La idea surge del grupo Floresta Urbana, una ONG brasileña que se propone llevar al verde a ciudades donde la polución y la sobre población son un gran problema como San Pablo.
En este sentido tomaron una pared de cuatro metros de altura y realizaron unos de los jardines mas grandes de la ciudad un fabricante de jeans dono telas con fallas para realizar los bolsillos que albergan las plantas y unos cuantos voluntarios se dedicaron a cortar, coser e instalar para luego poder plantar el jardín.
La Ong lleva desde 2008 tratando de cambiar la mirada de urbanismo de la ciudad hacia una ciudad verde, han instalado jardines verticales en las entrada de metro o incluso en contenedores de escombros abandonados con el único propósito de darle a la gente una ciudad con vida.
Actualmente desean llevar a cabo su proyecto más ambicioso que incluye un jardín vertical de 100 metros, con una pantalla de cine, un espacio para graffitis y que sea parte de un multi espacio para la ciudad.