PL – El dictador español Francisco Franco no murió pobre como afirman sus seguidores sino con una fortuna que en 1940 ya equivalía a 388 millones de euros actuales, asegura el investigador Ángel Viñas en una obra de reciente publicación.
En su libro La otra cara del Caudillo, Viñas afirma que cuando dio el golpe de Estado en 1936, Franco no tenía una peseta, pero ya cuatro años más tarde poseía 34 millones, equivalente a 388 millones de euros.
En entrevista telefónica con el diario digital Público desde Bruselas, el autor opinó que aunque en términos jurídicos Franco no fue un ladrón, sí lo fue desde el punto de vista moral.
Al explicar el bulo de que murió pobre, afirma que realmente no tenía muchos millones en sus cuentas corrientes, pero si activos inmobiliarios y acciones en empresas obtenidos en tres años de guerra y el primero de la dictadura concluida con su muerte en 1975.
La investigación indica que en 1940 ingresó 7,5 millones de pesetas (equivalentes a 86 millones de euros), provenientes en su mayoría de la venta de 600 toneladas de granos de café donados por el gobernante brasileño Getúlio Vargas.
Igualmente recibía en ese tiempo 10 mil pesetas (114 mil 200 euros) mensuales de la Compañía Telefónica Nacional, pagos cuyo inicio no pudo identificar Viñas en su investigación.
Viñas indica que en 1940 Franco poseía 34 millones de pesetas en sus cuentas, cifra incongruente con el salario de dos mil 493 pesetas mensuales recibido hasta 1935 y con las 50 mil pesetas anuales ya como dictador.
El autor sospecha que gran parte del dinero provenía de los fondos acumulados con las donaciones de sus seguidores, aprovechando la identificación que sus seguidores y el propio Franco hacia de su persona con España.
En términos generales el autor considera que presentar al franquismo como un régimen autoritario resulta demasiado corto, pues fue una dictadura desde el principio hasta el final, con rasgos y tentaciones fascistas que no se quedaron en palabras o proclamaciones ideológicas.
La dictadura franquista fue para el autor un proyecto político e ideológico colectivo de anulación de la democracia, y la lucha de clases y un sistema político-institucional de gran utilidad para sectores concretos que ni le impidió su enriquecimiento personal.
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Como todos los promotores de guerras, Franco era un criminal. Y todos ellos son incontables, como las arenas de las playas y las estrellas del cielo.