Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido echar un vistazo al interior de una estrella en plena formación, y observar el «embrión» de un nuevo sistema solar parecido al nuestro.
La estrella naciente, llamada HD 100546, está rodeada por un gran disco discontinuo de material, lo que es una clara evidencia de que a su alrededor se están formando planetas. El estudio acaba de publicarse en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. El autor principal de la investigación es el español Ignacio Mendigutía, de la Universidad de Leeds, quien asegura que «nadie hasta ahora había sido capaz de observar tan de cerca una estrella que aún se está formando y que también tiene un planeta tan próximo. Por primera vez, hemos sido capaces de detectar las emisiones de la zona interior del disco de gas que rodea a la estrella central. Y, sorprendentemente, esa emisión resulta muy similar a la de estrellas jóvenes estériles y que no muestran signo alguno de estar formando planetas». Para observar esa lejana estrella, a más de 300 años luz de distancia, los astrónomos utilizaron el VLTI (Very Large Telescope Interferometer), que se encuentra en Chile y que es capaz de combinar la potencia de observación de cuatro telescopios de 8,2 metros y de obtener imágenes con la misma claridad y detalle con lo que lo haría un telescopio con un espejo principal de 130 metros de diámetro, algo que en la actualidad no existe. Por su parte, Rene Oudmaijer, coautor de la investigación, afirma que «considerando la gran distancia que nos separa de la estrella (unos 325 años luz), el desafío equivale a tratar de observar algo del tamaño de la cabeza de un alfiler a 100 km. de distancia». HD 100546 es más de mil veces más joven que el Sol y está rodeada de una estructura en forma de disco de polvo y gas, algo que los científicos llaman «disco protoplanetario» y a partir de cuyo material se formarán los planetas que orbiten la estrella. Esa clase de discos son comunes de ver alrededor de estrellas muy jóvenes, pero el que rodea a HD 100546 es muy particular: si imaginamos que la estrella estuviera en el centro de nuestro Sistema Solar, la parte más externa del disco se extendería hasta diez veces más lejos que Plutón. Para Mendigutía, lo más interesante es que el disco no es continuo, sino que «muestra un hueco que está completamente vacío de material. Ese hueco es muy grande, cerca de diez veces la distancia entre la Tierra y el Sol. La zona interna de un disco de polvo y gas solo sobrevive unos pocos años antes de ser atrapada por la estrella central». De forma que, para seguir existiendo, el material del que está formado ese disco interno «debe de ir reponiéndose de alguna forma». Sugerimos, explica Mendigutía, «que la influencia gravitatoria de un planeta en plena formación (o de varios), situados en la zona vacía podría estar impulsando una transferencia de material desde la parte exterior del disco, rica en gas y polvo, hacia las regiones interiores». Sistemas como el de HD 100546 y de los que se sabe que tienen tanto un planeta como un hueco en su disco protoplanetario son extremadamente raros de ver. De hecho, el otro ejemplo reportado hasta ahora es el de un sistema cuya zona vacía del disco está hasta diez veces más lejos de su estrella madre que el de HD 100546. Rene Oudmaijer concluye que «con nuestras observaciones de la zona interna del disco de gas del sistema HD 100546, hemos empezado a comprender cómo son los primeros momentos de la existencia de las estrellas que tienen planetas en una escala comparable a la de nuestro propio Sistema Solar».
Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar