No existe el héroe individual sino existen los héroes colectivos
Germán Oesterheld (El Eternauta)
Lo social, lo comunitario, las redes son posibilidades de restituir tanto dolor y crear alternativas importantes de sostén que generen vida y salud. La instancia comunitaria es un proceso necesario para sobrevivir a la globalización. Ilustrando esto compartiré la experiencia de trabajo social con dos comunidades en talleres de aprendizaje cooperativo, que Freire llamó Círculo de Cultura.
El objetivo que los cohesiona es autogestionar su grupo y su casa simultáneamente.
Aplicamos los Marcos Teóricos de Freire y Gestalt.
2. Descripción de la población
Estas comunidades están compuestas por 55 y 35 familias, provienen de migraciones internas y externas, descienden de pueblos originarios del Hemisferio Sur. Viven muy precariamente en la capital de Buenos Aires en emergencia habitacional (pensiones, viviendas transitorias ) en condiciones de hacinamiento. Conservan un fuerte sentido de lucha, dignidad y defensa de sus derechos.
El objetivo de trabajo con ellas, es crear un espacio de aprendizaje para autogestionar su vivienda, empezando por organizar un grupo nutritivo que sustente el sueño. Este concepto de construcción sistémica del grupo y de la casa, implica la participación plena de todos sus miembros, la horizontalidad, la apropiación del poder como patrimonio grupal, el reparto equitativo de cargas, la comunicación abierta, honesta y directa, la toma de decisiones entre todos y la construcción del concepto de autonomía.
Ellos dicen: “lo hacemos nosotros mismos, usamos nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestras manos”.
Este tipo de organizaciones se sustenta en los aprendizajes cooperativos, donde el coordinador es la tarea, el programa, pensado a futuro.
2.1 Concepto de Resiliencia Comunitaria. Oximoron. Enantrodromía.
Resiliencia es la capacidad que tienen las personas y las comunidades de superar adversidades físicas, psíquicas, sociales, espirituales y resignificar sus vidas.
Grotberg (1995) la define como la capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas. La resiliencia tiene dos componentes, la resistencia frente a la destrucción, esto es, la capacidad de proteger la propia integridad bajo presión y la capacidad para construir un aprendizaje.
Es importante situar a la adversidad como un polo a atravesar, como un lugar de aprendizaje, sin quedar victimizados e impotentes. El concepto de Oximoron de Boris Cyrulnik, enriquece esta mirada. Es una figura retórica que consiste en reunir dos términos de sentido opuesto para generar un nuevo significado: “la maravilla del dolor”.
La felicidad y sufrimiento no se dan por separado. Podría analogarse con el concepto de Enantrodromía de Jung, que sostiene que “todo polo contiene secretamente a su contrario”. Integramos con Gestalt el atravesar las polaridades.
3. Adversidades y factores protectores de las comunidades presentadas
Estas comunidades sufrieron varias adversidades. Son nombrados “desaparecidos sociales”, debido a que son sobrevivientes del genocidio económico de las políticas neoliberales en América Latina, de los últimos 25 años. Con necesidades básicas insatisfechas, se disgregaron después del desalojo masivo donde vivían, sufrieron exclusión, violencia, hacinamiento, pero no se victimizan, ponen proa a sus acciones.
Los factores protectores que presentan estos grupos, explicitados por ellos mismos son: el proyecto comunitario, la solidaridad social, fe en algo superior, en ellos, en los proyectos, fe expresada en esperanza Freiriana. La posibilidad de aprender, la identidad cultural, la fuerza en los ancestros y en la Naturaleza, su lugar de origen, la autoestima colectiva, la honestidad social, la creatividad, las redes de sostén, el humor, la alegría, el sentido de vida comunitario, son para ellos también factores protectores de la resiliencia.
3.1 Objetivos de los Círculos de Cultura
Los objetivos mas importantes son: aprender a autogestionar, promover la consolidación y la organización interna del grupo operativo, facilitar el darse cuenta y transformar los obstáculos internos y externos que impiden organizarse, en situaciones de aprendizaje.
