Lo que vais a leer a continuación, es el relato real de una situación ciertamente extraordinaria que les sucedió a una pareja de amigos que han dado su permiso para que os la cuente. En el siguiente relato todo lo que cuento se ciñe tal cual a como sucedieron los hechos y solo he cambiado los nombres y algunas situaciones por respeto a los protagonistas. Los hechos sucedieron hace casi dos años, a pesar del poco tiempo transcurrido, debo decir que yo no era el mismo que soy ahora, y aun arrastraba alguna que otra de esas creencias, que flotaban en el sistema espiritual.
A pesar de ser una pequeña y modesta historia, para mi tuvo un gran peso, ya que rompió algunas creencias que tenia, y no encontraba las pruebas necesarias para ponerlas a prueba. Esta sencilla situación me dio las respuestas de forma contundente y a la vez sencilla, que es el modo en el que se manifiesta la verdad cuando te topas con ella. Solo deseo que os aporte tanto como me aporto a mí.
Manuel y Carla son una pareja de amigos con los cuales mantengo una amistad de años, ambos tenían trabajos absorbentes con horarios complicados para poder conciliarlos de tal manera, que pudieran plantearse formar una familia y tener el tiempo suficiente para dedicárselo. Contrariamente a como piensan hoy día muchas parejas, ellos no creían que tener un hijo les supusiera un gasto, les impidiera mantener su vida social o mermara su relación sentimental, pero si tenían claro, que si tenían un hijo era para dedicarle todo el tiempo y la atención que se merece.
Al poco tiempo a Manuel le cambiaron el horario y tenia mas tiempo libre, ese fue el detonante para que Manuel comenzara a plantear la posibilidad de tener familia, su solución es que él se podría dedicar por entero a los cuidados del bebe. Carla continuaba con su ajetreo laboral y no se imaginaba como atender como ella querría a su hijo y continuar con su trabajo, tomaba en cuenta las buenas intenciones de Manuel, pero sabia qué llevaría fatal, despegarse de su pequeño tesoro. Finalmente al cabo del poco tiempo las circunstancias cambiaron también para ella. Carla perdió su empleo y ante el desolador panorama, opto por retomar su antigua vocación como cuidadora infantil, algo con lo que no ganaría mucho, pero al menos seguiría aportando al hogar. Pronto le salió algo a través de una amiga y esas horas que estaba fuera de casa, las dedico a cuidar a un pequeño granuja llamado Adrián, de año y medio.
Retomar esa actividad, hizo que Carla reactivara sin querer su reloj biológico y por fin Manuel vio como ambos tenían la ocasión perfecta para retomar ese ilusionante proyecto. Ambos son muy niñeros así que no perdieron mas tiempo, pero los meses pasaban y Carla no se quedaba embarazada, para colmo la Mama de Adrián se quedo de nuevo en estado, y quizás aquello les hacia frustrarse mas.
Adrián comenzó a soltarsele la lengua y no paraba de hablar, era un niño muy espabilado y su interacción con Carla era muy estrecha, cada vez mas, hasta el punto de que el niño, la llamaba “Mama”. Los meses seguían cayendo y Manuel y Carla se planteaban que quizás no podían tener hijos. El no quería entrar en la rueda viciosa de médicos, pruebas y mas médicos, así que decidieron que seria la naturaleza la que les bendijera cuando llegara el momento, así que se relajaron y se olvidaron de las presiones y el ansia. Dejaron a la naturaleza seguir su curso, por suerte sus condiciones laborables no variaron a si que si venia, bien, y si no, pues a seguir intentandolo.
A la mama de Adrián ya se le notaba la tripa y era algo que le llamo la atención, señalaba la tripa de su madre y decía “Bebe” casi constantemente. Un lunes tras un efímero fin de semana, Carla comenzó su trabajo, un trabajo que para ella casi no lo era, por que quería tanto a Adrián, y Adrián la quería tanto a ella, que casi era un placer. Adrián ese lunes se levanto tan hablador como de costumbre y tras un rato de juego, miro fijamente a Carla y señalo su tripa y dijo “Bebe”. Carla se río por la ocurrencia del niño y le dijo “Es mama la que tiene el Bebe, no yo” el niño, a lo largo de la mañana volvió a insistir, en alguna que otra ocasión. Carla solo pensaba que eran cosas de niños y que quizás ella había echado tripita y eso confundía al niño.
