Un desertor norcoreano dice que los días de Kim Jong Un están contados

(CNN) — Es un hombre relativamente joven que usa un traje que le queda mal. Tiene un cuello delgado pronunciado que se extiende hacia un rostro y un cuerpo igualmente delgados. Nos reunimos para comer sushi, platillo que pidió específicamente porque no suelen probarlo quienes están atrapados en Corea del Norte.

Por su seguridad, limitaré las descripciones de este desertor. Acordamos que puedo decir que trabajó con las élites de Pyongyang. Es, por mucho, el desertor a quien he entrevistado más recientemente. Solo ha estado en el mundo libre un año.

CNN lo encontró a través de unos investigadores universitarios que colaboran con el gobierno de Corea del Sur, que verificó su condición de desertor norcoreano.

Él destaca que revelar mucho más que unos cuantos detalles podría poner en peligro a su familia, que aún se encuentra atrapada en elReino Ermitaño. También teme que Corea del Norte logre encontrarlo en su nueva vida. Sin embargo, habla para dar un mensaje a Occidente.

Él cree que de entre los dictadores de Corea del Norte, la dinastía de Kim Il Sung, Kim Jong Il y ahora Kim Jong Un, «el régimen de Kim Jong Un es el más inestable. Y va a ser el más corto».

‘Una imagen falsa’

El desertor empieza a explicar por qué lo cree. Kim Jong Il, el padre de Kim Jong Un, murió en 2013. Kim Jong Un tomó el poder e «hizo lo mejor que pudo», cuenta el desertor. Dio regalos y, en una presentación pública, permitió que transmitieran su voz en la televisión estatal. La gente creyó que la vida en Corea del Norte estaba por mejorar.

«Fue una imagen falsa», dice.

En diciembre de 2013, el régimen anunció que expulsarían al segundo hombre más poderoso del país, Jang Song Thaek, del Partido de los Trabajadores de Corea, el partido gobernante. Acusaron a Jang de una serie de delitos tales como obstaculizar los asuntos económicos del país y ejecutar actos contrarios al partido. Las acusaciones sorprendieron por muchas razones, principalmente porque el hombre al que el régimen señaló era tío de Kim.

«Kim Jong Un reveló su verdadero rostro», cuenta el desertor. El arresto de Jang se transmitió por la televisión estatal, a lo que siguió un comunicado en el que lo llamaron «basura humana despreciable, peor que un perro». Los medios estatales anunciaron que lo habían ejecutado.

Un frenesí asesino

Aunque el padre del Kim actual, Kim Jong Il, metía a la gente a prisión por razones políticas o permitía que murieran de hambre, no emprendió un frenesí asesino entre sus colaboradores más cercanos, dice el desertor.

Kim Jong Un adoptó el enfoque opuesto con sus élites. Jang era tan solo uno de muchos integrantes de la clase regente a la que Kim decidió purgar mientras estiraba sus músculos dictatoriales.

El mundo exterior esperó para ver alguna secuela o reacción del pueblo norcoreano. Nada. Pero el desertor cuenta que en las más altas esferas del país, la reacción fue silenciosa pero arrolladora.

«Puedo decirte con certeza que los norcoreanos de la clase media alta no confían en Kim Jong Un. Yo estuve pensando en irme de Corea del Norte desde hacía mucho tiempo. Tras la ejecución de Jang, pensé: ‘Necesito apresurarme y salir de este infierno en la Tierra’. Por eso deserté».

Un escape arriesgado

Llevó a cabo un escape arriesgado y escalofriante; no le contó a nadie que lo intentaría. Accedí a no revelar cómo escapó, por su seguridad. Basta decir que era extraordinariamente probable que lo capturaran o que muriera.

Sin embargo, el miedo a morir durante el escape no se comparaba con permanecer bajo el poder de Kim Jong Un, dice el desertor. Cuenta que luego de que Kim purgara a su círculo más íntimo, notó que la clase más alta del gobierno norcoreano cambió. «Estaban aterrados. El miedo se hace más intenso cada día».

Pero en toda Corea del Norte, el régimen sigue gozando de gran apoyo, según una encuesta del Instituto de Estudios para la Paz y la Unificación de la Universidad Nacional de Seúl. Desde 2008, el instituto ha entrevistado a más de 100 desertores al año y es el examen anual más completo sobre las personas que desertaron recientemente.

En 2012, cuando Kim Jong Un acababa de tomar el control de régimen, los desertores del estudio percibían que el apoyo estaba en más del 70%. En 2014, la encuesta más reciente a 146 desertores muestra que aunque se percibe gran apoyo a Kim Jong Un, ha caído al 58%.

El investigador en jefe del instituto, Chang Yong Seok, dice que los resultados no deben interpretarse como hechos generalizados porque la encuesta se hizo entre un grupo pequeño de participantes. Sin embargo, ofrece una instantánea año por año de las condiciones del apoyo al régimen.

La confianza crece

Chang cree que la purga de las élites revela que «Kim Jong Un muestra confianza. Revela que Kim Jong Un está ganando confianza en su poder».

Cree que las ejecuciones son prueba de que Kim Jong Un se siente más estable de lo que parece a ojos del mundo exterior. Sin embargo, la opinión de los desertores revela que el dictador corre el riesgo de perder la confianza y el apoyo de su base de poder.

«El problema es el futuro. Cuánta confianza puede ganar Kim Jong Un en sus élites después de las purgas. Las élites podrían estar nerviosas. Es posible que su lealtad y su apoyo se debiliten».

El desertor al que estoy entrevistando confía en que la lealtad de las élites se ha deteriorado y seguirá así. Dice que la convicción es lo que le permitió dejar a su familia, porque cree que se reunirá con ellos algún día.

«Puedo decirte con certeza que el régimen norcoreano se derrumbará en 10 años», dice sin dudar.

«Kim Jong Un se equivoca al pensar que puede controlar a su pueblo y mantener su régimen ejecutando a sus enemigos. Entre los funcionarios de alto rango reina el temor de ser un blanco en cualquier momento. El público en general seguirá perdiendo la confianza en él como líder al ver que está dispuesto a matar a su propio tío».

El desertor está adivinando, claro está, igual que adivina que alguien del círculo más íntimo de Kim Jong Un podría sentir el impulso de asesinar al dictador o que una provocación a Estados Unidos o Corea del Sur podría resultar contraproducente para el régimen.

Pero de una cosa está seguro. «Corea del Norte no colapsará mientras Kim Jong Un viva. Solo podemos esperar la apertura o la reforma cuando un poder externo retire a Kim Jong Un. Corea del Norte no colapsará mientras kim Jong Un viva».

http://www.cnnmexico.com/mundo/2015/09/09/un-desertor-norcoreano-dice-que-los-dias-de-kim-jong-un-estan-contados

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