La casa fantasma del kilómetro 27

Hoy en ufopolis vamos a seguir estudiando el impresionante fenómeno de los viajes en el tiempo en base al testimonio de una testigo que protagonizó un curioso evento mientras realizaba su trabajo para una conocida multinacional de comida rápida.

Un escenario más que curioso el que vamos a narrar a continuación, protagonizado por una mujer de 20 años que reparte pizzas en el estado de Nueva York. El fenómeno de los desdoblamientos del tiempo aparece en tantas situaciones y muestra tal variedad que podríamos estar hablando de algoglobal que aparece y desaparece como los ojos de un cocodrilo en un lago, desplazándose a placer. Siempre está pero algunas veces es visible desde la orilla de la realidad. Y otras veces no.

Vámonos con esta testigo de iniciales Z.S. viajando en una noche especialmente oscura y tenebrosa según su declaración tras la llamada de un cliente que vive cerca de un viejo camino rural. Ha pedido un pastel de pizza, uno de esos tremendos inventos de comida rápida americana que tanto gustan por aquellas tierras (y que tantas calorías tienen).

Los padres de la chica estaban preocupados por el trabajo que tenía ella. Siempre sola, en coche, con dinero y transitando zonas despobladas. Pero llevaba allí dos años y nadie la había asaltado ni había tenido ningún problema. Todos tranquilos. Está lloviendo a mares y hace frío. La chica conduce por la carretera buscando una salida en el kilómetro 27 de la carretera pero no la encuentra. Una pasada. Otra. Un poco desesperada decide llamar por teléfono al número que marca el pedido pero la llamada da error. Varios intentos y nada. La señal que recibe es estática. Ni siquiera contacta con la línea. Extraño.

En aquel último tránsito, Z.S. se fija en que existe un pequeño hueco en una línea de árboles aproximadamente donde debería estar ese kilómetro 27. ¿Será ahí? La chica se mete con el coche y encuentra un camino lleno de barro. Es muy estrecho pero puede pasar con su coche de la marca Geo Prism prácticamente sin dificultad.

El terreno que parece abrirse a los lados parece constar de kilómetros y kilómetros de campo. Sigue avanzando. Unas luces tenues delante. Debe ser ahí. Es una mansión hecha de ladrillo. Es bastante bonita pero el ambiente es tan lúgubre y falto de vida que no se puede disfrutar. Las luces solo iluminan la parte de arriba. La de abajo está totalmente a oscuras.

La chica se acerca y aparca el coche. Coge el pastel, salta del coche y observa cómo la lluvia se para y una espesa niebla comienza a rodear toda la escena. La niebla puede tocarla. Está muy baja. Ella solo quiere hacer su trabajo y volver al coche. Se acerca a la puerta trasera, llama un par de veces y espera un rato. Nadie abre. Con el pastel hipercalórico a cuestas, va hacia la parte frontal de la casa y vuelve a llamar. Nadie.

Entonces levanta la vista y lo que hacía sólo unos segundos era una gran mansión bien cuidada ahora está totalmente destartalada y en mal estado. Hiedra gruesa cubriendo la parte frontal, ladrillos desmoronados. Un escalofrío impresionante recorre la espina dorsal de la testigo que ha experimentado un deslizamiento del tiempo asombroso en una millonésima de segundo. Algo iba mal allí. Y ella estaba en el medio de todo eso.

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La visión de la testigo es una de las más espectaculares de la casuística de viajes en el tiempo

La chica observa las ventanas y se encuentra que existen unas sombras que se mueven por el techo como si hubiera algún tipo de fuego y su luz estuviese reflejándose en las paredes. Parecían sombras de objetos o seres que se movían en el interior de la planta de arriba. La testigo no aguanta más la tensión, está congelada de frío y vuelve al coche a toda mecha. Abre la puerta del copiloto deja el pastel y se mete por el asiento del conductor para marcharse de allí tras su impresionante experiencia. Antes de partir, un último vistazo hacia la casa en ruinas. A su derecha hay otra cosa: un molino antiguo a unos cincuenta metros de la casa que parecía un antiguo matadero. Está completamente abandonado y la imagen que da es, como mínimo, terrorífica. Hay que largarse de allí. Ipso facto.

La chica comienza a conducir fuera del camino de barro y empieza a pensar varias cosas:

“ ¿Cómo es posible que la visión de la casa haya cambiado tan radicalmente con esa niebla? ¿Cómo es que nadie parece saber nada de lo que está pasando aquí? ¿Y quién demonios habría llamado para traer cualquier encargo a esta zona?”

La chica sale a la carretera general, llega a la pizzería y comenta lo ocurrido. Es el primer encargo que les llega de allí y nadie sabe nada.

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La imagen del pequeño cobertizo la llenó de terror

Unos días mas tarde Z.S. vuelve con su padre a la zona para comprobar con él a plena luz del día qué tipo de construcción era esa y el estado actual de la misma habida cuenta de su extraño incidente con la niebla. Al llegar al kilómetro 27 se bajan del vehículo y rastrean toda la zona pero no encuentran de ninguna manera el agujero entre los árboles ni el camino. Se adentran durante horas en los parajes en donde estaban la casa y el matadero y no encuentran absolutamente nada. Solo un terreno baldío con un maquinaria vieja y oxidada. Ni rastro del camino que había recorrido con el coche unos días antes. Lo más curioso según la testigo es que el vehículo aún conservaba el barro de ese trayecto imposible e inexistente.

El caso es más que interesante por varios detalles. El primero, la sensación de oscuridad imperante desde la salida de la pizzería. Quizá el fenómeno estaba empezando ya en ese momento. Varias pasadas hasta que el agujero entre los árboles simplemente aparece. Al bajar la lluvia cambia a una densa niebla, conocida ya por todos como seña inequívoca del fenómeno. La parte de abajo a oscuras. El lapsus en donde todo cambia de repente. La aparición del matadero y las sombras que se mueven en la ventana que jamás sabremos a ciencia cierta que serían…

Y una vez más, tras una nueva “picia” del fenómeno, un coche que podría haberse traído tierra y polvo de un pasado en el que existía una mansión que fue abandonada a su suerte y que tenía como huésped a alguien que quería un tremendo pastel de pizzas que nunca llegó a catar…

A continuación os dejamos con un vídeo que hicimos sobre un extraño incidente ocurrido en una casa de la calle Chase y protagonizado por la familia Smurl que quizá algún día también protagonice su propio incidente de deslizamiento del tiempo. Esperamos que sea de su agrado.

Ufopolis.com 2015

Fuente:

https://www.reddit.com/r/AskReddit/comments/dj9eu/pizza_delivery_drivers_my_apartment_is_a_mess_but/c10nn5z

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