También desarrollar la Conciencia Crítica y Política. La conciencia crítica implica según Freire, reconocer los errores, expresarlos ante la comunidad y ser capaces de reparar heridas. Equivale al hacerse cargo de Gestalt. La conciencia política-solidaria, dice Freire, involucra jugarse en un proyecto común, comprometerse. “Me hago y construyo con otro”. “Nadie se salva solo”.
Otro objetivo importante es desarrollar la autolectura crítica del proceso grupal (auto percepción grupal), ser capaces de verse como grupo, percibirse y autoevaluarse en su proceso grupal.
Se incentiva el Pronunciamiento Freiriano, decir la Palabra: decir ante los demás quien soy, que pienso de las cosas. Al construir nuestro rol nos llamamos “animadores culturales”, acompañamos el aprendizaje grupal, y aprendemos con ellos dignidad y coraje, desafío e interaprendizaje.
4. Aportes del Enfoque Gestáltico
De la fenomenología tomamos con fuerza el describir y no explicar fenómenos. También el epogé de Husserl. “Regreso del discurso sobre las cosas, a las cosas mismas tal y como aparecen en realidad, a nivel de los hechos vividos, previos a cualquier elaboración conceptual deformante“.
Valoramos la experiencia vivida y el sentimiento corporal inmediato de Maurice Merleau-Ponty.
Partimos de una concepción holística de considerar al hombre una totalidad, sensación, emoción, pensamiento, acción, el cuerpo social, el espíritu. Creemos en el desarrollo de potencias. Hay un supuesto previo, que las personas de la comunidad tienen potencias, y el trabajo con ellas consiste en tomar contacto con sus soportes (recursos), apropiarse de ellos y permitir que operen en sus vidas. Es un descubrir, un darse cuenta al estilo mayéutico de Sócrates.
El animador cultural no es un salvador, que sólo da. Arma con los otros, espacios, estrategias para descubrir y construir colectivamente. Privilegia el Darse cuenta organísmico, el vivenciar sensaciones, emociones, partir de apoyos, centración, respiración conciente.
Se trabajan los pendientes grupales, se incentiva la construcción de metáforas grupales, se construye la Memoria Colectiva con líneas de Tiempo con los hechos grupales mas importantes, se expresan las emociones que afloraron. Se aplica las reglas de la autogestión gestáltica, se favorece el contacto para percibir al grupo vivo, el contacto con la alegría y el registro de necesidades del grupo.
Se visualizan y potencian sueños, dramatizamos roles, ensayamos salidas a las dificultades, usamos la Silla vacía para despedir. En la comunicación trabajamos lo obvio y lo imaginario, para limpiar el campo de malos entendidos. Celebramos los cierres grupales con Danzas circulares con música de sus etnias, para fortalecer sus rituales y su espiritualidad. Los soportes se convierten en “figura de apego” de las personas y los grupos. En las comunidades surgieron metáforas, que permitieron aprendizajes creativos, originales y con profundo sello personal.
La comunidad elaboró los tutores y los antipilares de resiliencia comunitaria.
Esto implica , aceptar lo diverso como legítimo, respetar los orígenes, aceptar que el otro se muestre, tomarlo como se muestra.
Tomamos de la cosmovisión kolla, sus tres principios: el Ayni (reciprocidad), el Mink’s (trabajo mancomunado) y el Yupanakuy (tenerse en cuenta recíprocamente, contarse entre sí). Estas creencias les otorgan una identidad cultural que construye el concepto de ayllu.
Podemos inferir, de Freire y Gestalt que el respeto por la diversidad y la identidad cultural favorecen el desarrollo de conciencia y fortifican los factores protectores de la resiliencia.
Sábato dice que el ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos, porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer.
http://psicoactualidad.com/principal/articulos-y-publicaciones-de-psicologia/118-resiliencia-comunitaria-aportes-entrelazados-de-paulo-freire-y-gestalt.html