El pulso electromagnético o EMP en sus siglas en inglés es un efecto secundario descubierto con las pruebas atómicas. Se vio que tras una explosión nuclear se dañaban e inutilizaban todos los aparatos electrónicos en un cierto radio de acción. La mayor radiación gamma, sobre todo, es altamente penetrante e interactúa con la materia irradiando e ionizándolo todo, incluido el propio aire circundante. La radiación gamma se consume enseguida y crea un campo electromagnético zonal de kilómetros de diámetro.
Las posibilidades de este fenómeno son inmensas. Los ingenieros militares se dieron prisa en desarrollar artefactos que maximizaran dicho efecto. Una bomba EMP detonada cerca de fuerzas enemigas dejaría todas sus defensas y contramedidas en tierra, inmovilizadas y más teniendo en cuenta que hoy día la ventaja que confiere la electrónica a los ejércitos modernos es vital. Esta ventaja con el EMP se torna en su contra o simplemente se anula. Pero esta no es la única estrategia posible. Existe lo que se llama ataque de pulso electromagnético de gran altitud o HEMP, capaz de paralizar un continente entero con un solo disparo.
El ataque de pulso electromagnético de gran altitud, ataque EMP o Bomba del Arco Iris es un tipo de ataque de pulso electromagnético masivo ejecutado mediante la detonación de un arma nuclear a gran altitud, lejos de la atmósfera terrestre. Sería capaz de cubrir un continente entero, causando un completo caos civil y militar en el área alcanzada por privación de los servicios esenciales (electricidad, agua potable, distribución alimentaria, comunicaciones, etc) durante un período indefinido. Se considera que un ataque de estas características constituiría el compás de apertura de la guerra nuclear, pues sus efectos instantáneos dificultarían o paralizarían cualquier tipo de defensa contra el inminente ataque. Aunque no fuera así, una sola «bomba del Arco Iris» desarticularía completamente las infraestructuras vitales de cualquier nación moderna, provocando el despoblamiento de las grandes ciudades y un número enorme de víctimas por hambre, epidemias, aniquilación económica y desestructuración social. Es dudoso que algún país lograra sobrevivir a semejante situación como entidad social organizada.
En la actualidad, aún no se conoce ninguna defensa eficaz contra este tipo de ataque, para cuya ejecución sólo se requiere una bomba termonuclear de potencia intermedia (en el rango del megatón) y un cohete capaz de elevarla a unos 300-500 km sobre el área objetivo mediante un tiro balístico de alto ángulo parcialmente orbital o suborbital. Es posible proteger instalaciones o vehículos individuales contra el mismo mediante el uso de técnicas específicas, como la Caja Faraday, pero no una nación completa.
Los seres vivos y los objetos no eléctricos son inmunes al ataque EMP de manera directa, pero indirectamente les resulta fatal. El daño causado es resultante de la sinergia negativa acumulada por el fallo simultáneo de millones de equipos sin posibilidad de repararlos o sustituirlos en un plazo de tiempo breve, puesto que los repuestos, vehículos, instrumentos, etc, necesarios para la reparación se hallarían igualmente averiados. Los sistemas digitales modernos son especialmente sensibles a este tipo de ataque. Según un estudio de la IEEE, la mayoría de componentes electrónicos actuales fallan en presencia de pulsos electromagnéticos de 1.000 voltios/metro, y resultan destruidos en torno a los 4.000 voltios/metro. Un ataque de pulso electromagnético de gran altitud induce en torno a 50.000 voltios/metro, un valor doce veces superior.
La nota del video menciona que 2 helicopteros de combate, cayeron sin explicaccion alguna. coincidentemente en el tiempo que un satelite detecto este EMP masivo sobre le atlantico. La naturaleza extraña del impulso de energía se desconoce aun, el puslso se detecto mas en las costas de Nueva Zelanda. ufosightingshotspot.
http://otrosmundosotrasdimensiones.blogspot.com.es/2015/09/ataque-de-pulso-electromagnetico-masivo.html