Suspirar, bostezar o reír son actividades inherentes a los seres humanos, pero normalmente no les prestamos demasiada atención. Pero, ¿por qué se producen? Tendemos a asociar el bostezo con el aburrimiento, el suspiro con el amor o la risa con situaciones cómicas, pero lo cierto es que su naturaleza va mucho más allá y el origen de estos comportamientos tiene mucho que ver con nuestras relaciones sociales y con nuestros primos, los chimpancés.
Suspirar, bostezar o reír forman parte de la naturaleza animal de las personas, se trata de formas primitivas de comportamiento social que no podemos controlar, muchas veces incluso se nos contagian. Y en este sentido, toman una importancia especial las relaciones con los demás. Por ejemplo, solemos bostezar cuando vemos que otro lo hace o reímos más cuando estamos rodeados de gente.
El bostezo, además, no es sólo una actividad presente en nuestras vidas cotidianas, sino que puede ser el síntoma de algún estado patológico; puede indicarnos, por ejemplo, que una persona está sufriendo una hemorragia o que reacciona ante ciertos anabolizantes.
Eduard Punset entrevistará a Robert Provine, catedrático de Psicología y Neurología en la Universidad Americana de Mariland. Las investigaciones de Provine se dirigen a entender la evolución y las bases neurológicas de la conducta humana. Ha realizado numerosos estudios sobre la risa, los bostezos y las bases de su conducta contagiosa. Una charla que nos aportará datos interesantes sobre la naturaleza de estos comportamientos.
En el plató contaremos con la presencia de Pedro Marijuán, Investigador Neurocientífico de la Universidad de Zaragoza y de Fernando Colmenares, profesor de Etología de la Universidad Complutense de Madrid; ha realizado diferentes estudios sobre la conducta de los primates.
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Es bueno que los científicos admitan que somos primos de los chimpancés.