OOPARTS MAPA DEL PLEISTOCENO

En 1984 fue descubierto un enorme escondite que contenía más de 300 artefactos, por un pequeño grupo de buscadores de oro, liderados por el ingeniero Dr. Elías Sotomayor. El hallazgo fue hecho en un túnel 100mts bajo las montañas selváticas de La Maná en Ecuador.El objeto más grande encontrado en La Maná es una piedra tallada de granito, del tamaño de un torso humano, con líneas talladas y rellenas con mortero, además de piedras pulidas incrustadas. Los contornos tallados son al tiempo sorprendentemente familiares y extraños: representan los continentes de la Tierra en lo que debe ser el mapa más antiguo conocido por la humanidad, una representación global del Pleistoceno.
Las líneas incisas en la piedra y rellenas con mortero describen las antiguas líneas costeras en rosa y otro conjunto de líneas rectas y caminos curvilíneos en blanco. Cualquiera que esté familiarizado con la forma de los continentes actuales del globo puede reconocer una enorme similitud en el complejo entramado de líneas rosas del objeto. Por ello ha sido denominado «la piedra del mapa del mundo». Los continentes son inconfundibles, un lado muestra claramente a Italia, Grecia, el Mar Muerto, el Golfo Pérsico e India. La zona costera del sureste asiático es delineado de un modo un poco diferente a como lo hacen los mapas modernos, mostrando una masa terrestre actualmente sumergida en el área que ha sido nombrada por R. Schoch como Sundaland.
El otro lado de la piedra-mapa muestra las Américas de una manera un poco diferente, sin las islas del Caribe ni la península de Florida, pero revelando enormes masas terrestres ahora bajo las aguas del Atlántico y el Pacífico. En medio del Atlántico Norte se ve un pequeño continente que se asemeja a la descripción del filósofo griego Platón de la Atlántida, en los diálogos Timeo y Critias que datan del 400 a.c. Se ve en el área del Pacífico una enorme isla justo por debajo de la línea ecuatorial, probablemente del tamaño del actual Madagascar. También está representada una masa terrestre, al sur de lo que es hoy Japón, desde hace mucho sumergida cuya existencia ha sido propuesta por M. Kimura, cuyos investigaciones arqueológicas submarinas en Okinawa y en el monumento de Yonaguni han contribuido a la hipótesis de que la antigua civilización de Mu una vez habitó esta tierra perdida.
Esta diferencia significativa sugiere la gran antigüedad del mapa, ya que deben haber ocurrido colosales eventos catastróficos de subducción y de elevación del nivel del mar desde la creación de la talla, ubicándola probablemente en una antigüedad superior a los 12.000 años.

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