Recientes informaciones sostienen que el legendario tren nazi supuestamente cargado de oro y de joyas en Polonia, podría ocultar en realidad cadáveres de prisioneros del campo de concentración de Gross-Rosen, tal y como sostiene Igor Prelin, veterano de Inteligencia del KGB.
Asimismo, también se sospecha que podría transportar armas químicas y documentos secretos.
Curiosamente, los dos descubridores del tren, que ya han salido a la luz, refuerzan estos argumentos tan poco atractivos.
Esta revelación se produce justo cuando una fiebre del oro había desatado una oleada de visitas en la región de Walbrzych y cuando aumentaban los rumores sobre su contenido, que podría incluir el célebre Salón de Ambar de Pedro el Grande.
Este nuevo giro encaja además con lo que advertimos en nuestro artículo EL MISTERIO DEL TREN DEL “TESORO NAZI”, en el que ya advertíamos que muy probablemente se acabaría negando la existencia del tesoro para evitar reclamaciones internacionales, conflictos, y avalanchas de buscadores.
Y sobretodo, porque ello permitiría que algunas personas se repartieran el tesoro, haciéndose muy, muy ricos…