Cuando llego a casa se lo comento a Manuel, y a este, le hizo gracia sin mas, y le dijo que no le hiciera caso, que seguro que Adrián se pensaba que todas las mujeres eran iguales a su mama. Carla me lo comento a mi de pasada, una anécdota curiosa que llevaba unos días repitiéndose, pero yo había tenido alguna experiencia curiosa con algunos niños, el típico niño que ve a su abuelito fallecido o ese amigo imaginario que no lo es tanto, sabia que no se les suele tener en cuenta a los niños y que casi nunca se les escucha o se les presta mucha atención a lo que dicen, pero a mi ya me habían dado alguna lección, así que no lo tome a broma.
Le comente a Carla que si volvía a pasar, le hiciese preguntas sencillas, del tipo ¿es nene o nena? ¿es guapo o guapa? ¿es grande o pequeñito? Carla quedo conmigo en que lo intentaría, pero con mas curiosidad que otra cosa. Al día siguiente, Adrián repitió la escena, señalo la tripa de Carla y dijo “Bebe” Carla decidió probar y le hizo una pregunta para pillarlo, sabia que su mama esperaba un niño, así que si respondía “nene” era por reflejo a lo que tenia su madre. Ella le pregunto ¿Es nena o nene? El niño no dudo y dijo “Nena” como el resultado no era el esperado, pregunto ¿Es guapa? Y el niño dijo con un poco de sonrojo “Guapaaa”.
Carla me llamo y me contó el resultado, yo le dije que no le insistiera y que al día siguiente, si se volvía dar la ocasión, le repitiera las mismas preguntas para comprobar si respondía lo mismo u otra cosa distinta. Como era de esperar la situación se volvió a repetir al día siguiente, y Carla me volvió a llamar para contarme. Solo me resto decirle que se acercara a una farmacia y comprara un test de embarazo, porque seguramente Adrián lo había detectado. Incrédula Carla compro su test y cuando llego a casa lo realizo con toda las dudas razonables que se pueden esperar, tanto por parte de ella como de Manuel.
La prueba dio un claro positivo, y no podían creer lo que les estaba pasando. Carla y Manuel se acercaron a la consulta de su medico al día siguiente y le confirmaron nuevamente el embarazo, y le dijeron que apenas estaba de poco mas de una semana. Según el medico les hablaba del la agenda y el seguimiento del embarazo para las próximas semanas, ellos no dejaban de pensar, como un niño tan pequeño de apenas dos años, podía haber detectado el embarazo con tal exactitud.
Ellos quedaron conmigo y me contaron la feliz noticia, me alegre mucho por ellos, porque lo deseaban con todas sus fuerzas, y les dije que si el niño había dicho que el bebe era una nena, lo seria, y por supuesto, que iba a ser muy, muy guapa. Ella si creyó que el niño tenia un don, pero Manuel no las tenia todas consigo, como podía saber que era una niña lo que esperaban, si tenia el tamaño de una lenteja, la ciencia y todos los aparatos tecnológicos de resonancia no podían asegurárselo ¿cómo un niño de dos años lo podía saber?
Yo podría responder a ciertas cuestiones, pero no todos están preparados para según que respuestas, si sabia que el niño podía haber visto la energía y detectar el embarazo, y esa fue la respuesta que le di a Manuel, pero claro determinar el sexo era algo que hasta ese instante incluso a mí, que creía tener ciertas cosas claras, se me escapaba en ese momento, aunque mi intuición me empujara a creer en Adrián.
Los meses pasaron y el embarazo siguió su curso, llegaron los meses de verano y Carla dejo de cuidar a Adrián, estaba en casa y podía dedicarle todo el tiempo a su niña, para Carla, ya era su niña, a pesar de que la ecografía aun no se lo había confirmado. Manuel prefería no hacerse ilusiones y estaba preparado para lo que fuera, en el fondo era lo de menos. Llego la semana correspondiente al quinto mes, momento en que volvían a hacerse otra ecografía. La doctora miro la pantalla mientras movía el ecografo, apunto los percentiles y pregunto si querían saber el sexo del bebe. Carla no dudo y dijo que sabia que era una niña, pero qué por favor se lo confirmara. La doctora perpleja, confirmo que era una niña y ambos alucinaron con la predicción de Adrián, el cual había acertado plenamente.
