Porque sin ella no existiríamos.
La música de las esferas, el naad, la corriente de sonido primordial, el Nombre Divino, Impronunciable…
El sonido que yace detrás de todo el Universo, de toda la Creación.
La música de los latidos de mi corazón que marca el ritmo al que danza todo mi cuerpo.
La vibración de cada una de mis células.
El sonido enmarañado de los miles de pensamientos por segundo que lanza mi intelecto.
La primera canción que escuché en el vientre de mi madre.
El sonido de su voz arrullándome para dormirme.
Los lloros sincopados por el primer amor fallido.
La canción del verano.
La primera vez que entendí el significado del Mool Mantra incluso antes de conocerlo en esta vida.
Las voces unidas en un solo canto en los kirtans, en las sadhanas matinales, en el Festival de Kundalini Yoga de Francia.
El repiquetear de las teclas mientras escribo este texto.
El sutil sonido de vuestros labios al curvarse suavemente en una dulce y tímida sonrisa cuando leáis estas palabras.
La pulsación del gran Corazón de la Tierra, del Universo, de Todos los corazones, núcleos, llenos y vacíos del Universo.
El Anahat que (no) se escucha en estado de Shunia.
El suspiro que abre mi corazón en este preciso instante.
¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS POR EL PODER DE LA MÚSICA, POR LA VIBRACIÓN, POR LAS PALABRAS PODEROSAS, POR EL AMOR QUE EMANA DE TODO EL UNIVERSO!
Y las llamaradas de este Intenso y Eterno Sol que Encienden y Crepitan en mi Corazón lleno de Amor que Ilumina Siempre MI/ NUESTRO CAMINO.
Y por todos los sonidos y por todas las músicas que no caben en esta lista.
SAT NAM
https://eternorenacer.wordpress.com/2015/09/24/a-blessing-a-day-gracias-por-la-musica-la-la-la/