequías devastadoras

-Huracanes, tornados y tormentas eléctricas

-Terremotos en Afganistán y Filipinas

-Apagones de luz en el oeste norteamericano

-La caída del vuelo 800 de TWA

-Interferencias en las migraciones de las aves

-Enfermedades misteriosas como el síndrome de fatiga crónica

-Problemas en las comunicaciones globales

-Futuros desajustes en la rotación de la Tierra

Además lo describen como un:

-Aparato de control mental que provoca la alienación de los jóvenes

-Sistema vinculado a actividades de ovnis

-Arma capaz de actuar como un escudo antimisiles

Fuente: RT