Un reciente estudio con perros llevado a cabo en Alemania, demostró que con solo una muestra de la respiración de la persona, un pastor alemán puede olfatear con gran exactitud si una persona tiene cáncer de pulmón.
«Entrenamos a los perros mediante estimulación positiva, así que el olor del cáncer es considerado lucrativo y positivo por nuestros perros. Los entrenamos para acostarse cuando detectan cáncer, y eso funciona mediante estimulación positiva. Tenemos una gran cantidad de muestras, más de 200, y los perros tienen que diferenciar entre cáncer y no cáncer», explica el entrenador de perros Uwe Friedrich.
Debido a que el cáncer pulmonar parece tener una combinación específica de olores, el grupo de científicos que lleva adelante el estudio pensó en el uso del fino olfato de los perros para detectarlo, teniendo una enorme ventaja en comparación con las narices electrónicas “normales».
De acuerdo a la médica cirujana Enole Boedeker, «las narices electrónicas son extremadamente sensibles a las influencias como la dieta, lo que la gente bebió, si bebió alcohol, o si fumó cigarrillos. A los perros no les importa, pueden fácilmente detectar cáncer de pulmón junto a las demás influencias”.
Los perros también pueden detectar la diferencia entre pacientes que han padecido de cáncer durante algún tiempo, en comparación con aquellos que recientemente se enfermaron.
En otros estudios de perros que olfatean enfermedades, se ha logrado de un 40 a 90% de éxito en identificar con precisión cánceres, incluyendo el de vejiga y colon.
También tienen la habilidad de olfatear bajos niveles de azúcar en sangre de diabéticos.
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Un perro es algo más que una mascota. Estoy totalmente convencida de que los canes, son lo que podríamos llamar «delfines» terrestres. No sólo por su precisión telepática, ya que ellos ya saben antes de cualquier acción a realizar, lo que va a venir.
Estoy convencida de que no sólo reportan grandes beneficios a todo tipo de humanos: niños, personas solitarias, ancianos, personas con dificultades físicas. Se convierten en algunos casos en la proyección del individuo que es su cuidador, para convertirse a su vez en cuidador de su «amo».
Si miramos esto desde esta perspectiva, no me cabe la menor duda de que, no sólo debe de cambiar nuestro concepto sobre las «mascotas», sino que eso que llamamos «mascota» es mucho más, aparte del respeto que se le debe por tratarse de un ser vivo.
Muchos afirmarán lo que yo estoy diciendo. No les hace falta hablar para que su animal entienda lo que le quiere comunicar. Dicho esto desde aquí quiero dejar indicado que ua mascota, un perro, puede, desde salvar vidas, hasta convertirse en el ángel de la guarda psíquico de nuestros estados de ánimo. Y no sólo eso sino que nos enseñan a entrar en «su realidad», cuya percepción de este mundo, no sólo está ligada a los ambientes naturales, sino de una construcción y lazos muy intensos afectos con las personas que les cuidan.