Varias personas se arremolinan frente al puesto de venta de Cocandina, en el Encuentro Gastronómico TAMBO. Esta es la nueva bebida gaseosa artesanal cuyo ingrediente principal son hojas de coca, la sagrada planta de los andes, consumida por millones en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia por siglos.
“Vamos a cumplir un año en enero. La lanzamos en pequeña escala en ocasión al Dakar que pasaba por Bolivia. Ahora queremos que nos conozca un público más grande”, dice el gerente de Cocandina Jorge Saire a Sputnik Nóvosti frente a las botellas y latas verdes de esta nueva bebida.
Las hojas de coca al natural son consumidas para el “acullicu” o mascado tradicional en Bolivia, así como para un sin número de usos, desde rituales, en la que es una ofrenda a la madre tierra, hasta para quitar el mal de altura o “sorojchi”, provocado por la falta de oxígeno cuando se sube a los 4.000 metros sobre el nivel del mar del altiplano.
La de mejor calidad estaba reservada para los incas, antes de la conquista y fue factor preponderante para el dominio español de los habitantes de estos lares.
Según la historiadora Ana María Lema, la primera reacción de los conquistadores fue de rechazo “porque los indígenas se detenían siempre para usarla y dar ofrendas”. Decididos a conquistar también sus almas la iglesia católica vio en su uso ritual un acto de idolatría, según cuenta Diego Avedanho en sus crónicas del nuevo mundo que datan de 1668.
Pero tras encontrarse que servía para aumentar las energías y el rendimiento físico de los indígenas, esta se convirtió en un pilar de la conquista. La importancia de la coca para toda los Virreinatos de Perú y puede ser resumida en una frase pronunciada por Juan de Matienzo en 1567 en la Audiencia de La Plata: “Sin coca, no hay Perú”.
El emprendimiento de Jorge Saire tiene el mismo motor. “Usamos el mismo extracto de coca que se obtiene del acullico de hojas de coca por unas 2 horas. Esa esencia esta embotellada en esta bebida que la hace energizante”, explica el creador de la singular bebida.
Julia Arteaga compró dos botellas tras probarla por primera vez en la feria: “es muy agradable, no parece hecha de coca, es dulce. He comprado dos para hacerles probar en mi casa”, dijo a Sputnik Nóvosti entusiasmada.
No es la primera vez que se hacen bebidas a base de coca. Muchos productos se venden con este ingrediente, desde galletas, pastas de dientes, bebidas adelgazantes, bebidas energéticas, etc.
Pero todos estos productos son artesanales debido a que la Convención de Viena de 1968 limita la venta y exportación de derivados de la coca.
No importa el control, tarde o temprano…ya sabéis… EEUU meterá su veneno.