Una postal de lo que vendrá
Las imágenes de Kepler, corroboradas con observaciones y mediciones de otros telescopios en tierra, muestran un total de seis o más fragmentos rocosos y polvo.
Esto indica que el planeta está en proceso de descomposición, impulsado por la gravedad de la estrella que lo atrae hacia ella.
Los restos se están evaporando, y al hacerlo van dejando una cola de moléculas -lo cual explica la presencia de polvo- como si fuesen cometas.
Los científicos creen que la muerte de la estrella pudo haber desestabilizado la órbita de un planeta masivo vecino de modo tal, que los planetas rocosos más pequeños resultaron empujados hacia la estrella.
«Creemos que hemos descubierto el proceso en su inicio», dice Patrick Dufour, físico de la Universidad de Montreal, en Canadá, y coautor del estudio.
«Por eso es muy raro y muy interesante», añade.
La hora final
Cuando le toque el turno a nuestro Sol, que aún está en la plenitud de su vida, lo más probable es que repita este proceso.
Al igual que WD1145+017, cuando se le acabe el hidrógeno comenzará a quemar elementos más pesados como helio, carbono y oxígeno, y se expandirá de forma masiva hasta deshacerse de sus capas externas y convertirse en una enana blanca de un tamaño similar al núcleo de nuestro planeta.
Al hacerlo, consumirá probablemente a la Tierra, a Venus y a Mercurio. Y en el supuesto caso de que la Tierra sobreviva esta convulsión, acabará destruida en pedazos a medida que la gravedad de la enana blanca la vaya atrayendo hacia ella.
«Puede que estemos viendo cómo nuestro propio Sistema Solar se desintegre en el futuro», explica Vanderburg.
Afortunadamente, aún faltan millones de años para ello.
http://www.24horas.cl/noticiasbbc/como-sera-el-fin-del-mundo-1822581