La Unión Europea (UE) adoptó las directrices para el etiquetado de productos procedentes de los asentamientos judíos de los territorios conquistados por Israel en la guerra de los Seis Días, una medida que ha sido calificada por el Estado judío como de “antisemitismo disfrazado”.
Durante un encuentro en Bruselas, la Comisión Europea “adoptó la comunicación interpretativa para la indicación del origen de los productos procedentes de los territorios ocupados por Israel desde junio de 1967”, expresó el ejecutivo de la UE.
La decisión de la Comisión Europea se aplica tanto a Cisjordania (Judea y Samaria) como así también a las Alturas del Golán y Jerusalén este, y los funcionarios europeos subraya el descontento de la UE con la continua expansión de los asentamientos en el territorio sobre el que los palestinos buscan construir su futuro estado.
Las instrucciones para los países miembros de la Unión Europea es que el etiquetado de las mercancías mencionadas deben expresar la frase “Hecho en Cisjordania” o “Hecho en el Golán”, seguidas de las palabras “(asentamiento israelí)”, según el Canal 10 de la televisión.
Mientras que los diplomáticos europeos tratan de minimizar la medida, en la que los tecnócratas de la UE han estado trabajando desde hace más de un año; el gobierno de Jerusalén la percibe como un boicot contra sus productos.
El Ministerio de Exteriores respondió convocando al embajador de la Unión Europea Lars Faaborg-Anderson para una reprimenda.
La ministra de Justicia, Ayelet Shaked, manifestó que la medida es injusta y otorga a Israel un trato especial. Shaked añadió que el gobierno va a luchar contra la decisión.
Altos políticos israelíes, inclusive de la oposición, calificaron la iniciativa de antisemita, comparándolo con las estrellas amarillas que los judíos fueron obligados a llevar durante el Holocausto.
«Es intolerable que Israel sea
Netanyahu se reunió con un grupo bipartidista de senadores estadounidenses en Washington y los instó a ayudar a Israel a defenderse de la decisión de la UE de etiquetar los productos de Cisjordania. Un grupo de 36 senadores, de ambos lados de la divisoria política, envió una carta a la jefa de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, en protesta por lo que calificaron como un «boicot de facto» contra Israel. «Creemos firmemente que estos esfuerzos son injustificados, peligrosos y perjudiciales para las perspectivas de una solución negociada al conflicto [palestino-israelí]», escribieron.
Funcionarios europeos rechazan tajantemente las acusaciones de antisemitismo. «Ese es un argumento emocional sin ninguna relevancia con respecto al asunto. No se basa en motivos políticos. Se basa en la lógica de que cualquier producto etiquetado hecho en Israel necesita provenir realmente de Israel y no de las áreas que no se consideran internacionalmente como Israel», argumentó un alto funcionario europeo. «Esto está diciendo lo que la Unión Europea siempre ha dicho: Los territorios ocupados no son parte del Estado de Israel».
En abril pasado, los ministros de Exteriores de 16 de los 28 estados miembros de la Unión Europea enviaron una carta a la jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, pidiéndole que promueva el etiquetado de los productos de los asentamientos en las cadenas de supermercados y tiendas de toda Europa. Alemania no figuró entre los firmantes.
El entonces ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, condenó enérgicamente la propuesta, sugiriendo a las naciones europeas que podrían etiquetarlos «con una estrella amarilla», como la utilizada por la Alemania nazi para identificar a los judíos durante el Holocausto.
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