Finalmente Carla dio a luz, una niña preciosa y así cerro el circulo de una predicción que un niño de dos años había hecho con apenas unos días, quizás horas de embarazo. Carla y Manuel no dejaron de comentarme su perplejidad y me preguntaban todo tipo de cosas, a las que a mi me costaba darles una explicación razonable, teniendo en cuenta que no todo el mundo esta familiarizado con según que cosas.
En lo que a mi respecta, nuevamente un niño me daba una lección magistral, con tres únicas palabras, me había desbaratado todo lo que creía que sabia sobre el momento en que el alma toma contacto con el embrión. La ciencia dice que hasta el tercer mes no son mas que células, y no lo considera un ser humano, algunas versiones llegan incluso al quinto mes, todo esto es por su puesto y como habréis concluido con el relato, falso. Otros mas espirituales decían que el alma entra en el cuerpo justo en el instante del parto, esto también es evidentemente falso, luego tenemos el libro tibetano de los muertos, el cual yo considero una basura por su explicación de la reencarnación, pero qué muchos aun toman como una absoluta verdad. En el libro tibetano de los muertos se dice que el alma toma el cuerpo en la séptima semana (día 49) esto también es rotundamente falso.
Tanto las tesis científicas, como las pseudoespirituales que existen y se han tomado como ciertas, son falsas y hay que desecharlas desde ya, para mi no alberga ninguna duda y para el pequeño Adrián tampoco, él pudo ver a ese bebe, y saber que era una niña, con apenas unos días desde el inicio de la gestación, esto dice que todos los argumentos oficiales responden a un interés oscuro, un interés claramente abortista, en el que no se considera vivo, ni humano a un Ser en las primeras fases de gestación.
Bebe, Nena y Guapa, tres palabras poderosas que rebaten cualquier tesis científica o espiritual que quieras, tres palabras dichas por un niño de dos años que tiran por tierra todas las especulaciones que existían sobre este hecho, ahora se y tengo pruebas, que el alma queda anclada al embrión en el mismo instante en que el ovulo y el espermatozoide hacen contacto, es la unión de estas células y el anclaje del alma que esta próxima a encarnar, la que provocan la eclosión celular posterior, es ahí cuando el milagro de la vida se produce y este tiene efecto, porque desde la primera décima de segundo, ese Ser tiene alma a pesar de no tener mas que un cuerpo en plena eclosión celular.
Para mi esto no tiene debate alguno, es rotundo y cierto, luego cada uno lo interprete a su modo y que la demagogia haga acto de presencia, pero cuándo los hechos se presentan de este modo y los datos confirman esos hechos, no hace falta replica.
En lo personal me llama la atención, como yo con apenas dos años tuve las pruebas de que no existía la muerte, ya que me han contado como cuando tenia la misma edad que Adrián veía a personas fallecidas, por eso le di todo el crédito a un niño de dos años que podía ver como se gestaba la vida. Una extraña forma de confirmar ambos extremos de los que se especula, se teoriza, se duda y se escriben tochos enormes al respecto, pero para un niño de dos años, no hay duda, ni especulación posible y con su escueto lenguaje, es capaz de volar por los aires toda duda razonable.
Aclarar que Adrián no es ningún iluminado, ni ningún niño índigo o cristal, es un niño como cualquier otro niño, con las mismas capacidades. Estoy seguro, que muchos han sido los que han tenido esa sensibilidad, diría que todos la tienen, pero el problema es que siempre pensamos, que por ser niños son ignorantes, y puedo asegurar que no es así, los niños son unos pequeños maestros que con pocas palabras dan grandes lecciones.
Escuchar a los niños, escuchar a vuestros hijos, vuestros sobrinos, ellos no dudan y saben mas que todos esos gurus juntos.
Publicado por Ruben Torres
Fuente: http://lacosechadealmas.blogspot.com.es/2015/09/un-pequeno-maestro.html